Casi cuatro años después de gobernar en
el país y con ascendentes índices de criminalidad en todo
el territorio, el presidente Vicente Fox advirtió que ''ante un
descuido, la delincuencia nos puede ganar la partida'' .
Frente a casi todos los gobernadores, los responsables
de seguridad pública y los procuradores de Justicia de los estados,
debió admitir el viejo reclamo en el sentido de que la falta de
acuerdos, de coordinación y de presupuesto ''han alimentado al hampa''.
Como único anuncio concreto en la decimoquinta
sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el mandatario
ofreció mil millones de pesos, adicionales para este ejercicio fiscal,
que se destinarían a reforzar el combate ''de aquellos delitos que
más lastiman a la población''.
Para Fox, reunirse por vez primera en su mandato con quienes
encaran a diario los reclamos por la creciente criminalidad, representó
la oportunidad de intercambiar experiencias para enfrentar a un enemigo
común y superar diferencias. Sin embargo, y como lo señalara
apenas el lunes, dijo que acudía a este encuentro ''no creyendo
que súbitamente encontraríamos soluciones mágicas''.
El mensaje del Ejecutivo devino reiteración de
los discursos que en las últimas semanas -sobre todo a raíz
de la marcha ciudadana del 27 de junio- ha planteado sobre el tema de la
seguridad pública. Así, luego de anunciar los recursos adicionales
para combatir la delincuencia, dijo que este fenómeno no admite
explicaciones simples.
Recogió entonces las expresiones planteadas en
la reunión y convino en que, además de los recursos económicos,
la lucha contra la delincuencia tiene que ver con una tarea integral de
generación de empleos, de promoción del crecimiento económico,
de desarrollo humano y de impulso educativo.
En ese sentido aseveró que el país no puede
pagar los costos de la inseguridad, ni hay presupuesto que cubra el daño
causado a cientos de personas cuyos familiares perdieron la vida porque
asesinos cruzaron su camino de regreso al hogar. Tras una reiterada convocatoria
a la unidad, a la coordinación y a la unión de esfuerzos,
el Presidente advirtió que no hay división de competencias
que justifique la inacción de la autoridad ante quienes torturan
por igual al secuestrado y a su familia.
''Si no reforzamos nuestro trabajo en equipo, de nada
valdrán nuestros compromisos; los recursos financieros canalizados
en la lucha contra el crimen serán tan eficaces como sea nuestra
capacidad de trabajar coordinados y con unidad de propósito'', insistió.
Fox llamó a ''reconsiderar'' las tácticas
en la lucha contra la impunidad y a ''cerrar filas'', ya que a pesar de
que se han registrado avances ''significativos'' éstos son insuficientes.
Anunció que en 30 días quienes integran este consejo acordarán
varias medidas que asumirán los distintos órdenes de gobierno
y que constituirán el acuerdo nacional para la seguridad pública,
además de asegurar que se analizará cada una de las propuestas
y demandas que plantearon gobernadores y organizaciones de la sociedad
civil.
Los alcaldes quieren el dinero para comprar suburban a sus esposas, acusa Pablo Salazar
ROSA ELVIRA VARGAS, GUSTAVO CASTILLO Y CIRO PEREZ
Los mil millones de pesos que anunció ayer con gran alarde el presidente Vicente Fox como recursos adicionales para la lucha contra el crimen, se convirtieron de inmediato en la manzana de la discordia que llevó al enfrentamiento de gobernadores y alcaldes. Los primeros exigen disponer directamente de esos recursos y, al mismo tiempo, rechazan que algún centavo de ese fondo corresponda a las arcas municipales.
De ese modo, y mientras en el discurso todo era un llamado a la unidad y la coordinación de esfuerzos, los alcaldes de Jalapa, Reynaldo Escobar, y de Ciudad Nezahualcóyotl, Luis Sánchez, denunciaron que durante la decimoquinta sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública se les restringió el uso de la palabra y toda posibilidad de disponer de más dinero para combatir la delincuencia. De plano, dijeron, hubo hasta quien los regañó.
Pablo Salazar Mendiguchía, gobernador de Chiapas, incluso señaló que los munícipes no deben tener acceso a esos recursos, porque ''los utilizan para comprar suburban para ellos y sus esposas''.
A pesar de que el propio jefe del Ejecutivo había propuesto que parte de ese dinero vaya directamente al fortalecimiento de la policía municipal, ''para no dejar debilitado este eslabón de la cadena'', los gobernadores no transigieron. Así, el tabasqueño Manuel Andrade de entrada puso a los ayuntamientos como ricos, pues reciben -dijo- tres veces más dinero que el Estado, vía el ramo 33. Y esas transferencias son utilizadas -acusó el priísta- para pago de deuda y gasto corriente, ''sin que haya manera de garantizar que lo inviertan efectivamente para la operación en materia de seguridad'', por lo que propuso que sean los gobiernos estatales los que compren el equipo y el armamento para luego transferirlos a los municipios.
Sin embargo, no fueron ellos los únicos decepcionados del encuentro con el presidente Fox en el Campo Marte. Más allá de la pésima organización estuvo también el mal sabor de boca que quedó en casi todos los gobernadores. Más de un mandatario local dijo que este foro se armó sólo para que el Presidente se ''lavara la cara'' ante la reclamante opinión pública.
Y es que en realidad no hubo acuerdos, tampoco se definieron políticas generales o los ansiados consensos para reducir en 60 días los delitos en el país, como ofreció el jefe del Ejecutivo luego de la marcha del pasado 27 de junio. En todo caso, lo que sí resultó evidente fue el disenso.
Primero, porque se convocó sin agenda previa de discusión; luego, estuvo el tema del dinero, anunciado con gran alborozo por el titular del Ejecutivo, y que en realidad representa apenas una restitución parcial de los fondos que, desde el inicio de este sexenio, anualmente se recorta a los presupuestos estatales y que ya suman 2 mil 500 millones de pesos, como lo hizo saber el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, a quien secundó el tlaxcalteca Alfonso Sánchez Anaya.
Ejemplos sobran. En Sinaloa, mientras en 2001 disponían de 236.3 millones de pesos para labores de seguridad pública, en 2004 ese monto apenas llegó a 104.7 millones. Ocurre en todas las entidades.
Pero tampoco ocultaron su escepticismo, pues aunque el presidente Fox se comprometió ayer a duplicar los recursos para seguridad el próximo año, advirtieron que aún falta que el Congreso apruebe esta propuesta.
Otros desacuerdos palpables tienen que ver con las reformas que propone el Ejecutivo federal sobre seguridad pública y justicia penal. Aquí se rechazan, casi sin excepción, los juicios orales, la creación de una policía nacional y la de una secretaría del interior.
Para más de uno este encuentro dejó muchas dudas y preocupaciones. Por ello, varios procuradores de Justicia -todos de entidades que gobierna el PRI- se reunieron después de la sesión del consejo para compartir puntos de vista y establecer estrategias comunes.
Porque más allá de que es la primera vez en casi cuatro años que se convoca a una reunión nacional sobre seguridad, pese a que siempre se ha dicho que el tema es prioritario, destacó que por encima de los propios alcaldes, los procuradores de Justicia y los secretarios estatales de seguridad pública, sí se dio la voz a los representantes de la sociedad civil en la persona de María Elena Morera de Galindo, de México Unido contra la Delincuencia, quien demandó el cumplimiento a sus exigencias, como ejecutar de inmediato las órdenes de aprehensión libradas por secuestro, robo y homicidio.
Por cuanto a la convención nacional de seguridad planteada en la Conferencia Nacional de Gobernadores, ''está descartada'', afirmó el mandatario de Morelos, Sergio Estrada Cajigal, ya que de establecerse se duplicarían funciones.
Un rencuentro sin saludo
Con todo, la expectativa en este encuentro estuvo ubicada en dos personajes: el presidente Vicente Fox y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quienes se rencontraron por fin más por necesidad que por gusto, después de varios meses de encono en los que incluso el primero se negó a concederle audiencia.
Todas las versiones coinciden en que no se saludaron ni tuvieron el menor contacto. El jefe de Gobierno se limitó a escuchar las propuestas.
También fue notoria la ausencia de gobernadores como el de Zacatecas, Ricardo Monreal, quien debió atender problemas poselectorales; Eduardo Bours, de Sonora, y Leonel Cota, de Baja California Sur.
Aunque algunos aseguran que el presidente Vicente Fox no está facultado para ello, pues asiste al consejo como invitado, convocó a una nueva reunión en un plazo de 30 días para rendir cuentas de todo lo que se planteó y presentar, entonces sí, el programa integral de prevención y seguridad, y asumir el compromiso, nuevamente, "de hacerlo juntos y en equipo".