México D.F. Martes 20 de julio de 2004
Gustavo Leal F.*
No, no tratan de salvar la seguridad social
La iniciativa de reforma a los artículos 277 d y 286 k de la Ley del IMSS, presentada por el priísta Manlio Fabio Beltrones el pasado 14 de julio, cuyo precipitado dictamen fue aprobado por la Comisión de Hacienda sólo 48 horas después -con 14 votos a favor, uno en contra y la sospechosa ausencia de los perredistas Dolores Padierna, Javier Salinas y Emilio Zebadúa-, muestra que como Santiago Levy ya había perdido la discusión "técnica" sobre su apocalíptico diagnóstico "financiero", el foxismo optó por patear el tablero y secuestrar de tajo un prometedor debate social que empezaba a fincar responsabilidades precisas sobre aquellos que han tomado las decisiones.
Frente al estrepitoso derrumbe de las "tesis" del "financiero" Levy, el gobierno del "cambio" no dudó un instante y abortó un aprendizaje que enriquecía a la opinión pública, a los actores de la arena de la política pública y a la sociedad toda.
La penosa alianza PRI-PAN-PVEM-Convergencia que asestó ese golpe autoritario confirma que la iniciativa pretende encubrir la incompetencia técnico-política de Zedillo, Téllez, Martínez y Borrego, autores de la nueva ley de 1995. Con Levy a la cabeza, los tecnócratas del foxismo encubren a los del tardopriísmo. Más que buscar soluciones para la seguridad social, el PRI y su vergonzosa alianza sólo buscan cubrirles la espalda.
Lo perdido por Levy y su Consejo Técnico a modo era, justamente, la calidad técnica de sus explicaciones "financieras". El debate probó que en el fondo de la situación del IMSS pesa decisivamente esa ley Zedillo, que ha descapitalizado sus arcas. Aunque también pesa la incapacidad de los directores para ajustar cuotas obrero-patronales y evitar su elusión y evasión.
Ni Borrego ni Levy han exigido al gobierno federal que cumpla con el adeudo de casi 55 mil millones de pesos por prestaciones en especie del seguro de enfermedad y maternidad (pendientes desde la entrada en vigor de la ley Zedillo), mientras las "reformas" impuestas por Levy en 2001 (que obligan al instituto a constituir reservas), ya han retirado de la operación la friolera de 35 mil millones de pesos. ƑQué "empresa" resistiría tal "inteligencia" tecnocrática que, sólo en estos dos conceptos, suma 90 mil millones de pesos?
De cara a los resultados de esta "modernización" priísta, el empeño de Levy por culpar al régimen de jubilaciones y pensiones de sus trabajadores semeja una delgada gota de agua en piedra ardiente. La propia iniciativa Beltrones sostiene que su costo alcanzará 21 mil millones de pesos en 2004. A esta fracasada "modernización" priísta habrá ahora que agregar los impactos de la iniciativa Beltrones.
Como sucedió con las derrotadas reformas fiscales de Fox, tampoco Levy ha explicado cómo empleará los recursos que pretende arrebatar a los trabajadores de nuevo ingreso. A pesar de que lleva casi cuatro años cobrando 213 mil pesos mensuales, no ha diseñado una sola política de mejora para la columna vertebral del IMSS: la atención médica. Los servicios están mucho peor que los que heredó de Zedillo. ƑPara qué quiere recursos?
Cacareando el inútil proceso de mejora de la medicina familiar que le recomendó el Banco Mundial -y al igual que Frenk en la Ssa y González Roaro en el ISSSTE-, mientras el instituto se debate en la completa ausencia de adecuadas políticas clínicas para la atención de los daños médicos de que debe hacerse cargo, Levy se ufana de haber entregado más de 5 millones de cartillas de salud (Prevenimss) y haber otorgado el componente salud del Programa Asistencial de Desarrollo Humano Oportunidades (paquete básico) a 275 mil familias.
Y sin embargo, en las manos de sus médicos y enfermeras el IMSS resiste. Es claro que en el marco de un gobierno responsable, su noble labor luciría de muy otra manera.
Además, la iniciativa Beltrones no resuelve absolutamente nada, aunque sí sacrifica a los mexicanos del futuro. Más allá de los servicios que el golpe brinda a la controversial ley Abascal en materia de contratación colectiva y más allá de las componendas de corto plazo entre los partidos que se prestaron a presentar al Congreso esta "mierda" (De Buen dixit), es claro que la factura política del golpe a los que sostienen al IMSS y a las conquistas laborales de los trabajadores mexicanos deberá ser asumida enteramente por el PRI de Roberto Madrazo.
Ese PRI deberá enfrentar ahora no sólo las inminentes movilizaciones de los trabajadores del IMSS, sino también la penalización directa sobre su oferta electoral para 2006. Fue ese mismo PRI el que votó con Zedillo-De la Fuente las instituciones de seguros especializadas en salud (ISES) y con Fox-Frenk el fraudulento seguro popular. ƑCon qué cara se presentará a la elección de 2006?
Como en el caso del Fobaproa-IPAB, confiemos en que el nuevo gobierno que brote de los comicios de 2006 también audite integralmente al IMSS del PRI-Fox, para que entonces se inicie la política de salud y seguridad social que se merece el México del siglo XXI. * Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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