México D.F. Martes 20 de julio de 2004
Banco Mundial
En sobornos, más de un billón de dólares al año en todo el mundo
ISRAEL RODRIGUEZ
Más de un billón de dólares se paga cada año en sobornos en todo el mundo, tanto en países ricos como en los llamados en vías de desarrollo, sin considerar la malversación de fondos ni el robo de bienes públicos. Esta cifra, calculada utilizando datos económicos de 2001-2002, contrasta con la magnitud estimada de la economía mundial, que en esos años se cifraba en 30 billones de dólares, según revela un estudio reciente del Instituto del Banco Mundial (BM).
Daniel Kaufmann, director de Gobernabilidad del mencionado instituto, reconoce que es sumamente difícil evaluar la magnitud mundial de la malversación de fondos públicos, "pero sí sabemos que en muchos casos se trata de un problema realmente grave".
Por ejemplo, se estima que el ex líder indonesio Suharto desfalcó entre 15 y 35 mil millones de dólares, mientras que Ferdinand Marcos, en Filipinas; Mobutu, en Zaire, y Abacha, en Nigeria, pueden haber malversado hasta 5 mil millones de dólares cada uno.
Kaufmann observa que el cálculo de los montos totales de las transacciones ilegales no es más que parte del costo total de la corrupción, que constituye un obstáculo importante para reducir la pobreza, la desigualdad y la mortalidad infantil en las economías emergentes.
Los beneficios de combatir la corrupción
El análisis del BM indica que los ingresos nacionales en los países que combaten la corrupción y mejoran el imperio de la ley pueden aumentar hasta cuatro veces a largo plazo y que la mortalidad infantil puede disminuir hasta 75 por ciento. "Hemos comprobado lo que denominamos 'el dividendo del 400 por ciento' que reporta la gobernabilidad", señala Kaufmann.
Países como Botswana, Chile, Costa Rica y Eslovenia, que han reducido la corrupción a niveles comparables a los de muchos países industrializados ricos, ponen en tela de juicio la idea muy generalizada de que una nación debe hacerse próspera para poder combatir la corrupción.
Investigaciones en las que se utiliza una amplia base de datos sobre gobernabilidad de 200 países demuestran, de hecho, que al mejorar la gestión de los asuntos públicos, el imperio de la ley y el control de la corrupción se eleva el ingreso nacional per cápita.
Muchos éxitos a nivel de proyectos ilustran también lo que es factible, tales como la "libreta de calificaciones" que preparan los ciudadanos en Bangalore, India, cuyo resultado ha sido un aumento en el grado de satisfacción de la ciudadanía con los organismos locales y una disminución de la corrupción; o los estudios de seguimiento del gasto público en Uganda, que permitieron reducir las fugas presupuestarias en las escuelas locales.
Según Kaufmann, dada la "preocupante realidad" de la magnitud de la corrupción internacional, tal vez habría que reflexionar de nuevo sobre cómo encararla. Entre las cuestiones claves se cuentan las siguientes: ver la corrupción en el contexto de la gestión de los asuntos públicos y el cambio institucional.
Es vital promover el imperio de la ley, la protección de los derechos de propiedad, la libertad de prensa, la competencia en el ámbito político y la transparencia en general. También son decisivos los mecanismos que permiten a los ciudadanos expresar su opinión de manera eficaz.
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