México D.F. Martes 20 de julio de 2004
El gobierno de ese país conoce la situación
pero nada hace para frenarla, asegura
Denuncia AI violencia sexual de milicias árabes
contra niñas y ancianas en Sudán
Hasta 30 mil personas han muerto en Darfur y más
de un millón han sido desplazadas
REUTERS
Beirut, 19 de julio. Milicias árabes están
violando y secuestrando a niñas y ancianas en la remota región
sudanesa de Darfur, matándolas, torturándolas o usándolas
sistemáticamente como esclavas sexuales, denunció este lunes
Amnistía Internacional (AI) en un informe.
Las milicias conocidas como Janjaweed, que grupos de derechos
humanos aseguran están respaldadas por el gobierno sudanés,
se han estado enfrentando a los rebeldes en Darfur, en el oeste del país,
desde el año pasado, desencadenando según la Organización
de Naciones Unidas (ONU) una de las peores crisis humanitarias del mundo.
"Cuando
intentamos escapar dispararon contra más niños", declaró
a investigadores de AI una mujer identificada sólo como "A".
"Violaron a mujeres, vi muchos casos de Janjaweed atacando
a mujeres y niñas. Están contentos mientras lo hacen. Cantan
cuando violan y nos dicen que sólo somos esclavas y que pueden hacer
con nosotras lo que quieran", añadió AI.
Hasta 30 mil personas han muerto en Darfur y más
de un millón han sido desplazadas, con sus casas siendo bombar-deadas
por aviones del gobierno y sus cosechas robadas.
En un informe llamado La violación como arma
de guerra, AI describe actos de violencia sexual contra mujeres que
afirma suceden a una escala masiva. Pollyanna Tuscott, coordinadora de
AI para la crisis de Darfur, al presentar el informe en conferencia de
prensa en Beirut, señaló que los atacantes saben muy bien
lo que una violación significa en su cultura: estigma y marginación
de las víctimas por parte de sus propias familias y comunidades.
"Soldados del ejército del gobierno de Sudán
están presentes durante los ataques de los Janjaweed y cuando se
cometen las violaciones, pero el gobierno de Sudán no ha hecho nada
hasta ahora para detenerlos", señaló el investigador de AI,
Benedicte Goderiaux.
La embajada sudanesa en Beirut expresó en un comunicado
que el informe de AI pretende difamar al gobierno, falseando la cultura
árabe y enfrentando a grupos étnicos de Sudán.
Estas "violaciones generalizadas constituyen crímenes
de guerra y contra la humanidad", según AI, que pidió una
investigación urgente al respecto así como el desarme de
las milicias y el juicio para los agresores.
"Hay claramente una cadena de mando entre el gobierno
de Sudán y las Janjaweed, y si bien no hay pruebas que las autoridades
animen a las milicias a cometer las violaciones, es evidente que saben
lo que pasa", indicó por su parte, Erwin Van der Borght, subdirector
del departamento africano de AI.
El informe está basado en entrevistas que AI realizó
a más de 400 refugiadas sudanesas en noviembre de 2003 y mayo pasado
en los campos de refugiados situados en Chad. La organización visitó
Darfur en enero de 2003, antes del inicio del conflicto, cuando por primera
vez en 13 años sus investigadores consiguieron visados, pero desde
entonces no ha podido obtener de las autoridades un permiso para volver
a la región.
El conflicto en Darfur comenzó en febrero de 2003,
cuando el Movimiento por la Justicia y la Igualdad (MJI) y el Movimiento
de Liberación de Sudán (MLS) se sublevaron contra el ejército
sudanés y sus aliadas, las milicias árabes Janjaweed, en
protesta por lo que consideran una "política de marginación"
por parte de Jartum.
|