México D.F. Martes 20 de julio de 2004
Decisión de una juez federal en favor
de los campesinos mexiquenses, el detonante
Reavivan conflicto en Xalatlaco
Bloquean comuneros del DF por seis horas la carretera
México-Cuernavaca La delegación Tlalpan responsabiliza
a Gobernación Queman los del Ajusco dos cabañas y tres
vehículos
MIRNA SERVIN , ALFREDO MENDEZ, CIRO PEREZ E ISRAEL
DAVILA
Luego de casi dos meses de calma, ayer se reavivó
la amenaza de un conflicto armado por la posesión del paraje de
Agua Grande entre pobladores de Xalatlaco, estado de México, y comuneros
de San Miguel y Santo Tomás de Ajusco, de la delegación Tlalpan
del Distrito Federal, luego de que una juez otorgara a los xalatlaquenses
una suspensión provisional para volver a construir sus cabañas
en este lugar, sin que la policía pudiera intervenir y sin que se
haya definido la situación legal definitiva del predio en disputa.
El resultado de tal decisión fue un bloqueo de
protesta por los comuneros de Tlalpan por más de seis horas en las
principales vías de acceso y de salida hacia Cuernavaca, lo que
provocó que se formaran largas hileras de autos parados y conflictos
viales en el sur de la ciudad de México.
Además, a cada minuto de ayer se mantenía
latente la amenaza de un enfrentamiento con machetes, escopetas, piedras
y ramas de árboles entre los pobladores de ambas entidades, luego
de que las mesas de diálogo con representantes de la Secretaría
de Gobernación, que se instalaron por la tarde, no lograron que
los comuneros de Tlalpan desistieran de su intención de recuperar
por sus propias manos la tierra en litigio, lo que ocasionó una
fuerte movilización policiaca de más de 500 policías
preventivos (la mayoría del Distrito Federal, aunque también
hubo efectivos federales y mexiquenses), retenes y barricadas para impedir
su paso hacia la zona.
El jefe delegacional de Tlalpan, Eliseo Moyao Morales,
responsabilizó del conflicto a la Secretaría de Gobernación,
(por no haber asumido la responsabilidad debida, como instancia federal,
para garantizar la paz social en el país".
Por ello, instó a la dependencia a cumplir el compromiso
adquirido previamente, de "garantizar la vigilancia para que la situación
se mantuviera estable, sin que nadie pudiera ingresar a realizar labores
en esos predios".
El origen
La
disputa por las mil 509 hectáreas volvió a encenderse debido
a la suspensión provisional emitida por la juez federal María
Alejandra de León González, titular del juzgado tercero de
distrito en materia administrativa, misma que permitió a los comuneros
del municipio mexiquense que iniciaran la reconstrucción de 27 cabañas
en el predio de Agua Grande, ubicado en los límites del Distrito
Federal y el estado de México.
En la mañana, un centenar de efectivos de la Policía
Montada y granaderos de la Secretar:a de Seguridad P;ublica del DF se apostó
en el paraje conocido como La Cantimplora, a siete kilómetros de
la zona de conflicto, mientrtas otro n:umero similar de uniformados de
la Dirección de Seguridad Pública del estado de México
tuvo que ser movilizado a La Placa, a cinco kilómetros del predio
en disputa. Por su parte, los habitantes de Tlalpan acusaron a las autoridades
de no actuar antes e impedir la toma del paraje, a pesar de las denuncias
hechas.
Desde la tarde del domingo, los vecinos de Xalatlaco llegaron
a Agua Grande para realizar trabajos de limpieza y este lunes iniciar la
reconstrucción de sus cabañas, destruidas el 9 de julio del
año pasado por la policía capitalina, durante un desalojo
encabezado por personal de la Comisión de Recursos Naturales (Corena).
Fernando Mejía, integrante del comisariado de bienes comunales de
Xalatlaco, manifestó que con fecha 6 de julio, la juez tercera de
distrito en materia administrativa, Maria Alejandra de León González,
emitió un acuerdo por el que se instruye a los secretarios de Seguridad
Pública federal, Alejandro Gertz Manero, y del Distrito Federal,
Marcelo Ebrard Casaubón, "acaten la suspensión de pleno decretada
por este órgano jurisdiccional", para que "no se prive a la comunidad
indígena de Xalatlaco de la propiedad y posesión de los bienes
agrarios" ubicados en los límites del Distrito Federal y el estado
de México.
La autoridad no puede intervenir, dijo, ya que si nos
detienen caen en desacato de una orden judicial y esto podría provocar
la destitución de los responsables de quienes representan a estas
corporaciones policiales.
Media hora después del arribo de los comuneros
mexiquenses a Agua Grande, una camioneta pick up blanca, sin placas,
se acercó al predio en disputa y se efectuaron tres disparos al
aire, lo que dio pie a que los xalatlaquenses tomaran sus herramientas
de trabajo y accionaran sus escopetas para defenderse.
Minutos después, en el pueblo de Xalatlaco se informó
de lo acontecido y se pidió a la población estar atenta ante
una posible agresión.
Enterados de la nueva situación, desde hora temprana
y en respuesta los campesinos del Ajusco instalaron retenes en la carretera
que une a ambas comunidades, impidiendo el paso a toda persona ajena a
la zona y advirtieron a las autoridades que cerrarían la carretera
México-Cuernavaca si no intervenía para sacar a los mexiquenses
de Agua Grande. Al mediodía la amenaza se cumplió.
Pero no fue el único lugar bloqueado por los habitantes
del Ajusco, ya que otro grupo impidió la circulación en la
avenida Insurgentes Sur, en ambos sentidos. A las seis de la tarde la circulación
fue abierta "bajo protesta", ya que los habitantes de San Miguel y Santo
Tomás Ajusco dijeron que se retiraban "por respeto a la ciudadanía",
pero que serían ellos los que con sus propias manos recuperarían
el predio.
Alrededor de las nueve de la noche comuneros del Ajusco
traspasaron los retenes instalados por la policía preventiva y lograron
incendiar dos cabañas que fueron construidas por los xalatlaquenses.
Asimismo, incendiaron una patrulla de la policía preventiva, una
ambulancia y un auto particular.
Cerca de las once de la noche se retiraron a sus comunidades
quedando solamente elementos de la Policía Federal Preventiva y
unos 150 granaderos de la SSP.
La Secretaría de Gobernación acordó
con autoridades de la delegación Tlalpan y del estado de México
integrar mesas de trabajo para que a partir de hoy se busque una salida
al conflicto, en principio con los habitantes del Ajusco, y mañana
con los habitantes de Xalatlaco, a efecto de analizar los problemas que
enfrentan y buscar la mejor salida para ambos grupos.
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