ASTILLERO

Julio Hernández López

La carpa trágica

La política, entre el ridículo y el drama
Lo que importa: LaVolpe y la selección
El Tiempo, Cancún y Provida

TODO ES DRAMA en lo que los actores siguen creyendo que es circo: Atenco II o La Evolución de los Machetes; ejidatarios urbanos que se topan una y otra vez con la testarudez improductiva de autoridades que juegan a echarse la bolita unas a otras sin poner freno a las escopetas activadas y al incendio de vehículos en la seca pradera nacional donde hoy pelean, sin árbitro, Ajusco contra Xalatlaco. Un Presidente cuatro años maniatado por sí mismo y por sus amores sin rienda, que lanza a la nación la advertencia de los riesgos que se podrían correr si en materia de presupuesto él sigue con nudos de soga en las muñecas (de los brazos). Y la tragedia del Seguro Social, de las pensiones y las prestaciones de los trabajadores, que las visiones parciales pretenden dejar solamente en el terreno de los privilegios sindicales de unos cuantos, tratando de centrar allí, en los árboles del frente, el análisis de la manera como el Estado mexicano despilfarró entre corrupción e ineficiencia las reservas económicas que debería haber hecho para sostener el aparato de seguridad social.

PERO HOY NO pareciera haber asunto de más importancia que el destino de Ricardo Antonio LaVolpe, el director técnico de la selección mexicana de futbol, ni análisis más urgente que el de las fallas habidas en el encuentro desastroso contra la selección juvenil de Brasil. Las televisoras y los principales diarios deportivos toman posiciones a favor y en contra del argentino de mal genio que gusta de amagar con renunciar a su cargo (así lo hizo cuando menos ocho veces en el Atlas) cada vez que las cosas le van mal. Y del otro lado, del de sus detractores, aparecen Hugo Sánchez y el comité de campaña de Juan Ramón de la Fuente, que creen que así como pudieron capitalizar el campeonato de los Pumas a favor de la presunta "candidatura ciudadana" del rector dejado por Ernesto Zedillo en la UNAM, podrían ahora desplegar banderas nacionalistas impulsando al pentapichichi para que ocupe el lugar del argentino LaVolpe, al que se quiere culpar de las taras históricas de un futbol dizque mexicano que ha sido simple negocio de grandes consorcios, lavandería de dinero (como lo muestran los casos de los desaparecidos Irapuato y Querétaro, pero no sólo esos), trampolín político y paraíso para jugadores y promotores extranjeros.

DE COLOMBIA (JUSTAMENTE de donde han venido capitales y capos al balompié "mexicano") llegan las conmovedoras aclaraciones hechas en las páginas del diario El Tiempo por el jefe de prensa de la oficina de la señora Marta, quien asegura que no hay tráfico de personal entre la fundación Vamos México y la Presidencia de la República (jua, jua, jua) y que las funciones y los sueldos de quienes trabajan al servicio de la Doña "están claramente establecidos y autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y vigilados por la Secretaría de la Función Pública" (juar, juarar, juarjuar). Agrega el guionista cómico de apellido Monjaraz que "es falso que la señora Fox realice viajes personales de campaña pagados por Presidencia", pues "las giras de trabajo donde acompaña a su esposo, o en las que es invitada a algún evento, responden a su labor a favor de grupos vulnerables y a la atención de asuntos específicos que el Presidente encomienda". Tarde ha aparecido, sin embargo, el formal reclamo, pues la nota intitulada "Martita: candidatura en líos", bajo la firma de Mariela Gómez, había aparecido el 21 de junio, pero hasta ayer el rotativo bogotano publicó las explicaciones hechas desde la oficina de la Presidencia de la República de Ibamos México.

EN CANCUN SIGUE mientras tanto el ajuste de cuentas del gobernador de Quintana Roo peleado con su rival en asuntos de negocios y de ambiciones políticas, el tal Chacho García Zalvidea que desde las arcas municipales construía aspiraciones de ser el próximo administrador constitucional de las transas estatales y no sólo de las cancunenses. Chacho que es hermano de San Fernando Lavador, todo un personaje enredado en historias de dineros blanqueados y negocios oscuros. Chacho que ahora se asume como mártir de la democracia, sacrificado por su antiguo cómplice Joaquín Hendricks. (En Tlaxcala continúa por su parte la muy mala telenovela rosada de la esposita que quiere continuar el trabajo de su maridito mártir).

MAS, SIN EMBARGO, ha de confesar este tecleador que ahora sí ya no tiene esperanza alguna de que mejoren las cosas en México. Durísimo ha sido el golpe de saber que los mismísimos próceres de Provida han sucumbido a la tentación nacional de meter mano (šoh!) en los dineros públicos. Treinta milloncillos de pesos puestos como piedra de tropiezo por el también pecador San Luis de Malos Pazos, el dizque economista ultraderechoso que en cuanto le han puesto al alcance cargos y súper sueldos se ha olvidado de todos los batidillos que recetaba como fórmulas instantáneas de salvación nacional. Treinta melones (šotra vez oh!) que los falsamente santurrones hijos de su provida gastaban, por ejemplo, en tangas (šoh al cubo!: con b, no con l), acaso buscando agotar las existencias de prendas pecaminosas para que no hubiera material maligno al alcance de las mujeres preservadas así en el uso de bombachas nada seductoras. šAh, los caminos del Señor son inescrutables! Pero aun cuando hubiera explicación para la compra de joyas, plumas Mont Blanc y trajes de varón a cuenta de campañas contra el sida entre mujeres, y aun cuando un milagro volviera válidas las facturas adulteradas, y creíbles los gastos delictivamente mal comprobados, el persignado autor de estas líneas torcidas no puede dejar de sentirse triste al comprobar que incluso héroes cívicos de la talla de Jorge Serrano Limón estén metidos en estos cochineros. šQuién pronunciará ahora encendidos sermones de moralidad ante los mexicanos! šQuién sostendrá en lo alto la antorcha de las virtudes y las buenas costumbres! šOh y más oh!

Fax: 56 05 20 99 [email protected]