México D.F. Miércoles 21 de julio de 2004
Abogados de Coparmex elaboraron la iniciativa,
afirman Alcalde y De Buen
Solicitarán sindicalizados un amparo contra
la reforma a la Ley del IMSS
En caso necesario, presentarán controversia constitucional
ante la SCJN: Vega Galina
La posición del SNTSS no es chantaje, responde
el secretario general a Creel Miranda
PATRICIA MUÑOZ, ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE
MENDEZ
Frente
al embate gubernamental contra los empleados del Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), con el cual pretende, por la vía legislativa,
atacar el contrato colectivo de trabajo, el dirigente del Sindicato Nacional
de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Roberto Vega Galina, anunció
ayer que recurrirán al amparo de la justicia federal contra la iniciativa
para reformar la Ley del IMSS, e incluso, en caso de que sea necesario,
interpondrán un recurso de controversia constitucional ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
Vega Galina ofreció ayer una conferencia de prensa
conjunta con los asesores jurídicos del SNTSS, Néstor de
Buen y Arturo Alcalde Justiniani, quienes afirmaron que ya se descubrió
la verdadera autoría de la iniciativa de reforma, que fue elaborada
por los asesores legales de la Confederación Patronal de la República
Mexicana (Coparmex) por encargo de la administración del IMSS.
"Fue el Seguro Social quien encargó la elaboración
de este proyecto al despacho legal de la Coparmex, e intervino Tomás
Natividad Sánchez, defensor de los empresarios, en la creación
de esta iniciativa (de ley), la cual es inconstitucional a todas luces",
aseveró Alcalde Justiniani.
Cabe destacar que el despacho legal Natividad y Asociados
es, desde hace varias décadas, representante de los patrones ante
instancias como la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos,
y brinda asesoría legal a la Coparmex ante las instancias oficiales
y en donde hay representación tripartita.
En el ámbito laboral, el bufete Natividad y Asociados
es conocido por su "línea dura" contra los trabajadores. De ese
despacho salió la iniciativa para reformar la Ley del IMSS, apuntó
el abogado laboral.
A su vez, Vega Galina respondió al titular de la
Secretaría de Gobernación, Santiago Creel Miranda, que las
posturas del sindicato que él representa "no son chantajes", porque
están basadas en la legalidad y en lo que la ley y el contrato colectivo
marcan, por lo que esperará hasta octubre, cuando se lleve al cabo
la revisión salarial, para presentar el emplazamiento a huelga,
que es un derecho sindical. También recordó a Creel que el
gobierno es el que está en la ilegalidad al violentar los derechos
de los trabajadores.
Y le recomendó consultar cualquier libro de derecho,
ya que todos dicen que lo fundamental es respetar las leyes vigentes.
El dirigente del SNTSS manifestó que todo indica
que existe una "consigna" contra el sindicato, porque incluso la semana
pasada, en la Conferencia Nacional de Gobernadores, todos los sectores
"firmaron un gran acuerdo" en el que se planteó que el tema de las
pensiones es "nacional", es un asunto de Estado y como tal debería
ser tratado.
Sin embargo, agregó, al día siguiente se
presentó la iniciativa impulsada por la dirección del IMSS
y la clase empresarial, la cual, además, "no va a resolver nada".
En tanto, Néstor de Buen y Arturo Alcalde advirtieron
que, absurdamente, el gobierno está llevando el asunto al camino
del litigio y ha despreciado la conciliación. Los abogados laborales,
acompañados por los especialistas Héctor Barba y Alfonso
Bouzas, participaron en un foro organizado por la fracción parlamentaria
del Partido de la Revolución Democrática en el Palacio Legislativo
de San Lázaro. Ahí, el presidente de la Comisión de
Seguridad Social de la Cámara de Diputados, el perredista Miguel
Alonso Raya, coincidió con los especialistas en que "la reforma
afecta el contrato colectivo de trabajo" del SNTSS, por lo que es inconstitucional
y por esta razón pueden solicitar un amparo a escala "de organización
o los trabajadores en lo individual".
A esa postura se sumaron los legisladores Pablo Gómez,
Francisco Carrillo, Agustín Rodríguez y Clara Brugada, quienes
propusieron "tres acciones jurídicas y políticas" que se
podrían llevar al cabo: primera, que los diputados promuevan una
acción de inconstitucionalidad, lo que implica conjuntar a 33 por
ciento de los legisladores, la cual se presentará en caso de que
avance la propuesta de reforma. Segunda, que el sindicato solicite un amparo,
porque se estaría violando el contrato colectivo, y promueva una
huelga; y tercera, realizar una "huelga por solidaridad", que legalmente
estaría autorizada, "porque si se permite que pase la reforma en
el IMSS se crearían precedentes para que las conquistas de otras
organizaciones de trabajadores se vinieran abajo".
El abogado Néstor de Buen desaprobó de nueva
cuenta el dictamen avalado en comisiones, porque "viola una serie de derechos
de los trabajadores del IMSS y atribuye al sindicato y al régimen
de jubilaciones y pensiones (RJP) las culpas del empobrecimiento del instituto",
cuando no es así; el IMSS está en esa situación porque
lo han llevado al empobrecimiento, le han quitado todo el dinero al régimen
de pensiones y lo destinan a financiar al Estado a través de las
Afore.
"Los cálculos que han hecho expertos demuestran
que no hay una situación de crisis derivada del RJP y, consecuentemente,
no es la causa del empobrecimiento del IMSS. Se pretende acabar con el
contrato colectivo de trabajo, que es un buen contrato, y, obviamente,
tratan de echarle la culpa de todos los males del IMSS. Los trabajadores
tienen derechos de todo tipo, como el de huelga, eso es innegable, mientras
el Congreso federal no tiene derecho a cambiar un contrato colectivo. El
amparo podría revocar la petición de modificar la ley", aseguró.
Convocan a jornada de resistencia
Secciones y corrientes sindicales de empleados públicos, y grupos disidentes de las federaciones del sector, llamaron a los asalariados en general a participar en una jornada de movilización y resistencia, como única vía para frenar las reformas a las leyes de los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Reunidos en el Museo Nacional de Antropología, representantes de diversos grupos sindicales de las secretarías de Educación Pública, Agricultura y Desarrollo Social, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Instituto Politécnico Nacional, entre otras, propusieron recolectar firmas y realizar "brigadas callejeras" para alertar sobre los riesgos de reformar los regímenes de pensiones.
Anunciaron que participarán en la marcha convocada por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social -a realizarse el 23 de julio-, porque "sabemos que si le pegan al IMSS inmediatamente estamos muertos los del ISSSTE".
También informaron sobre la realización de un encuentro nacional de trabajadores en defensa de la soberanía, la seguridad social y la salud pública, programado para el 3 y 4 de septiembre próximo en la Universidad Obrera de México. FABIOLA MARTINEZ GARCIA
Santiago Levy repite argumentos catastrofistas
que usó Genaro Borrego en 1995
La reforma de Zedillo profundizó la crisis financiera
del Seguro Social
JUAN BALBOA
Las
reformas a la Ley del Seguro Social enviada en 1995 por el presidente Ernesto
Zedillo y aprobada por la bancada del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) de manera "inaplazable y urgente", tenía como propósitos
principales salvar del crack financiero al instituto, consolidar
pensiones más dignas y ampliar los elementos redistributivos del
ingreso financieramente sustentables para fomentar el ahorro nacional.
En 1995 con Genaro Borrego Estrada y en 2004 con Santiago
Levy como directores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el
escenario catastrofista que pintan se ha repetido; parece que fue sacado
del mismo texto, sólo que con una diferencia de nueve años:
"De no llevarse a cabo las reformas, dentro de unos tres años, máximo
cuatro, tendríamos una situación francamente difícil
en lo financiero", advirtió en su momento Borrego Estrada, el principal
impulsor de las reformas zedillistas de 1995 y actualmente senador por
el PRI.
El gobierno de Ernesto Zedillo ofreció una "reforma
bondadosa", al grado de que aseguraba que los trabajadores mexicanos podrían
convertirse, de ser aprobadas las propuestas de enmienda presentadas en
noviembre de 1995, en el principal activo de ahorro interno. Vendía
la idea de que cada trabajador tendría en su sistema de pensiones
una aportación real cercana a 17 por ciento del salario de cotización.
Pero aún más, afirmaba que las reformas
ayudarían a transparentar el sistema buscando el ahorro interno,
el cual ayudaría a "la expansión de la economía y
la generación de empleos".
Ofrecía que los recursos del fondo de pensiones
de la institución -estimados en ese momento en 24 mil millones de
nuevos pesos anuales acumulativos- serían distribuidos entre todos
en vez de que se guardaran y permanecieran ociosos o fueran destinados
a otros fines.
En contraste con el discurso catastrofista sobre el futuro
financiero del IMSS, el gobierno del presidente Zedillo hacía gala
de "ser buen administrador" y destacaba que el IMSS era de las pocas instituciones
públicas "que sopesan los efectos de la crisis con un adecuado manejo
de los recursos''.
De acuerdo con los lineamientos hacendarios y las proyecciones
del propio IMSS, sus ingresos durante 1995 ascenderían a 46 mil
572 millones de nuevos pesos, mientras que el gasto general del instituto
era de 43 mil 262 millones. El remanente esperado se ubicaba en 3 mil 310
millones de nuevos pesos, cálculo que se esfumó por los efectos
de la crisis.
Pero no dejaban de ofrecer, si se aprobaban las reformas
a la Ley del Seguro Social, un futuro halagüeño: tanto, decía
Genaro Borrego, entonces director del IMSS, que en ningún momento
se afectarían los derechos de los pensionados. Por el contrario,
agregaba, los trabajadores en retiro "deberían aliarse" a la propuesta
del gobierno, porque la iniciativa buscaba que los nietos de los pensionados
tuvieran una situación mejor, "es decir, que a sus nietos no les
pase lo que a ellos les ha pasado".
El gobierno zedillista insistía en que las reformas
a la Ley del Seguro Social le darían equilibrio financiero al IMSS
y se tendría un incremento en las aportaciones del Estado.
Pero nueve años después nada de esto es
realidad. Con las mismas prisas y argumentos similares, ahora los diputados
priístas, con el apoyo de los panistas, intentan convencer de las
bondades de su iniciativa de ley y, como en 1995, advierten que si no se
aprueba las finanzas del IMSS irán a la quiebra.
El noviembre de 1995, el entonces secretario del Trabajo,
Javier Bonilla, fue tajante al señalar que con las reformas de 1995
el gobierno de Ernesto Zedillo trataba de resolver un problema de viabilidad
financiera, pero que de ninguna manera permitiría que se pusiera
en riesgo el cumplimiento de las obligaciones correspondientes a la institución
porque -en ese caso- habría grandes repercusiones sociales.
El gobierno esperaba que con la reforma, los recursos
que servirían para incrementar el ahorro nacional serían
superiores a los 30 mil millones de nuevos pesos anuales, considerando,
además de los fondos del IMSS, las cuotas para vivienda (Infonavit)
y del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). Con ello, aseguraba, se lograría
la meta de incrementar el ahorro interno, antes de que finalizara esa década,
de 16 a 22 por ciento del producto interno bruto (PIB).
La iniciativa presentada a finales de noviembre de 1995
fue aprobada en comisiones por la mayoría priísta el 5 de
diciembre del mismo año. Ese mismo día la aplanadora del
PRI votó en favor en el pleno de la Cámara de Diputados.
El proyecto enviado por el Ejecutivo federal el 9 de noviembre
fue modificado por los legisladores en 38 de sus 305 artículos y
25 transitorios.
El 10 de diciembre, la Cámara de Senadores la confirmó
como ley, pero antes enmendó una fe de erratas enviada por la propia
Cámara de Diputados.
El Partido de la Revolución Democrática
se opuso en las dos instancias legislativas a la aprobación de las
reformas, pues aseguró que en la Ley del Seguro Social "se impuso
la voluntad del presidente Zedillo y se abrió la posibilidad de
que el IMSS se privatice''.
Las iniciativas de reformas a la Ley del Seguro Social
presentada por el PRI en noviembre de 1995 y julio de 2004 son la misma
historia. Para varios investigadores y especialistas, la crisis que padece
el IMSS se profundizó justo cuando los priístas aprobaron
la reforma hace nueve años.
Niega AN haber negociado impunidad a represores
Descartan senadores priístas reforma del IMSS al vapor
Prevé el PRD "graves consecuencias" si hay albazo
ANDREA BECERRIL, GEORGINA SALDIERNA Y RENATO DAVALOS
El albazo legislativo que pretenden consumar el PRI y el PAN en la Cámara de Diputados en torno al régimen de pensiones y jubilaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puede traer "graves consecuencias sociales" por el carácter arbitrario de una medida de esta naturaleza, advirtió el Comité Ejecutivo Nacional perredista, mientras la dirigencia panista rechazó que haya tenido lugar una negociación entre el gobierno, su partido y el priísmo para aprobar dicha iniciativa a cambio de impunidad para los responsables de la guerra sucia.
Mientras, en el Senado surgieron voces de priístas y perredistas opuestos a una aprobación fast-track de las reformas, como se pretende en la Cámara de Diputados. En la bancada del PRI sólo Genaro Borrego, Netzahualcóyotl de la Vega y Miguel Angel Navarro impulsan el proyecto, que no se ha puesto a discusión interna de esa fracción.
Por ello Oscar Cantón Zetina advirtió que en el Senado no se convocará a un periodo extraordinario hasta no haber hecho una revisión exhaustiva del proyecto de reforma, que incluya el diálogo con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS). "No vamos a legislar al vapor, no nos vamos a dejar llevar por prisas ni por presiones de nadie, incluyendo los diputados de nuestro propio partido".
Los perredistas Elías Moreno Brizuela y Demetrio Sodi de la Tijera dejaron claro que su bancada no va a respaldar una propuesta "tramposa" que pretende golpear al SNTSS y su contrato colectivo, y no resuelve además el problema financiero del Seguro Social, que va mucho más allá de las pensiones de sus trabajadores.
"Es arbitrario que a través de una ley se impida que las pensiones de los trabajadores del IMSS se paguen con las cuotas obrero-patronales. Después legislarán para que tampoco se usen para el pago de los funcionarios o de las enfermeras", recalcó Sodi.
Por su parte, el CEN del PRD destacó: "Todavía no sabemos a cambio de qué el PRI aceptó una modificación legal que transgrede el contrato colectivo de los trabajadores del Seguro Social. Esperemos que ahora que se conozca el informe del fiscal de delitos del pasado, Ignacio Carrillo Prieto, no nos sorprendan con una decisión inesperada", precisó.
Señaló que el gobierno federal y sus legisladores en San Lázaro parecen haber olvidado hasta el diálogo que tanto prometen en los discursos. "Simplemente se abocaron a negociar con los priístas y a pasar por encima de los derechos consagrados de los trabajadores, en una decisión peligrosa por el ambiente político erosionado que vive el país."
La dirigencia panista, por su lado, rechazó haber pactado con el PRI la reforma a cambio de impunidad y resaltó que el fiscal Carrillo Prieto es una persona considerada "intachable e imparcial".
El pago sería para empleados a punto del retiro
"Bono de reconocimiento", nueva propuesta del IMSS
El esquema sustituiría al actual régimen de jubilaciones
FABIOLA MARTINEZ
La dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) propuso al sindicato del organismo el pago de "un bono de reconocimiento" para aquellos empleados a punto del retiro, como vía para sustituir el actual régimen de jubilaciones y pensiones (RJP).
El esquema consiste en que el IMSS solicite al gobierno un préstamo con tasas de interés preferenciales y entregue, a su vez, ese monto a una aseguradora privada, lo que permitiría garantizar la pensión vitalicia de cada trabajador.
La enmienda fue delineada en la mesa oficial de negociación entre el IMSS y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), cuya última sesión ocurrió la noche del lunes. Este gremio calificó la propuesta de "otro camino que pretende probar la dirección del IMSS para finiquitar el RJP", incluido en el actual contrato colectivo de trabajo de los 360 mil empleados en activo afiliados al SNTSS.
Fuentes consultadas presentes en la negociación de alto nivel, en la que invariablemente participan el director general del instituto, Santiago Levy, y el líder gremial, Roberto Vega Galina, así como algún subsecretario del Trabajo, confirmaron que en la discusión se han incluido mecanismos que atañen ya no sólo a reformas al fondo del retiro para los empleados que serán contratados en el futuro, sino también nuevas formas para los trabajadores en activo.
El denominado "bono de reconocimiento" tendría sustento financiero en un préstamo que otorgara el gobierno federal, con un monto tentativo de 342 mil millones de pesos, pagadero a 28 años, que al momento de entregarlo mensualmente a los trabajadores en retiro no generaría impuestos y, en cambio, un interés mínimo -en beneficio del empleado- de 3 por ciento.
El SNTSS no ha dado una respuesta definitiva en torno al particular -"cambiaríamos pesos por centavos", señalaron algunos dirigentes sindicales-, pero podría haber una postura oficial luego de que el IMSS emita una respuesta sobre la reciente propuesta sindical.
La última alternativa que el SNTSS colocó en la mesa de negociación "a modo de hipótesis" refiere el aumento a 35 años de servicio (siete más que el rango actual) y un retiro con una base salarial menor a la vigente, a partir de la reducción del monto de aguinaldo. Con ello, asegura el sindicato, el costo laboral para el IMSS se reduciría 40 por ciento.
Sin embargo, comentaron las fuentes consultadas, tras la presentación de la iniciativa de reforma a la Ley del IMSS, llevada a la tribuna del Congreso de la Unión por diputados priístas (que será votada el próximo martes en periodo extraordinario), "el ambiente en la negociación oficial se tensó porque la iniciativa hizo mucho ruido".
En tanto, agregaron, el director del IMSS se encuentra instalado en la lógica del todo o nada. Es decir, por un lado avala el plan de los legisladores del PRI, apoyados por los diputados del PAN, en el sentido de eliminar la responsabilidad del instituto respecto al retiro de los futuros empleados del IMSS, y ahora busca con los trabajadores en activo trasladar este rubro a una aseguradora privada.
"Considera que es mejor mantener una deuda de largo plazo con el gobierno federal, a partir de una tasa de interés baja, que su obligación de garantizar el pago vitalicio de los jubilados", señalaron integrantes de la mesa de negociación, a quienes se les pide no informar a la prensa detalles de las sesiones.
Exhiben convenios firmados por el líder
sindical y la dirección del instituto
Exigen empleados destitución de Vega Galina
ANGELES CRUZ
Desde el 4 de octubre de 2003, 13 días antes de
que venciera el emplazamiento a huelga por la revisión del contrato
colectivo de trabajo, los representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores
del Seguro Social (SNTSS) acordaron con la dirección del instituto
modificaciones al régimen de jubilaciones y pensiones (RJP), las
cuales son, incluso, diferentes al proyecto que meses atrás promovió
el comité ejecutivo encabezado por Roberto Vega Galina.
Con
la copia del convenio en mano, los trabajadores de la zona metropolitana
de la ciudad de México acusan a Vega Galina de traidor y exigen
su destitución. La petición fue entregada a la Comisión
de Honor y Justicia el pasado 7 de julio y este jueves los empleados realizarán
un mitin en la sede sindical para exigir respuesta a su demanda y la inmediata
destitución del secretario general de ese organismo.
De la copia del acta -en poder de La Jornada- resalta
que aun cuando los trabajadores de nuevo ingreso se rigieran por los lineamientos
de la Ley del Seguro Social, como lo han propuesto las autoridades, para
tener derecho a jubilación o pensión, el IMSS no tendría
garantizada la solvencia financiera para cumplir con sus obligaciones en
su carácter de patrón.
El que se suponía iba a ser el artículo
52 del nuevo RJP plantea que cada año el IMSS tendría que
hacer la valuación del pasivo laboral, y en caso de existir insuficiencia
económica, el instituto tendría que cubrir el faltante en
el año siguiente, mediante la acumulación de reservas, "a
fin de asegurar que el nuevo RJP, con un retraso no mayor a un ejercicio
fiscal, esté siempre fondeado ciento por ciento".
Un viejo reclamo de los jubilados y pensionados del instituto
ha sido que al momento de su salida no recuperaron su dinero acumulado
en el Sistema de Ahorro para el Retiro en el periodo de 1992 a 1997. El
nuevo RJP en cuestión establece en un artículo transitorio
que el SNTSS acuerda con el Seguro Social el uso de esos recursos para
"el financiamiento de las pensiones y jubilaciones" del régimen
vigente.
Los inconformes resaltaron la responsabilidad de Vega
Galina en el actual conflicto que viven los trabajadores con el IMSS, e
incluso de que la situación se haya complicado a tal grado que ahora
la vigencia del RJP sea motivo de discusión legislativa. La aprobación
de la iniciativa de reforma legal promovida por los diputados de PRI y
PAN implica cambios de facto al esquema de retiro de los empleados
del organismo, consideraron.
Afirmaron que la controversia no sólo pone en riesgo
el régimen sino todo el contrato colectivo de trabajo del Seguro
Social y del resto de las dependencias o empresas "que resulten onerosas"
para las autoridades.
Resaltaron la actitud del actual Comité Ejecutivo
Nacional del SNTSS, en particular de Vega Galina, quien durante "todo este
tiempo ha engañado a sus agremiados". En reiteradas ocasiones ha
dicho que no firmaría ningún cambio al RJP sin el consenso
de los trabajadores y serían éstos quienes tuvieran la última
palabra al respecto.
Al parecer, señalaron los trabajadores, Vega Galina
pensó que el proyecto de las autoridades sería aprobado.
Sin embargo, el pasado 12 de marzo la iniciativa fue rechazada durante
el congreso extraordinario efectuado con el único objetivo de discutir
y analizar la posible reforma del esquema de retiro.
Por eso, ahora que tienen en su poder copia del acta firmada
por el SNTSS y el IMSS en la comisión revisora del contrato colectivo
de trabajo, en octubre pasado, "no podemos menos que exigir la destitución
de Vega Galina".
Adjunto a dicho convenio, los inconformes entregaron una
copia de lo que se supone tenía que haber sido el nuevo RJP, el
cual consta de 54 artículos y siete transitorios. Se divide en dos
partes, la primera que cubre a los "trabajadores de base y de confianza
'B' que hayan ingresado al IMSS hasta el 30 de marzo de 2004, así
como a los empleados de confianza 'A' que hayan ingresado hasta el 20 de
diciembre de 2001".
Otra de las diferencias de ese proyecto respecto al que
el CEN del SNTSS promovió entre sus agremiados para que fuese aprobado
en el congreso extraordinario sindical es el monto de las aportaciones
que los trabajadores activos ten-drían que hacer al fondo del RJP.
Plantea, además, las cuotas que los empleados que se pensionen o
jubilen a partir del primero de abril de 2004 tendrían que entregar
al financiamiento del mismo esquema, y que irían de 3 por ciento
en el primer año hasta llegar a 15 por ciento en 2015.
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