México D.F. Miércoles 21 de julio de 2004
Aducen incapacidad de la dependencia para tomar
decisones sobre conflicto en Xalatlaco
Rompen comuneros del Ajusco conversaciones con Gobernación
Impiden policías enfrentamientos en Agua Grande
Acuerda con DF y Edomex reforzar el diálogo
JOSE ANTONIO ROMAN, MIRNA SERVIN Y AGUSTIN SALGADO
La película de las mesas de diálogo fallidas
en la Secretaría de Gobernación (SG) se repitió ayer.
Comuneros de San Miguel y Santo Tomás Ajusco, Distrito
Federal, rompieron ayer el diálogo con funcionarios de esa dependencia
ante la falta de respuesta a su exigencia de enviar a la zona del conflicto
más elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), con
el fin de garantizar el resguardo del predio conocido como paraje Agua
Grande, en disputa con la comunidad mexiquense de Xalatlaco.
Luego de tres horas de conversaciones a puerta cerrada
en las oficinas del Palacio de Cobián, los comuneros se levantaron
de la mesa de negociaciones de manera abrupta y sumamente molestos por
"la incapacidad de la Secretaría de Gobernación", cuyos funcionarios,
a decir de los comuneros, señalaron que "no podían tomar
esa decisión debido a que el secretario de Seguridad Pública,
Alejandro Gertz Manero, se encuentra en Washington".
En
su molestia, Enrique García Peña, representante de los habitantes
de San Miguel y Santo Tomás Ajusco, advirtió que nuevamente
"harán valer la ley con su propia mano" y que si los comuneros de
Xalatlaco "quieren violencia y enfrentamiento, los tendrán".
Parte de los comuneros, enardecidos, advirtieron que tomarían
Agua Grande por la fuerza y se encaminaron hacia el lugar, mientras que
otra parte, aunque molesta, los invitaban a organizarse para discutir un
plan de acción en lugar de que "hubiera muertos que lamentar".
En tanto, en los proximidades del kilómetro 26
de la carretera panorámica Picacho-Ajusco, a la altura del Valle
del Vidrio, los retenes colocados por elementos de la Secretaría
de Seguridad Pública para impedir el paso a los pobladores y evitar
un posible enfrentamiento con los comuneros de Xalatlaco ocasionó
conflictos viales.
Luego de que el lunes por la noche los pobladores del
Ajusco quemaran dos cabañas construidas en el paraje en disputa
por los habitantes de Xalatlaco y prendieran fuego a tres vehículos,
regresaron a sus comunidades y aceptaron dialogar "para que no hubiera
violencia innecesaria". Amanecieron en calma, pues el lugar quedó
resguardado por cerca de 100 granaderos en la parte del Distrito Federal.
Desde las ocho de la mañana, cerca de 300 policías
preventivos adscritos al agrupamiento a caballo y al cuerpo de granaderos,
encabezados por el subsecretario Gabriel Regino García, arribaron
a la zona con el objetivo de resguardarla y evitar un enfrentamiento entre
los comuneros.
Al igual que en días pasados, la mayor parte de
ellos se congregó en el predio conocido como La Cantimplora.
Cerca del mediodía, los comuneros del Ajusco partieron
rumbo a la Secretaría de Gobernación para participar en las
mesas de diálogo convocadas por la dependencia la noche del lunes.
Sin embargo, luego de que se diera a conocer el rompimiento
del diálogo en Gobernación, la presencia policiaca aumentó
considerablemente y se instalaron diversos retenes para impedir que los
grupos en conflicto accedieran al paraje de Agua Grande.
Simultáneamente, policías adscritos a la
Dirección General de Vialidad realizaron acciones preventivas para
evitar que los comuneros de Santo Tomás Ajusco bloquearan las salidas
a Cuernavaca.
El
primer retén se instaló en el punto conocido como la "Y"
griega; el segundo a 10 kilómetros de distancia de La Cantimplora;
un tercero en este predio y uno más a cinco kilómetros de
ahí.
En cada punto de revisión se colocaron vallas metálicas
para evitar que los automóviles pudieran ingresar.
Alrededor de las seis de la tarde, los comuneros regresaron
a sus comunidades y llamaron a asambleas con las campanas para que los
pobladores tomaran acuerdos sobre si avanzaban para recuperar el paraje
o esperaban la intervención de la policía.
Durante todo el día pequeños grupos de comuneros,
tanto del estado de México como del Distrito Federal, se hicieron
presentes en diferentes puntos del circuito; sin embargo, cerca de las
19:00 horas una pequeña zacapela se originó cuando pobladores
de Santo Tomás Ajusco quisieron acceder a la zona de La Cantimplora.
Por algunos minutos los comuneros lanzaron piedras al cerco de policías.
La situación volvió a la calma, pero uno
de los líderes del Ajusco advirtió que tenían que
llegar a la zona de Agua Grande "para apoyar a sus compañeros que
ya se encontraban ahí" y evitar "que fueran agredidos por la gente
de Xalatlaco".
La versión fue desmentida por los policías
preventivos, quienes aseguraron que en la zona en conflicto no se encontraban
gente de Santo Tomás.
Por la noche, también en las oficinas de la Segob,
los secretarios de Gobierno del estado de México, Manuel Cadena,
y del Distrito Federal, Alejandro Encinas, así como Gonzalo Altamirano
Dimas, se reunieron durante escasos 45 minutos y acordaron "reforzar las
medidas de diálogo" y buscar mecanismos para reanudar las negociaciones
con las partes en conflicto.
El funcionario de Gobernación informó que
durante el encuentro se evaluaron las acciones que van a desarrollar las
diferentes corporaciones policiacas, por lo que descartó cualquier
hecho de violencia o enfrentamiento entre los comuneros. "Afortunadamente
en las últimas horas el clima de posible violencia a disminuido",
agregó.
Estamos, indicó el funcionario de Gobernación,,
en la mejor disposición para programar las reuniones con las dos
comunidades y reencauzar el diálogo con el fin de encontrar una
salida negociada a este problema comunal.
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