AMERIPATADAS

José Garduño Gómez

Consuelo de tontos

ANTE TANTAS Y ya incontables decepciones que padecen los aficionados mexicanos con su selección nacional, que una vez sufrida la penosa goleada de 4-0 ante un equipo alternativo de Brasil que la mandó de Perú a México, ahora ya son muchos los fanáticos pamboleros que quieren que el campeón de la edición 41 de la Copa América sea Argentina, y lo hacen porque se sienten dolidos de que los amazónicos le hayan aplicado al Tri de La Volpe un severo marcador.

ES POR ELLO que se inclinan porque Argentina sea el campeón, para poder gritar a los cuatro vientos que precisamente México tuvo el honor de vencer al campeón de esta Copa América. O sea, llanamente dicho, un consuelo de tontos.

AHORA NO HAY que olvidar que antes, cuando la selección mexicana era derrotada en un Mundial de futbol a las primeras de cambio, no faltaban entonces aficionados mexicanos que inmediatamente hacían favorito a Brasil y hasta gozaban y hacían como propios los triunfos de los diferentes seleccionados brasileños.

Y ES QUE la derrota del sobrevaluado equipo mexicano ante este bisoño seleccionado brasileño dolió porque no estaban ni Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, Roberto Carlos, Cafú y demás estelares que juegan en el Viejo Continente y que prefirieron el descanso en las vacaciones de este verano que representar a su país en una Copa América que, aunque sea el torneo futbolístico más antiguo, se aprecia un tanto devaluada y, sobre todo, después de haberse vivido una sensacional y espectacular Eurocopa de Portugal con la coronación sorpresiva de Grecia.

CON RESPECTO AL choque de anoche en Lima, con un 3-0 Argentina se tomó venganza de la derrota que previa a esta justa le impuso por 2-0 Colombia en juego amistoso disputado en Miami. Y lo hizo jugando un futbol práctico y derrotó precisamente al campeón defensor que había llegado anteriormente a ocho encuentros sin admitir goles en este torneo continental, pero anoche no fue uno, dos sino tres los que le clavó Argentina.

Y LA MANERA de cómo lo hizo fue sencilla, nada espectacular. El primero con un disparo de tiro libre ejecutado por el jugador del Boca Juniors, Carlos Tevez, que prácticamente hizo ver mal al arquero del campeón de la Copa Libertadores Once Caldas, Juan Carlos Henao.

LUEGO EN EL segundo, cuando el jugador cementero Luciano Figueroa amagó con disparar al arco y en vez de hacerlo trazó un servicio lateral que Luis González, sin que nadie lo marcara, aprovechó y de zurda y de primera intención mandó el balón a las redes, en jugada también, de primer año, y a un equipo que venía presumiendo de tener la mejor defensiva del torneo.

EL TERCERO, MEDIANTE un tiro libre desde el lado derecho de Luis González y que Juan Pablo Sorín remató con la cabeza, casi de palomita, anticipándose a la tardía salida de un distraído arquero Henao. Así, pues, de la manera más sencilla, Argentina hizo los goles y se instaló en la final para enfrentar al ganador del choque de este miércoles entre Brasil y Uruguay.

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