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México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
El próximo sábado, a más
tardar, la Femospp consignará el expediente
Los jueces del caso del jueves de Corpus eran
niños cuando ocurrió la matanza
GUSTAVO CASTILLO GARCIA Y ALFREDO MENDEZ
A más tardar el próximo sábado 24
de julio, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos
del Pasado (Femospp) consignará el expediente por la matanza del
10 de junio de 1971. La responsabilidad de condenar o declarar inocentes
a los presuntos responsables recaerá en los jueces que laboran en
el Reclusorio Norte. Los representantes del Poder Judicial de la Federación
adscritos a ese centro carcelario tienen dos características en
común: cuando ocurrieron los hechos tenían en promedio 7
años de edad y tienen menos de cinco de haber sido designados jueces
de distrito. Según sus currículos, ninguno cuenta con especialidad
en derecho internacional o tratados en materia de delitos de lesa humanidad.
El
final de la llamada guerra sucia de los años setenta y principios
de los ochenta lo vivieron siendo estudiantes de bachillerato o universitarios.
De los seis, dos nacieron en Oaxaca, uno en el Distrito
Federal, otro en Jalisco y uno más en Veracruz. Excepto este último
estado, en los demás actuaron la extinta Dirección Federal
de Seguridad (DFS) y la Brigada Blanca, sobre todo, y en esas entidades
realizaron múltiples operaciones contra integrantes de grupos guerrilleros
que incluyeron desapariciones forzadas y actos de tortura.
El 10 de junio de 1971, el juez primero de distrito, José
Reynoso Castillo, tenía 7 años y 13 días de nacido;
el juez segundo, José César Flores Rodríguez, contaba
con 10 años un mes; el juez tercero de distrito, Arturo César
Morales Ramírez, tenía un año cinco meses; Octavio
Augusto Mejía Ojeda, juez 16 de distrito, tenía prácticamente
10 años; Isabel Cristina Porras Odriozola, hija de un militar, contaba
entonces con 4 años, y el titular del juzgado 18 de distrito, Alejandro
Javier Hernández Loera, contaba con 8 años y tres meses.
Casos relevantes
De acuerdo con registros periodísticos, José
Castillo, titular del juzgado primero, ha atendido como caso relevante
el inicio del proceso penal en contra del ex subprocurador de la República
Ismael Eslava, como presunto responsable del extravío de las declaraciones
del ex nuncio Girolamo Prigione dentro de la averiguación previa
del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
El juez segundo, José César Flores Rodríguez,
sentenció a José Cirilo Ocampo Verdugo, presunto lavador
de dinero de los hermanos Amezcua Contreras, líderes del cártel
de Colima; impuso 4 mil 700 millones de pesos como fianza al ex banquero
Carlos Cabal Peniche, la cifra más alta en la historia del país.
Es el juez que emitió, a pesar de haber incurrido en desacato, una
opinión jurídica en favor de que se extradite a seis ciudadanos
de origen vasco, habiendo dejado de lado pruebas que demostrarían,
según la defensa de los detenidos, que no incurrieron en los delitos
que les imputa el juez español Baltasar Garzón.
Arturo César Morales Ramírez, titular del
juzgado tercero de distrito, fue quien libró la orden de aprehensión
en contra de los integrantes de una red de traficantes de indocumentados
que involucraba a funcionarios del Instituto Nacional de Migración,
entre los que está Artemisa Aguilar Moreno, suegra de Santiago Pando,
ex publicista del presidente Vicente Fox.
También sentenció a ocho años de
cárcel al ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Ernesto Díaz Infante por haber permitido, mediante cohechos, la
liberación de un estadunidense acusado de violar a una menor.
El juez 16 de distrito, Augusto Octavio Mejía Ojeda,
tiene bajo su responsabilidad el juicio por ejercicio indebido en contra
del ex presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
Eduardo Fernández García, a quien se responsabiliza de haber
obtenido ilícitamente documentación relativa a las cuentas
bancarias de Lino Korrodi y Carlota Robinson, integrantes de la asociación
civil Amigos de Fox.
Isabel Cristina Porras Odriozábal tiene en sus
registros haber condenado a seis años de prisión al general
Jesús Gutiérrez Rebollo (acusado también de narcotráfico
por sus supuestos nexos con el cártel de Juárez) por el delito
abuso de autoridad.
Alejandro Javier Hernández Loera, titular del juzgado
18 de distrito, libró la orden de aprehensión contra el oficial
mayor de la Secretaría de Gobernación, Francisco Suárez
Warden. Sin embargo, pese a haber considerado que el Ministerio Público
Federal había aportado pruebas suficientes de su responsabilidad
en el delito de ejercicio indebido del servicio público, lo exoneró
del acto ilícito.
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