México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
Llaman a los pobladores de Xalatlaco a no incurrir
en actos de violencia
Acuerdan comuneros del Ajusco esperar la resolución
de la Corte
Acudirán al Consejo de la Judicatura para que
revise el proceder de la juez De León González
MIRNA SERVIN Y JOSEFINA QUINTERO
Los representantes comunales de San Miguel y Santo Tomás
Ajusco, delegación Tlalpan, hicieron un llamado a la no violencia
y afirmaron que esperarán la resolución definitiva que emitirá
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para poner fin
al conflicto agrario por las mil 509 hectáreas que se disputan con
los habitantes del municipio de Xalatlaco, estado de México.
Asimismo,
la representación legal de los comuneros aclaró que la resolución
de la juez tercera de distrito en materia administrativa, María
Alejandra de León González, sobre el incidente de violación
a la suspensión del amparo, interpuesto por la comunidad de Xalatlaco,
es para que las autoridades responsables acaten dicha suspensión,
pero no acredita el levantamiento de las cabañas, como argumentan
los labriegos mexiquense, ni tampoco les da la posesión de las tierras.
De acuerdo con la resolución emitida el pasado
6 de julio, se pide a las autoridades que mantengan las cosas como estaban,
es decir, esperar a que se resuelva el amparo que interpuso un grupo de
comuneros de Xalatlaco, encabezado por Angel Serrano Galindo, al inconformarse
por la sentencia del juicio número 23/TUA/97, emitida por el Tribunal
Unitario Agrario el 19 de abril de 1999, la cual favoreció a San
Miguel y Santo Tomás Ajusco.
Pero el amparo fue sobreseído el 4 de noviembre
del año pasado en favor del Ajusco, y la comunidad de Xalatlaco
se inconformó nuevamente y solicitó a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación atraer el expediente.
Desde entonces, se está a la espera de que la Corte
resuelva si la sentencia del juicio agrario puede causar ejecutoria o declara
el proceso ilegal para nuevamente iniciar el litigio por las mil 509 hectáreas
en disputa.
Los pobladores de Tlalpan informaron que acudirán
al Consejo de la Judicatura del Distrito Federal para que revise el proceder
de la juez María Alejandra de León González, quien
resolvió sobre el incidente de violación a la suspensión
del amparo.
Por otra parte, en conferencia de prensa conjunta, el
titular de la delegación Tlalpan, Eliseo Moyao, los representantes
comunales del Ajusco, Adrián y Efrén Mireles, así
como el abogado Andrés García, exhibieron la documentación
del litigio que duró más de 50 años por la disputa
de mil 509 hectáreas, dentro de las cuales se encuentra el paraje
de Agua Grande.
Aseguraron que "la tierra nos pertenece, por lo que las
mejores armas para pelearlo las tenemos dentro de un portafolios, tal como
se acredita en los fallos judiciales", acotó Mireles al insistir
en que no son ellos los que generarán disturbios ni recurrirán
a la violencia, pues no están armados.
El jefe delegacional Eliseo Moyao hizo un llamado a la
prudencia y evitar confrontaciones armadas, pero subrayó que, a
su consideración, la razón jurídica es de los comuneros
del Ajusco, y esperarán a que esto se resuelva por los canales adecuados".
Adrián Mireles reclamó la falta de acción
de las autoridades y la tardanza para resolver el litigio, lo que ha generado
las confrontaciones y satanizado a la comunidad del Ajusco.
El asunto, insistió, no es sólo relevante
para los comuneros, sino para todo el DF, por ser área de conservación
ecológica, por lo que nuevamente llamaron al gobierno federal a
asumir su papel como autoridad y resguardar la zona mientras están
a la espera del fallo definitivo sobre el paraje.
En tanto, los pobladores de Xalatlaco vigilan armados
el predio de Agua Grande desde las primeras horas de ayer y durante todo
el día, a pesar de la constante llovizna y frío en el lugar.
"Defenderemos con la vida este terreno y no nos saldremos de aquí",
advirtió Samuel García, comunero mexiquense, quien resguarda
la construcción de cabañas en el lugar.
En el predio, donde permanecen encendidas las fogatas
para "las guardias", integradas por niños y mujeres, prevalece la
calma, aunque los habitantes llevan escopetas, machetes y palos para guardarlos
en el lugar.
Por la tarde de ayer se generó inquietud por la
posible llegada de los comuneros del Ajusco. Sin embargo, pese a la tensión
constante, esto no ocurrió.
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