.. |
México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
ENTREVISTA /MANUEL PEREZ ROCHA, RECTOR
DE LA INSTITUCION
La Universidad de la Ciudad de México buscará
su autonomía
DESTACA EL ALTO RENDIMIENTO ACADEMICO Y EL BAJO INDICE
DE DESERCION
Nuestra intención es construir formas de autogobierno
eficaces
LAURA FLORES GOMEZ
A tres años de su creación, la Universidad
de la Ciudad de México (UCM) se ha convertido en una alternativa
viable para más de dos mil estudiantes de educación superior
provenientes de diversos estratos sociales, cuyo rendimiento es similar
o superior respecto de otras instituciones, y el porcentaje de deserción
se ubica debajo del promedio nacional, por lo cual se exploran los procedimientos
más adecuados para lograr su autonomía.
La
consolidación de un espacio académico autónomo, explica
el rector de la UCM, Manuel Pérez Rocha, no sólo significaría
la exclusión de todo interés ajeno a la institución
en la organización y el trabajo, sino también la responsabilidad
de que la comunidad instaure un autogobierno eficaz y responsable, que
ratifique además el respeto a los derechos laborales de sus trabajadores.
De esta manera, los intereses de estudiantes y académicos
se concentrarían en un Consejo Universitario encargado de elaborar
y aprobar los instrumentos normativos de la institución, en los
cuales quedaría definida la estructura de gobierno y administración,
así como sus derechos y obligaciones, sin que ello signifique estar
al margen de la legislación nacional, precisa.
En entrevista, puntualiza que las autoridades capitalinas
han respetado la independencia académica y administrativa de la
institución, aun cuando desde su nacimiento la UCM funge como un
organismo público descentralizado, pero "nuestra intención
es lograr su autonomía; es decir, construir internamente formas
de autogobierno eficaces que nos permitan ir más allá de
un programa sexenal y garantizar su viabilidad educativa". Hasta el momento,
la integración de los diversos campos del conocimiento humanístico
y científico ha permitido la obtención de resultados de aprovechamiento
muy satisfactorios, afirma, con un nivel de deserción de 20 por
ciento; es decir, cinco puntos porcentuales debajo de la media nacional,
y con un costo aproximado por alumno de 65 mil pesos anuales.
La cifra, destaca el rector, es menor a la erogada en
otras instituciones públicas y privadas aunque "nuestro rendimiento
académico no está basado en cuánto gastamos en un
alumno o en buscar los primeros lugares en el ranking universitario,
que resulta una medida perversa y lleva a confundir la exigencia académica
con la rigidez burocrática, provocando que las fronteras artificiales
de las disciplinas reduzcan la capacidad de comprensión de la realidad
de los alumnos".
Por ello, indica, la determinación de esta universidad
de conjuntar los intereses de los estudiantes y los proyectos educativos
en un programa de estudios flexible, a cursarse en cinco a 10 años,
de acuerdo con la disponibilidad de tiempo de la persona, y mantener el
carácter público de la institución, a la cual puede
acceder quien tenga certificado de bachillerato, bajo el criterio de primero
en tiempo, primero en derecho. "No se trata de una universidad para pobres,
aun cuando los planteles se ubican en zonas de alta marginación
y se busca dar preferencia a los sectores marginados; y menos con pobres
resultados, pues la flexibilidad curricular lejos de ser un factor que
pudiera deteriorar el nivel académico, se ha convertido en un elemento
que ha permitido incrementarlo, sin importar los tiempos y los plazos",
argumenta.
Reitera que la UCM se ha convertido en una opción
viable para cientos de egresados de bachillerato, quienes contarán
con las herramientas necesarias para desempeñarse en el mercado
laboral. "Los resultados están a la vista y confiamos que en breve
obtenga su autonomía".
|