México D.F. Jueves 22 de julio de 2004
Otras agrupaciones avalan la medida pero se deslindan de la representación
Continuará el movimiento El campo no aguanta más; permanecen 8 organismos
Será una corriente alternativa a las organizaciones agrarias tradicionales, aseveran
MATILDE PEREZ U.
El movimiento El campo no aguanta más no desaparece, "lo vamos a reimpulsar" con principios y bases programáticas que incluyen seis propuestas y un plan campesino para este siglo, asentaron dirigentes y representantes de ocho organizaciones. Aclararon que no son "despachos ni organizaciones no gubernamentales", como se les ha calificado.
Los representantes de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social, Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca, Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, Frente Democrático Campesino de Chihuahua, Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, Unión General Obrera Campesina Popular- Coordinadora Nacional, y Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal, asentaron que la "refundación y relanzamiento" de ese organismo se da en el contexto de construcción de un movimiento campesino alternativo a las organizaciones campesinas tradicionales.
Insistentes en que no caerán "en confrontaciones ni descalificaciones", los representantes de las ocho agrupaciones acusaron al gobierno federal de "reventar la alianza campesina mediante el clientelismo y cooptación. Al gobierno le convienen las prácticas tradicionales para evitar cumplir con el Acuerdo Nacional para el Campo y las reformas estructurales".
En la conferencia de prensa en la que anunciaron que el movimiento"no desaparece", comentaron que 75 por ciento de los recursos de 2003 para el Programa de la mujer (Promusag) se entregaron a las organizaciones firmantes del ANC y sólo 25 por ciento a otras agrupaciones estatales y nacionales.
Por su parte, y en breves comentarios por vía telefónica, los dirigentes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Central Campesina Cardenista (CCC), Coordinadora Democrática de Organizaciones Urbanas y Campesinas (Coduc) -ex integrantes del movimiento, junto con la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas y El Barzón- dieron la bienvenida a la continuidad de la organización, pero puntualizaron: "ellos no nos representan".
Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la CIOAC, dijo que la agrupación "ya se había disuelto desde 2003 y nadie tenía derecho utilizar su representación; si decidieron volverse a unir y a relanzar la organización, los respetamos. Nosotros (UNORCA, CCC, CODUC y CNPA) seguiremos construyendo nuestra unidad, estamos definiendo una estrategia de movilizaciones de protesta en los estados para el próximo 8 de agosto".
"Espero que el relanzamiento del movimiento sirva para fortalecer la exigencia campesina", apuntó Max Correa, dirigente de la CCC. "šQué bueno! que hagan ese esfuerzo, saludamos su iniciativa y hago votos para que nos volvamos a coincidir en la lucha campesina."
Marco Antonio Ortiz, de Coduc, manifestó su sorpresa por la decisión de ocho organizaciones de refundar el organismo, pues el acuerdo había sido que Carlos Ramos, de la CNPA, reuniera los escritos de los representantes de cada una de las organizaciones en los que se establecieran con claridad las posturas respecto a mantener o finiquitar el movimiento. "Los que continúan son una junta de despachos no de organizaciones nacionales; lo que requiere el país es la consolidación de un movimiento."
Nueva relación con el Estado
Víctor Suárez Carrera, asesor de ANEC y diputado por el PRD, puntualizó que mediante El campo no aguanta más exigirán una nueva relación con el Estado, pero no referida a tratos de privilegio para acceder a recursos públicos violando reglas y derechos de los agricultores, sino a que se tomen en cuenta las demandas como la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), rechazo al Plan Puebla-Panamá, al Area de Libre Comercio de las Américas y a la Organización Mundial de Comercio, reformas al artículo 27 constitucional y una nueva política hacia el campo.
Las ocho organizaciones integrantes demandaron una auditoría a los programas del ANC y anunciaron el inicio de una campaña contra Nestlé, Cargill, Monsanto, Wal-Mart, entre otras empresas trasnacionales, para impedir la desnacionalización y monopolización del sector agroalimentario.
Refrendaron su alianza con organizaciones sindicales en la defensa de las empresas estratégicas y de los recursos naturales del país, así como su disposición a seguir construyendo una amplia coalición agraria e indígena, además de continuar su vinculación con las organizaciones internacionales como Vía Campesina, el Movimiento Indígena y Campesino Mesoamericano y la Alianza Social Continental-México.
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