México D.F. Viernes 23 de julio de 2004
ENTREVISTA/NESTOR DE BUEN, ESPECIALISTA
EN DERECHO LABORAL
La iniciativa de reforma del IMSS es "una burrada"
VIOLA CUATRO PRECEPTOS CONSTITUCIONALES, AFIRMA EL ABOGADO
Las causas de los "boquetes financieros" del Seguro
Social, sostiene el experto, son múltiples y variadas, entre las
cuales destaca el uso discrecional del fondo para el retiro y la evasión
del pago de las cuotas patronales al instituto, en un contexto de corrupción
gubernamental
FABIOLA MARTINEZ
La iniciativa de reforma a la Ley del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) promovida por los diputados del PRI viola cuatro
preceptos constitucionales y por lo menos cinco normas reglamentarias en
perjuicio no sólo del organismo, sino de los principios fundamentales
del derecho del trabajo universal, advirtió el abogado Néstor
de Buen.
En
entrevista, el especialista en derecho laboral asegura que la eventual
aprobación del proyecto referido invalida la autonomía que
la ley atribuye al IMSS pero, sobre todo, "atenta contra la contratación
colectiva e inhibe la solución concertada de los conflictos".
El también litigante, profesor de la Universidad
Naciona Autónoma de México y asesor jurídico de diversos
sindicatos, incluido el del Seguro Social, expone las razones que, a su
juicio, mantienen en crisis al IMSS. En principio, acude a la historia
reciente del organismo, fundado en 1943, misma que recuerda al detalle,
ya que fungió como abogado general de éste por 28 años.
La iniciativa "es una burrada" (ya en días pasados
la había calificado como una "mierda"). Y es que, puntualiza, las
causas de los boquetes financieros del instituto son muchas y de origen
variado: un fondo para el retiro que fue utilizado no para ese fin sino
para construir infraestructura en la década pasada y, en consecuencia,
se convirtió en una cuenta que nunca generó intereses, factor
de donde habrían surgido los recursos necesarios para el pago de
las pensiones de los empleados del Seguro Social.
Sin embargo, de acuerdo con la explicación que
ofrece De Buen, los números del propio organismo parecen no ser
tan contundentes como la realidad económica del país, toda
vez que desde los años setenta el número de inscritos ante
el IMSS, es decir, aquellos trabajadores que cuentan con un empleo formal,
con derecho a seguridad social, "se congeló" en la banda de los
12 millones de cotizantes, mientras más de 50 por ciento de la población
económicamente activa se ocupa de manera informal y, por ende, está
sin seguridad social.
A ello se agrega la pérdida del valor del salario
-y, en consecuencia, de las cuotas obrero-patronales-, pero sobre todo
la llamada evasión y elusión de los patrones, esto es, las
diferentes formas que utilizan miles de empresarios para no inscribir a
sus empleados ante el IMSS o registrarlos con un salario menor al que en
realidad devengan. Por ese motivo, asegura, el instituto dejará
de recibir más de 30 mil millones de pesos.
La causa verdadera de la crisis financiera de las instituciones
públicas, subraya, es el régimen económico llamado
neoliberalismo, que ha originado, en el caso del IMSS, reducción
de cotizantes (400 mil menos que hace tres años), pérdida
del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores a niveles genocidas,
aumento sin freno de la economía informal y de la corrupción
de las administraciones priístas y de la actual foxista, "que han
sido igual de tecnócratas".
A lo anterior se agrega que la esperanza de vida de los
mexicanos ha pasado de 56 años, como se proyectaba en 1943, a más
de 70, lo mismo que el número de semanas que se requieren para alcanzar
el beneficio de una pensión vitalicia.
Además del contexto económico destaca la
reforma que dio origen, en 1992, al Sistema de Ahorro para el Retiro y,
en 1995, a la reforma de la ley del IMSS, que permitió a particulares
el manejo de los recursos de los asegurados, con lo que el instituto se
convirtió desde entonces "en un vil cobrador". Es decir, ya no existe
la posibilidad de obtener réditos por el manejo de millonarios recursos
ni por alguna otra vía similar.
En ese contexto surgió la propuesta de modificar
el régimen de jubilaciones y pensiones y aumentar la aportación
de los 360 mil empleados en activo del IMSS a ese fondo. Como se sabe,
ello provocó una larga mesa de análisis y dos episodios (en
octubre del 2003 y en marzo pasado) que estuvieron en un tris de ocasionar
un grave conflicto laboral.
De ahí surgió una mesa de negociación
entre la dirección del instituto y el sindicato; sin embargo, en
eso estaban las partes cuando fue presentada la iniciativa de reforma en
cuestión.
Luego de precisar detalladamente los artículos
que violenta tal proyecto, De Buen delinea la defensa que podría
encabezar el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, en la
que destaca un amparo colectivo e incluso en lo individual de cada uno
de los 360 mil empleados. "Ahí basta sacar un montón de fotocopias",
dice. Como último punto se promovería la huelga por violaciones
al contrato colectivo.
"¿Que si puede ser declarada como ilegal por la
autoridad laboral? Claro que sí, pero una cosa le digo: en 1919
Venustiano Carranza dictó pena de muerte contra los huelguistas
y un año después fijó ese derecho en la Constitución,
así que tengan por seguro que cuando los trabajadores deciden encabezar
una huelga hay huelga, así de sencillo".
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