México D.F. Viernes 23 de julio de 2004
Presentan baja formación escolar: director de la Academia Nacional de Seguridad
Padecen algún mal crónico 60% de los 400 mil policías que trabajan en el país
De los 400 mil policías que laboran en el país, 60 por ciento padecen alguna enfermedad crónica como diabetes, hipertensión u obesidad, lo cual perjudica su capacidad visual o de movimiento, mientras 15 por ciento presentan problemas de estrés, impulsos agresivos, comportamiento autoritario y descontrol que afectan su desempeño profesional y calidad de vida, no obstante que el promedio de edad en las fuerzas policiacas es de 35 años, reconoció José Chapela, director de la Academia Nacional de Seguridad Pública.
Entrevistado luego de participar en el encuentro Diálogo internacional para la reforma policial en México, organizado por El Colegio de México y diversos organismos civiles, agregó que los índices de deterioro en la salud de los policías se ubican "cuatro puntos por arriba de la media nacional, a lo que se suma una baja formación académica, pues en su mayoría no superan nueve años de escolaridad.
"Debemos admitir", indicó, "que no tenemos una fuerza policiaca en las mejores condiciones y que su estado de salud no responde a las demandas de la sociedad en materia de seguridad pública.
Al respecto, Hugo Frühling, director del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile, afirmó que los bajos niveles educativos y un elevado deterioro en la salud de los policías pueden llegar a obstaculizar la aplicación de una reforma policiaca exitosa, "ya que no se cuenta con un soporte de personal calificado para implementarla".
Indicó que entre los obstáculos que se deberán afrontar para aplicar una reforma profunda a las fuerzas policiacas en México destacan "los niveles extremadamente bajos de aceptación ciudadana hacia sus policías y la ausencia de un organismo de control de las acciones policiacas. Lo que implica que se requerirán esfuerzos mayores para que la transformación prospere". Agregó que una reforma debe contar "con una alta capacidad política para instrumentarla, pero también con la colaboración de los policías, pues, si bien se puede imponer en contra de algunos, no es posible hacerlo en contra de todos".
En ese sentido, Ernesto López Portillo, presidente fundador del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), aseguró que en México no se promueve una "reforma policial democrática, pues los intereses políticos siguen pesando más que la necesidad de contar con cuerpos policiacos efectivos y honestos".
Por su parte, José Chapela aseguró que en los últimos años se ha registrado un descenso en los homicidios dolosos, mientras que se ha generado un incremento sustancial de la violencia hacia las víctimas en los casos de robo de vehículo, a transeúnte y a casa habitación, pues con frecuencia "el ciudadano es atacado con violencia con el uso de arma blanca o de fuego, además de ser golpeado e intimidado".
Ante el endurecimiento de la violencia delictiva, alertó sobre la necesidad de tener "bajo control" los cuerpos de seguridad privada, y que "en no pocas ocasiones se han asociado con la delincuencia organizada".
En cuanto al consumo de drogas, reconoció que 3 por ciento de los 180 mil policías preventivos de los tres niveles de gobierno que se sometieron a pruebas antidoping desde 1999 a la fecha han dado positivo, de los cuales sólo continúan activos mil 900, por lo que se ha iniciado los procedimientos jurídicos para removerlos de las instituciones policiacas, ya que "no basta con demostrar ante un juez que consumen sustancias ilícitas, se debe llevar un proceso que garantice sus derechos laborales para no tenerlos que reintegrar nuevamente ante alguna irregularidad". LAURA POY SOLANO
|