México D.F. Viernes 23 de julio de 2004
Afirma en foro de Canacintra que no están
maquilladas
Pone Bátiz a prueba de auditorías las
cifras sobre reducción delictiva
ANTONIO CASTELLANOS
El titular de la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, afirmó ante los industriales
de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra)
que la institución a su cargo puede ser auditada en cualquier momento
para demostrar con claridad que las cifras sobre el descenso de la delincuencia
en la ciudad es cierta. No han sido maquilladas, recalcó.
Al
participar en el Foro Empresarial de Seguridad organizado por la Canacintra,
Bátiz aseguró que los delitos graves como homicidios, robos,
violaciones y secuestros en el primer semestre suman 259, contra 285 en
igual periodo del año pasado. Estamos cerca de la mitad de los que
se denunciaban hace 10 años, ahora con una población mucho
más grande.
Agregó que en el caso de los automóviles
robados ahora el número es de 88 cada día, cuando hace 10
años era de 164. Al inicio de este gobierno, el número de
unidades robadas era de 122. Son cifras respaldadas por las instituciones
de seguros.
Paradójicamente, enfatizó el procurador,
en el semestre en que el índice de delincuencia es más bajo,
la sociedad exige un mayor rendimiento. Sabemos que es nuestra obligación
ofrecer mayor seguridad a los habitantes de la capital de la República,
pero no estamos parados.
Los indicadores antes mencionados, agregó, demuestran
que el índice de este primer semestre de 2004 es el más bajo
de los últimos 10 años y quiere decir que se está
haciendo el trabajo. Estamos avanzando y el propósito es reducir
aún más la comisión de ilícitos. Por eso estamos
dispuestos a someternos a una auditoría, para demostrar que las
cifras no están maquilladas.
En la reunión, el presidente de Canacintra, Cuauhtémoc
Martínez, indicó que la inseguridad no sólo ha sido
uno de los síntomas de la situación económica actual;
ha sido, de igual forma, una de las razones que explican el desánimo
de las familias, de los industriales y de todos los grupos sociales que
han visto en riesgo a su persona y a su patrimonio.
"Si la inseguridad es agobiante y nociva para el industrial,
la impunidad lo es en mucho mayor medida. Para muchas industrias, pero
en particular para las pequeñas y medianas, la oleada delictiva
se ha traducido en pérdida importante de su patrimonio, que en ocasiones
ha implicado la quiebra".
Afirmó que la preocupación y la angustia
han hecho presa de muchos industriales, quienes inclusive plantean cerrar
su empresa. Eso no se debe permitir, dijo, y propuso implantar penas más
severas para quienes cometen delitos graves y pugnar por la aplicación
clara y expedita de la justicia.
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