México D.F. Sábado 24 de julio de 2004
La entrega del expediente al juez, golpe a la
impunidad: comités de búsqueda
Llaman a la movilización para apoyar acción
contra responsables de matanza
Seguiremos peleando hasta que digan dónde están
los desaparecidos: Rosario Ibarra
ROBERTO GARDUÑO
La consignación del expediente ante un juez de
distrito contra los responsables de la matanza del 10 de junio de 1971
significa un golpe a la impunidad y a la injusticia que la sociedad en
su conjunto debe apuntalar mediante la movilización, coincidieron
integrantes de comités de búsqueda de desaparecidos. La decisión
del fiscal Ignacio Carrillo Prieto fue asumida en su justa medida por Rosario
Ibarra de Piedra, Magdalena Gómez, Raúl Alvarez Garín
y Félix Hernández Gamundi, al considerarla el inicio del
proceso tendiente a conocer el destino de los desaparecidos en el periodo
1960-1970.
Con dureza, la señora Rosario Ibarra anunció
que la búsqueda continuará, porque "nosotros no tenemos deseo
de venganza, no odiamos. Más bien tenemos lástima de los
hombres que ahora son acusados por la terrible vida que llevan. No vamos
a aceptar nada de la fiscalía, no vamos a aceptar que se nos diga
que es un hecho histórico. ¡Todo puede ser un hecho histórico!
La justicia debe ser un hecho cotidiano. Por eso estamos probablemente
radicalizadas. Estamos probablemente llenas del anhelo de justicia, que
tanta falta nos ha hecho durante tanto tiempo, y vamos a seguir peleando.
Vamos a aceptar que sea un hecho histórico cuando sepamos dónde
están todos los desaparecidos, cuando sepamos qué hicieron
con ellos, cuando hayamos descubierto toda la verdad y cuando esos señores
estén cumpliendo la condena. No queremos penas de muerte, no queremos
deseos de venganza. No odiamos a Echeverría ni a ninguna gente de
ésa".
Al abordar el tema de la actuación del gobierno
de Vicente Fox frente a los crímenes cometidos durante la llamada
guerra sucia, Rosario Ibarra, promotora del Comité Eureka,
recordó que desde el inicio de las acciones de la fiscalía
encabezada por Carrillo Prieto los familiares de los desaparecidos decidieron
no participar por los pobres argumentos del funcionario de la Procuraduría
General de la República (PGR).
"Ya nos había dañado mucho la PGR, nos había
echo muchas groserías. Quiero recordar la falacia de que iba a hacer
un censo de indigentes, que porque tenía la idea de que entre ellos
iba a encontrar a los desaparecidos. Después dijo el fiscal que
iba a buscar en los hospitales siquiátricos y más tarde aseveró
que podrían encontrarse en alguna cárcel, y nosotros preguntamos
a los medios de comunicación si el gobierno foxista tenía
cárceles clandestinas."
Para colmo de males, expresó, los señores
del Partido Revolucionario Institucional, los jurisconsultos, los que saben
mucho, que son sapientes, entre los que se encuentra Sergio García
Ramírez, ha perdido credibilidad porque encabeza al Comité
Interamericano de Derechos Humanos y ahora defiende al señor Luis
Echeverría. Cómo es posible creerle cuando le llevamos información
y se burló de nosotros. ¿Cómo tenerle fe al gobierno
de Vicente Fox?, porque en este país la justicia no llega. El gobierno
mueve la ley y la Constitución. Hemos ido de un engaño a
otro, por eso somos escépticos, no vamos a aceptar nada, y estamos
probablemente radicalizados. Nosotros queremos saber dónde están
todos los desaparecidos, manifestó.
Falsas amenazas
Por
su parte, Raúl Alvarez Garín señaló que la
consignación propiciará "una situación muy importante
para avanzar en el conocimiento del destino de los desaparecidos"; no obstante,
alertó que "para sorpresa de todos han aparecido elementos muy preocupantes,
como amenazas de que la situación de la vida política del
país puede cambiar. Se mencionan procesos de ingobernabilidad, de
inestabilidad, con argumentos que son muy conocidos por todos nosotros,
porque fueron los que se utilizaron para las persecuciones en los años
60 y 70".
El integrante del Comité 68 exhortó "a consolidar
el golpe. Ya está la acusación, ya están los delitos
de que se trata, pero eso no quiere decir que necesariamente termine como
todos quisiéramos. El golpe se enfrenta a distintos escenarios negativos
que los abogados de la oposición se encargan de alimentar: una cuestión
planteada era una campaña de prensa de que la fiscalía no
tenía nada en sus manos y se insinúa que con estos elementos
no era posible una consignación, y que la fiscalía podría
derrumbarse y desaparecer ante su incapacidad profesional ante las dificultades
internas que puede tener".
Ante esta campaña de descrédito, manifestó
Alvarez Garín, "no tenemos gran cosa qué hacer, excepto observar
cómo se está dando y tener la precaución de no alimentar
ese tipo de cosas, a pesar de que haya inconformidades con el manejo que
se ha dado a un problema u otro.
"Este ambiente de rumores y calumnias, diciendo que no
hay nada, a nosotros nos afecta, porque hemos entregado una cantidad de
documentos y evidencias que nos parecen suficientes para procesar a esas
personas. El problema de máxima prioridad es conocer el destino
de los desaparecidos, porque la situación está cambiando
cualitativamente. Pensamos que ya está roto o está muy cerca
de romperse el tema de la impunidad y de las complicidades."
Sobre el tema del delito de genocidio, el líder
del movimiento estudiantil de 1968 consideró que la aplicación
de los esquemas represivos en las décadas de 1960 y 1970 se fundamentó
en una doctrina represiva estadunidense:
"El genocidio se configura como elemento importante y
difícil de probar en órganos judiciales, porque implica intención,
propósitos, pero en la cuestión internacional se implica
con una doctrina de persecución en la que se instruye a los elementos
de las fuerzas armadas a que actúen sin escrúpulos contra
los opositores, y esto se encuentra en las doctrinas de seguridad nacional
con inspiración estadunidense, relacionada con la Operación
Cóndor de Sudamérica. Y lo que es muy grave, es que el
priísmo restituyó todo el lenguaje de esa doctrina para su
declaración política de apoyo a Luis Echeverría, en
contra de los opositores. Una visión optimista es que esto no tiene
espacio en la vida democrática del México de hoy, y lo podemos
derrotar demostrando el salvajismo y la perversidad que están contenidos,
y que podemos actuar porque hoy, en México, la sociedad determina
el rumbo del país. Estamos obligando a que se actúe en una
dirección diferente derrotando estas concepciones ideológicas."
Un pequeño paso
A su vez, Magdalena Gómez sostuvo que el 22 de
julio de 2004 puede pasar a la historia como una burla más en el
proceso de búsqueda de la verdad histórica, para que ésta
se convierta en verdad jurídica y se asuman las responsabilidades
y se deslinden también las mismas, pero también la fecha
quedará como evidencia documental de una acusación específica
por un delito de lesa humanidad como el genocidio.
"En esta larga lucha podemos considerar que éste
es un pequeño paso que puede tener implicación en el siguiente
sentido: el estado de derecho en nuestro país no se sostiene más
en la óptica leguleya de atenerse a la norma del derecho interno
y de cobijarse para destruir la dimensión del derecho internacional,
del derecho internacional humanitario, sobre todo de los crímenes
de lesa humanidad que se han cometido. Hemos encontrado un ambiente tendiente
a descalificar la lucha por la justicia y por la reivindicación
de los derechos humanos, y para que no nos hagamos ilusiones de que vendrá
la buena justicia. De acuerdo con el derecho internacional, se cometió
genocidio y éste debe ser castigado."
Acusó que algunos medios de comunicación
han emprendido una campaña para vender a la sociedad la idea de
que el delito de genocidio no se configura, que prescribieron esos crímenes,
que las pruebas que testifican los testimonios, los documentos, las revistas,
entre otros, tampoco valen.
"Lo que se dio ayer es una gota. El camino hacia la justicia,
hacia la verdad, aún es muy largo, pero de alguna manera enfrentar
hasta sus últimas consecuencias estos procesos nos va a servir para
abrir nuevos espacios en esta lucha por tener en nuestro país un
real y verdadero estado de derecho."
Por su parte, Félix Hernández Gamundi recordó
que la campaña de la sociedad contra la fuerza del Estado representa
"un esfuerzo muy grande. Estamos en una lucha muy desbalanceada, desigual,
porque cuando se les pega la gana pueden hacer uso de todos los recursos
del Estado. A pesar de que a veces los contrarios nos reclaman y afirman
que esta movilización significa cierta presión a la ley y
a la justicia, pienso que está muy claro que no hay otra manera
de avanzar".
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