México D.F. Sábado 24 de julio de 2004
La maniobra duró 2 horas; no fue necesario
cerrar al tránsito Reforma e Insurgentes
Sin contratiempos, retiraron de su pedestal la estatua
de Cuauhtémoc
Antes de su reubicación en su sitio original,
será sometida a una minuciosa restauración
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Sin más protocolo que un ritual prehispánico:
humo de copal, sonido de conchas, un ramo de dalias e invocaciones a los
cuatro puntos cardinales, realizado por un grupo de mexicanistas, la escultura
de Cuauhtémoc, el último emperador azteca, que dominó
durante 55 años el cruce de la avenida Insurgentes y Paseo de la
Reforma, fue levantada de su pedestal para trasladarla a un campamento
instalado a unos 300 metros, donde será sometida a un riguroso proceso
de limpieza y restauración en los tres meses siguientes.
A
las 13:40 horas de ayer, la escultura dio el primer paso para su reubicación
en el lugar que ocupó originalmennte, al ser develada, el 21 de
agosto de 1887, tras ser concluida por el escultor Miguel Noreña.
La operación para bajar la estatua, con una grúa,
y llevarla al campamento sobre la plataforma de un tráiler, se prolongó
por poco más de dos horas, tiempo en el que no fue necesario cerrar
ninguna de las dos vialidades.
Sólo un grupo de 11 personas que dijeron pertenecer
al movimiento Rescatemos Reforma protestó en el lugar y realizó
bloqueos intermitentes, sin pretender impedir el traslado.
El resto, alrededor de 300 personas, eran trabajadores,
funcionarios de distintas dependencias del gobierno local y federal, personal
de Seguridad Pública, reporteros y gente que pasaba por el lugar.
Los trabajos se anunciaron apenas seis horas antes, en la conferencia de
prensa del mandatario capitalino.
No faltaron quienes acudieran equipados con cámaras
de video y fotográficas para capturar la imagen del recuerdo, con
la escultura fuera de su sitio de fondo; no importa que estuviera completamente
cubierta en hule, para protegerla en el traslado.
Los secretarios de Turismo, Julieta Campos, y de Obras
y Servicios, César Buenrostro, así como el director general
de Programas Estratégicos de la primera dependencia, Francisco Ruiz,
encabezaron las maniobras, bajo la supervisión del director de licencias
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Dionisio
Zavaleta.
Buenrostro reveló que la escultura no estaba bien
atracada, sólo tenía cuatro pernos y al empujarla se balanceaba;
"por fortuna no se cayó".
El monumento está "bastante deteriorado"
Ahora quedará en manos del restaurador Ricardo
Prado Núñez, académico de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de
la Sociedad Mexicana de Arquitectos y Restauradores, quien diagnosticó
un estado "bastante deteriorado" de la escultura, debido al descuido durante
su traslado de 1949, y el ácido sulfúrico que se adhiere
al bronce -material del que está hecha la escultura- que se produce
al mezclarse el agua de lluvia con los contaminantes que generan los vehículos.
Explicó que además de la estatua se restaurarán
otras 14 piezas: una placa con el bajorrelieve de la prisión de
Cuauhtémoc, obra también de Noreña; cuatro representaciones,
de caballeros águila, caballeros tigre y de macehuales; otra placa,
del tormento del emperador azteca, realizada por el escultor Gabriel Guerra,
y ocho jaguares con penacho, obra de Epitacio Calvo.
El traslado de la base, informó por su parte Zavaleta,
podría realizarse el próximo fin de semana o el siguiente,
considerando que el seguro que se adquirió ante posibles daños
en la operación tiene vigencia de sólo 15 días.
ESTRATEGICO REPLIEGUE DEL EMPERADOR La estatua de Cuauhtémoc dejó el pedestal que la encumbró durante 55 años en el cruce de las avenidas Insurgentes y Reforma al ser trasladada a un campamento instalado a 300 metros de distancia, donde será sometida a un proceso de limpieza y restauración durante los próximos tres meses. El acto no implicó protocolo alguno, más allá de un ritual prehispánico con humo de copal, sonido de concha, ramos de dalias e invocaciones FOTO GUILLERMO SOLOGUREN
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