México D.F. Lunes 26 de julio de 2004
Se debe reformar la Constitución en beneficio de 12 millones de indígenas, recomiendan
En Chiapas, todas las condiciones para que resurja la violencia: legisladores
ENRIQUE MENDEZ
Diputados de las comisiones de Asuntos Indígenas y de Concordia y Pacificación (Cocopa) alertaron sobre el "clima adverso, con todos los ingredientes", entre ellos patrullajes del Ejército y presencia de paramilitares en las zonas de influencia del EZLN, que podría ocasionar un brote de violencia en Chiapas.
Los legisladores Bernardino Ramos y José Luis Cabrera también señalaron que el Ejecutivo y el Congreso están, quizá, ante su última oportunidad de impulsar y concretar una verdadera reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas, que dé plena autonomía a los pueblos y les otorgue derechos políticos, económicos y sociales.
Ambos integrantes de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) citaron un documento del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas AC, el cual señala una serie de focos rojos en esa entidad por el resurgimiento de grupos paramilitares que hostigan a la población que forma parte de las bases zapatistas.
"La única forma de apagar los focos rojos que existen no sólo en Chiapas, sino en prácticamente todas las zonas del país donde hay población indígena, es cambiando el actual marco constitucional, ya que la reforma de 2001 ha demostrado que no resolvió los problemas de 12 millones de mexicanos y sólo fue un fiasco", dijo Ramos Iturbide.
También lamentó que a cuatro años de haberse iniciado el gobierno de Vicente Fox, sus compromisos de campaña en favor de los indígenas hayan quedado en el olvido, como su discurso de que en 15 minutos podía resolver el conflicto entre el EZLN y el gobierno federal.
"Mientras que en el Congreso de la Unión se debaten temas como la reforma de la Ley del Seguro Social, ya nadie se acuerda de la existencia de 12 millones de indígenas, que viven en su mayoría sin acceso a servicios médicos, en situación de pobreza extrema, relegados de la política y aniquilados por el modelo económico", dijo.
Por ello, todo sigue igual para los indígenas que son explotados en los campos agrícolas no sólo de México, sino ahora también en Estados Unidos; no tienen acceso a los medios de comunicación y su participación política es marginal, casi siempre al amparo de caciques, explicó.
Planteó que, como entre 2005 y 2006 el clima electoral hará imposible que los partidos se centren en otros temas, es imprescindible que "la reforma de la reforma indígena" se discuta en el próximo periodo ordinario de sesiones.
Su compañero de bancada, José Luis Cabrera, comentó que en el estudio se hace referencia a un incremento en el consumo de alcohol, solapado por el gobierno estatal y caciques, así como patrullaje intenso de militares en zonas zapatistas.
"Se advierte un clima adverso, con todos los ingredientes para conflictos y violencia, no sólo por las situaciones señaladas, sino otras como el tema de las presas de la Comisión Federal de Electricidad, nuevos grupos de desplazados y el nulo interés del gobierno estatal por resolver conflictos entre comunidades originados por cuestiones religiosas, de la tierra e incluso del agua", declaró.
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