En Cuba "vivimos sanos; morimos como ricos"

La longevidad es hoy habitual en la isla gracias a los avances médicos

BLANCHE PETRICH

Los avances médicos destinados a desarrollar estrategias para vivir por más tiempo con mayor calidad no tienen por qué ser privativos de los países ricos ni para las clases privilegiadas. En Cuba la neuromedicina ha logrado perfeccionar esta área, que resume el antiguo anhelo de combatir los efectos del paso del tiempo en el cuerpo humano. Esto se refleja en las estadísticas demográficas, que registran un incremento de esperanza de vida con índices que alcanzan niveles de primer mundo, con un promedio de 70 años.

Este adelanto de la ciencia médica cubana es uno más de los servicios que desde hace 14 años la isla ofrece al mercado del llamado "turismo de salud". Se denomina Rebioger. Es apenas una de las áreas del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren), que aplica programas de rehabilitación únicos en el mundo.

Desde que entró en funcionamiento han pasado por el Ciren más de 16 mil pacientes -90 por ciento mexicanos- de 76 países. Además de la clínica Rebioger, la de la utopía de la fuente de la eterna juventud, el centro cuenta con cuatro clínicas especializadas. Una atiende a niños con parálisis cerebral infantil; otra, casos de epilepsia, lesiones medulares y esclerosis múltiples. En una tercera, los trastornos del movimiento y la neurorregeneración (como el Parkinson), las lesiones estáticas del movimiento no progresivas y las enfermedades cerebrovasculares.

El director ejecutivo del Ciren, Emilio Villa Acosta, asegura que, a pesar de su alto nivel de desarrollo y su reconocimiento internacional, el centro no es "la" gran estrella de la escuela médica cubana. "Es apenas una de las 38 instituciones del polo científico del oeste de La Habana. De hecho, la neurociencia es tan reconocida como otras áreas: la ortopedia, la oftamología, la cardiología, la nefrología y la endocrinología, todas ellas puntos de referencia en la Organización Mundial de la Salud.

"Si habláramos de una gran estrella, ésta sería el logro de la revolución cubana de hacer de Cuba un país de ciencia, con una masa crítica de científicos e investigadores en sólo 45 años."

La clínica Rebioger, que cumple una década de servicios y es dirigida por el médico Roidel Alessandrini, está diseñada para pacientes mayores de 30 años con factores de riesgo de envejecimiento prematuro. Su objetivo, resume Alessandrini, es "vivir más, con más calidad".

Y parte de un largo periodo de investigaciones que lograron determinar que el proceso de envejecimiento -síntomas como trastornos de la memoria, déficit de concentración, reducción del deseo sexual, pérdida de sueño, deshidratación- se debe en 35 por ciento a factores genéticos y 60 por ciento a causas ambientales, por la acción de los radicales libres.

Los pacientes que acuden a esta clínica pasan por una primera evaluación que determina los niveles de deterioro, cómo detenerlo y cómo recuperarse. Los tratamientos combinan dietas, medicación con antioxidantes, aplicación de productos dermocosméticos, entrenamiento cognoscitivo y sicológico del paciente. También se recibe entrenamiento para el desarrollo de capacidades físicas generales, ozonoterapia y algunos recursos de la medicina tradicional china.

-ƑEs posible rejuvenecer?

-Lo que hacemos es retardar el proceso de envejecimiento. Sí, de alguna manera es rejuvenecer porque muchas capacidades físicas del paciente vuelven a salir a flote después de ser tratados.

"Con el paso del tiempo y los procesos de oxidación del cuerpo -explica el especialista- llega una caravana de males: desmemoria, falta de concentración, impotencia sexual, acumulación de grasas, gota, tiroides, ansiedad, depresión y osteoporosis."

En un primer acercamiento los médicos del Ciren advierten contra las falsas ilusiones o expectativas demasiado altas. Antes de ser remitidos al Ciren en La Habana, la clínica de esta institución en México, a cargo de la doctora Irina Wilkins, hace una evaluación inicial. "Aquí no engañamos a nadie -dice ella- y desde el inicio tratamos de evitar de que llegue gente con expectativas inalcanzables."

No todos los trastornos relacionados con el envejecimiento son tratados en el Ciren. Por ejemplo, la depresión sólo se aborda en casos menores. La pérdida de memoria puede tener un origen distinto al envejecimiento. Hay síndromes, como el de la demencia, que no son tratables. Y otros trastornos de la tiroides requieren otra atención.

Los avances en revertir otros procesos, por el contrario, son alentadores. Uno es el tratamiento de la osteoporosis, pérdida de masa ósea que hace algunos años se consideraba tratamiento complicado. En el Ciren el remedio se enfoca con nuevos hábitos alimentarios, ejercicios, exposición al sol y dosis de calcio.

El paciente mexicano presenta con frecuencia sintomatologías complicadas, consecuencia de estilos de vida determinados: trastornos metabólicos y gástricos, altos índices de colesterol y triglicéridos y lo que se conoce como estrés.

Visto desde un mundo donde prevalecen los modelos de medicina comercial y "privada", este programa parecería diseñado para reducir el proceso del envejecimiento en determinadas clases sociales, no precisamente populares, donde las prioridades son otras. Pero Alessandrini aclara que en su origen, Rebioger no fue pensado para ser comercializado, sino para toda la población. "En la sociedad cubana los programas de Rebioger están incluidos prácticamente en todos los servicios médicos. En el país tenemos el más alto nivel de atención médica por habitante de América Latina (163 habitantes por cada médico). En consecuencia, el hipertenso, el diabético, el adulto mayor, todos tienen los servicios contemplados en este programa aunque no se llame específicamente Rebioger."

Otras prácticas han contribuido a elevar la calidad de vida en los adultos mayores: un amplio espectro de enfermedades han sido erradicadas, el acceso a las intervenciones de mínimo impacto es general, hay un auge de trasplantes. En suma, somos pobres pero nos morimos como ricos. "Como muestra un botón. Son tantos los ciudadanos longevos, que se ha creado el Club de los 120 años. Para nosotros, eso es normal."

ƑCómo surgió el Ciren?

Villa Acosta refiere que en la década de los 80 el desarrollo de las neurociencias inició un despegue importante en las escuelas médicas más avanzadas del mundo, incluida la de Cuba. Los neurólogos de la isla se enfocaron en un desarrollo integral que no sólo atendía las enfermedades, sino que pretendía el desarrollo de un equipo médico de excelencia para esa rama y la investigación sobre las actividades básicas del cerebro.

En 1987 la operación a un enfermo de Parkinson en La Habana, un trasplante de células cerebrales realizado por los médicos mexicanos Madrazo y René Drucker, marcó un hito en esta evolución. Al año siguiente -febrero de 1989- se puso en práctica el concepto de rehabilitación integral, una forma totalmente novedosa de atender a los pacientes.

Ese fue el nacimiento del centro, donde se aplican programas de rehabilitación únicos en el mundo.

Su director ejecutivo explica que ahí se aplican los nuevos conceptos de neuroplastia cerebral. "El cerebro -explica- es un órgano redundante. Para recuperar la actividad cerebral de un paciente que ha sufrido una agresión se crean nuevas conexiones colaterales para que el hemisferio contrario del cerebro asuma las funciones del área afectada."

Este complejo hospitalario reúne condiciones para otorgar al paciente siete horas diarias de rehabilitación, de lunes a viernes, y tres horas los sábados. En el proceso entra en acción un equipo interdisciplinario de áreas médicas y no médicas dirigido en todo momento por un neurólogo. Después de la evaluación, se inicia el trabajo de rehabilitación actuando sobre los déficits que sufra el paciente en los órdenes sensitivo, cognoscitivo, intelectual y motor. A partir de ahí se diseña un programa personalizado donde se aprovecha la experiencia del neurólogo jefe con miles de casos tratados en combinación con lo mejor de la escuela médica deportiva, con maestros de educación física, y lo mejor de la rehabilitación de pacientes con algún tipo de minusvalía.

Además se realizan intervenciones quirúrgicas de mínimo acceso con una técnica desarrollada por médicos cubanos, basada en el "marco estereotóxico", es decir, la proyección de una imagen tomada por un tomógrafo de frente, lado y profundidad que permite identificar áreas dañadas. Esta área es la primera en el mundo que aplica el tratamiento de lesiones cerebrales mediante lo que llaman una cirugía funcional o subtalamotomía dorso lateral selectiva.

Terapeutas, entrenadores, enfermeros y médicos trabajan 10 horas diarias y todo el tratamiento se recibe en el mismo centro, fruto de una experiencia que ha sabido mezclar capacidades científicas y laborales, lo que ofrece un modelo no repetible en el mundo.

Otra área del Ciren es la de Neurorehabilitación Multifactorial Intensiva, donde funcionan dos programas: cuatro clínicas especializadas y el área de restauración biológica general, que estudia y trata los procesos de envejecimiento.

En esta área se han desarrollado importantes auxiliares para quienes padecen mal de Parkinson. "El pronóstico para los enfermos de este trastorno neurológico es muy distinto al que había hace 20 años, mucho más alentador, con una amplia gama de opciones para que los pacientes conserven habilidades y tengan mucho mejor calidad de vida. Nuevos medicamentos pueden ser usados como alternativa cuando los tratamientos farmacéuticos usados por más de 10 años pierden efectividad o incluso llegan a ser tóxicos. En el Ciren se han practicado más de 500 intervenciones de este tipo."

Otro de los tratamientos reconocidos es para pacientes con Alzheimer, aunque Villa Acosta aclara: "aquí, como en el resto del mundo, este mal sigue sin cura".