Mayoriteo de PRI-PAN-PVEM para realizar el periodo extra

La reforma del IMSS, una "cobardía": Pablo Gómez

Ni en el siglo XIX se vio un abuso laboral semejante, afirma el perredista

ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS

La iniciativa de reformas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) "es una cobardía y el Congreso no tiene derecho a actuar de esa manera", señaló el diputado perredista Pablo Gómez, en un último intento por evitar que el proyecto se incluyera en el periodo extraordinario que habrá de iniciar este viernes. Todo fue inútil.

La mayoría PRI-PAN-PVEM se impuso y la Comisión Permanente aprobó citar a ese periodo de sesiones extraordinario a partir de mañana, cuando además se desahogará un paquete de iniciativas en materia de seguridad pública y combate a la criminalidad. Quedó fuera la propuesta del PRD de incluir los cambios al formato del Informe presidencial, que obligarían al Ejecutivo a escuchar las posturas de los partidos.

La discusión se prolongó por más de dos horas y se centró en este asunto y en las reformas a la Ley del Seguro Social. Los perredistas Pablo Gómez y Jesús Ortega argumentaron una y otra vez sobre la responsabilidad de legislar con tanta premura una iniciativa cuestionada de origen, que es inconstitucional, pasa por encima de derechos obreros, no resuelve el problema financiero del instituto y es sólo un amago contra el sindicato.

Los priístas no quisieron entrar a la discusión. Al fijar posturas, el senador César Camacho Quiroz planteó no adelantar el debate de fondo, mientras el diputado panista Germán Martínez Cázares dejó claro que su bancada respalda ese proyecto y no se prestará "a chantaje, presión o ningún alegato de violencia".

Se refería a los gritos y consignas de los trabajadores del IMSS y de otros gremios solidarios que desde muy temprano instalaron un plantón fuera del recinto senatorial -donde sesionó la Permanente- y al llamado del diputado Gómez a los legisladores del PRI, "e incluso a los del PAN", a no aprobar un dictamen "que es absolutamente inconstitucional".

El perredista recalcó que ni en el siglo XIX se vio una injusticia laboral como la que se pretende cometer ahora de que sean los trabajadores los que paguen sus pensiones, sin que el patrón tenga obligación de aportar nada, pero con la facultad de administrar los fondos de los sindicalizados. "Es una aberración no sólo jurídica, sino también política y social", expresó.

Pretender modificar un contrato colectivo de trabajo mediante una ley es absolutamente inconstitucional, insistió. Martínez Cázares intentó refutarlo, pero sólo atinó a señalar que quien ponga en duda la legalidad del dictamen aprobado en San Lázaro puede acudir a la acción de inconstitucionalidad.

El diputado del PT Oscar González Yáñez preguntó por qué si tanto se ha aludido en el Congreso a la marcha en contra de la inseguridad, que se llevó a cabo a finales de junio, se pretende no atender las movilizaciones de los trabajadores del Seguro Social.

En medio de alegatos sobre el procedimiento, se decidió votar, en lo general, la propuesta de citar a un periodo extraordinario de sesiones, dejando fuera la discusión sobre los temas a tratar. Se aprobó y comenzó el debate sobre no incluir la reforma a la Ley del Seguro Social, propuesta ésta del perredista Jesús Ortega.

De nuevo en tribuna, Pablo Gómez preguntó a los priístas si después de reformar la Ley del Seguro Social van a permitir también que se modifiquen las pensiones de los petroleros o los electricistas. Pero hay "algo más feo", añadió, un acto "cobarde", al pretender echar la culpa de la crisis financiera de la institución a los trabajadores del IMSS.

Nadie ha hablado, dijo, de los sueldos de los altos funcionarios; del director, Santiago Levy, quien gana más que el Presidente de la República. "Toda la culpa se la quieren echar a los médicos, paramédicos, enfermeras, al personal técnico. Y vean sus sueldos: no son para enorgullecer. Eso no se vale. šEs una cobardía y el Congreso no tiene derecho a actuar de esa manera", subrayó.

No hubo eco. La propuesta de sacar de la agenda la reforma del Seguro Social no fue aprobada. Lo que pasó sin problemas y sin discusión fue el paquete de iniciativas en materia de seguridad: se aprobó incluir, a petición del senador Carlos Chaurand, modificaciones encaminadas a combatir el narcomenudeo.

El PRD fracasó también en el intento de que se incluyera en la agenda del periodo extraordinario la minuta, aprobada ya en la Cámara de Diputados, para reformar el artículo 7 de la Ley Orgánica del Congreso, con miras a cambiar el formato del Informe presidencial, con el propósito de que el Ejecutivo escuche las posturas de los partidos.

Los panistas se opusieron, como lo hicieron un día antes en la reunión de comisiones, y por ello, aunque los senadores y diputados del PRI respaldaron la iniciativa, no pudo pasar, toda vez que se requerían dos terceras partes de los votos de los presentes. Faltaba un solo sufragio y Pablo Gómez recalcó en tribuna la incongruencia de los blanquiazules, quienes argumentaron que mejor se llevara el tema al periodo ordinario de septiembre, ya que se requiere una reforma integral.

"Tienen el síndrome de La Chimoltrufia: un día dicen sí y otro no", los fustigó, pero Diego Fernández de Cevallos, quien aguantó toda la sesión -lo que es extraño en él-, sólo respondió que con "provocaciones, vulgaridades y majaderías" no lograría el voto del PAN.

En ese contexto, la Permanente citó a reunión general de Congreso para este viernes 30, a las 12 horas, cuando se abriría el periodo extraordinario. La clausura será "una vez que ambas cámaras determinen que han sido tratados los temas".