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México D.F. Jueves 29 de julio de 2004
Periodistas, las estrellas más importantes
en Boston, pero sólo los de la televisión
Una Convención Nacional Demócrata que
bien parece premier de Hollywood
Los delegados negocian, arman alianzas y denuncian a
enemigos entre fiestas y bebidas
JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Boston,
28 de julio. En la capital de las donas y de las máximas casas
de estudio donde se dice que se han formado la mayoría de los líderes
mundiales, se realiza lo que se considera como uno de los grandes actos
democráticos de este país donde a veces hay extensas pruebas
del alimento preferido bostoniano, pero pocas de su fama como fábrica
de nuevas ideas.
El Fleet Center, la arena donde se realiza esta Convención,
es sede del legendario equipo de basquetbol profesional, los Celtics, entre
otros. Ahora parece una fortaleza bajo sitio, donde cada día empezando
a las cuatro de la tarde y hasta las once de la noche, se festejan a sí
mismos los demócratas. Aunque el mensaje y todo los que ocurre en
el escenario está estrictamente controlado, la moda no, y hay de
todo.
Por alguna razón, muchos delegados de los dos partidos
deciden abandonar su identidad de adultos y se disfrazan con sacos, corbatas,
vestidos y sombreros infantiles con los colores de la bandera, con símbolos
del partido, decorados por miles de botones y calcomanías. Hay otros
que llegan con toda la familia, como si fuera una de esas vacaciones que
en lugar de ir a Disneylandia, decidieron llegar aquí.
Pero también hay quienes piensan que es un desfile
de modas, o un estreno de gala de Hollywood. Tal vez tengan razón
-hay estrellas que entran y salen de aquí, y que van a las incontables
fiestas en las noches. Hoy llegó Mathew Broderick, y siguen por
aquí y allá Ben Affleck, Richard Dreyfuss, Natalie Portman,
Bono (que ni puede votar aquí) y decenas de nombres más que
llenan las columnas de sociales y de chismes todos los días de la
Convención. Esas notas, a veces, son mucho más leídas
que las de lo sucedido en el podio.
También se pasean y saludan las estrellas políticas
y las estrellas más importantes de estos actos: los locutores de
los noticieros nacionales. Dan Rather de CBS, Tom Brokaw de NBC, Ted Koppel
de ABC, Larry King de CNN y los reporteros nacionales de televisión
son seguidos por admiradores que piden opiniones, autógrafos y fotos.
Por fin, un lugar donde todo está al revés, y los periodistas
son las estrellas (desafortunadamente sólo los de la tele, y no
los que insisten en la palabra impresa).
Aquí, detrás del escenario proyectado por
la tele, trabajan furiosamente los que distribuyen banderitas, pancartas,
con un sincronismo coreografiado para cada parte del programa. Los pasillos
se llenan, como arterias, de periodistas, estrellas, generales, legisladores,
guardias, voluntarios que van y vienen para aportar el oxigeno a este espectáculo.
Claro, la propaganda inunda el lugar y hay de todo, botones
y calcomanías que dicen "Clinton mintió, pero nadie murió";
"Bush, estás despedido" o "Soy una patriota de paz". Es una ciudad
demócrata, por tradición. No sólo el clan Kennedy,
sino una larga lista de políticos prominentes de este partido surgen
de aquí como el presidente de la Cámara durante años
Tip O'Neill y el distinguido y combatiente legislador Barney Frank, el
primer legislador abiertamente gay.
En las noches, las fiestas de diferentes agrupaciones
del partido ofrecen música, bebida y más para continuar la
celebración y, claro, negociar, armar alianzas, o denunciar a enemigos
internos. Algunas de las fiestas son exclusivas, otras no. No es que existan
divisiones al interior del partido, sólo que unos son, como dice
el dicho, más iguales que otros (y tienen más lana que ofrecer,
o sea, la sangre de una elección).
En Boston hay mil 50 tiendas de donas, lo que resulta
ser una tienda de donas por cada 5 mil 750 residentes, casi ocho veces
el promedio nacional. Nadie sabe explicarlo. También hay quienes
dicen que la mayoría de los líderes mundiales han sido educados
en las universidades de Boston -Harvard, MIT, Boston University, Boston
Collage, Tufts, y otras más que están concentradas dentro
y en los alrededores de esta ciudad-, pero dado el estado del mundo, si
eso es cierto, no necesariamente es algo que presumir.
Se dice que tal vez el producto principal que exporta
Boston son las ideas y que todos comen donas. Desde aquí adentro
de la Convención y sus alrededores, se puede confirmar lo segundo,
pero hasta el momento se sigue esperando la llegada de las nuevas ideas
a este evento.
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