México D.F. Viernes 30 de julio de 2004
Carlos Monsiváis disecciona al artífice
de una obra que se mantiene vigente
Novo se implanta como ''paisaje de época y celebración
de lo marginal''
En momentos de disminución sensible de la lectura,
conserva su enorme legibilidad, señala
Un público fiel y gozoso incorpora patrimonialmente
la ironía del maese, dice el ensayista
ANGEL VARGAS
Señala Carlos Monsiváis: ''Se puede decir
que Salvador Novo, sin ser un escritor popular, sí es un secreto
a grandes voces, y que, además, el personaje se ha implantado como
paisaje de época y celebración de lo marginal".
De esa manera, el escritor y periodista refrenda la vigencia
de la vida y la obra de quien fue uno de los pilares de las letras del
siglo XX mexicano, controvertido por su personalidad y respetado por los
grandes dotes de su pluma, talento e ingenio.
En el contexto del centenario del natalicio de Novo, que
hoy se cumple, Monsiváis comparte en entrevista con La Jornada
algunas consideraciones sobre el significado de la existencia y el quehacer
de aquel prolífico cronista, poeta, dramaturgo y publicista de prosa
''enérgica" y ''divertida".
Lo hace con el conocimiento propio del alumno, como uno
de los mayores estudiosos de ese personaje y como autor de Salvador
Novo. Lo marginal en el centro.
Este libro, editado por Era, es una crónica biográfica
que propone, según se apunta en la contraportada, ''un acercamiento
muy documentado a una figura excepcional en su valentía personal
y literaria y en su transformación al cinismo y el descaro en la
defensa extraordinariamente inteligente de su derecho a la diferencia".
Aprecio sectorial
-Teniendo
como telón de fondo el centenario de Novo, ¿considera usted
que la figura de éste es valorada a cabalidad y en su justa dimensión
en las diversas vertientes que desarrolló?
-Por distintas razones (de difusión aceptable de
la obra, de reconsideración de la poesía satírica,
de valoración de la prosa por encima del carácter ''noticioso"
de la crónica, de visión por entero distinta del significado
de las minorías sexuales), la obra y la figura de Salvador Novo
mantienen su vigencia y, hasta donde es posible en un momento de disminución
sensible de la lectura, el aprecio de su enorme legibilidad.
''Es todavía reducido el número de lectores,
pero otro tanto se puede decir de grandes escritores mexicanos porque está
extendido el fenómeno del aprecio muy sectorial de escritores valiosos.
''No se han leído suficientemente sus crónicas,
ya disponibles en muy buena medida en las ediciones del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes y el Fondo de Cultura Económica; el
teatro se representa ocasionalmente y salvo los Diálogos
y El tercer Fausto no está a la altura del resto de la obra,
y la poesía se lee y en el caso de los poemas de la falsa confesión
y la verdadera transgresión, han alcanzado un público antes
inimaginable.
''En fin, que se puede decir que Novo, sin ser un escritor
popular, sí es un secreto a grandes voces, y que, además,
el personaje se ha implantado como paisaje de época y celebración
de lo marginal.''
Prosa enérgica, divertida, barroca
-¿Sigue siendo Novo ''lo marginal en el centro",
como afirma usted en el título de tu libro?
-Quizás ahora tendría que decir ''Lo no
tan marginal en el no tan céntrico". El antiguo centro ya no se
sostiene y lo marginal absoluto de antes gana batallas jurídicas
y culturales, realiza grandes marchas anuales en el mundo entero, dice
su nombre a la menor insinuación y es una presencia irreversible.
''Desde luego, la comunidad a la que Novo pertenece, tal
vez muy a su pesar porque nunca creyó en causas ni militancias,
no está en el centro ni tiene sentido que lo esté, pero el
avance de sus derechos es inequívoco aunque parcial.
''Si ya los panistas incluyen entre sus malas palabras
'homofobia', es también cierto que no han cesado los crímenes
de odio, persiste la discriminación (véase lo que sucede
con la pandemia del sida), y en las regiones aún se requiere la
doble vida. Pero en conjunto lo obtenido todavía hace 20 años
era inconcebible."
-¿Cuáles son, en su opinión, los
legados de Salvador Novo para el México de 2004?
-El gran legado es lo que el concepto ''Salvador Novo"
engloba: una prosa enérgica, divertida, renovada, barroca; una poesía
de múltiples facetas; una mirada sobre la ética liberal en
el país del capitalismo salvaje sin conciencia de culpa; un testimonio
único sobre la condición gay en el México de la primera
mitad del siglo XX (su crónica autobiográfica La estatua
de sal y sus sonetos en contra y a favor de sí mismo); una actitud
de desafío que mantiene casi intacta por tres décadas; una
poesía de la confesión aparente y del orgullo al cabo de
todas las proclamaciones de derrota. Y a esta enumeración del legado,
agréganse las vivencias de cada uno de los lectores."
Interés por una vida
-¿Hasta qué punto la personalidad controvertida
y excéntrica del cronista y poeta mantiene hasta la fecha subyugadas
sus diversas facetas como creador y en general su obra?
-Durante mucho tiempo, la personalidad extravagante de
Novo, su serie de ''provocaciones", semiocultaron la gran calidad de su
obra, pero nunca del todo. Siempre se dio, y en continuo acrecentamiento,
un público fiel y gozoso, que incorporó patrimonialmente
la ironía de maese Novo.
''Y ni todos los anillos ni todas la pelucas ni todos
los sonetos de la normalización de la burla de sí, evitan
la admiración por una obra, y el interés por una vida que
dista de ser ejemplar pero desde una perspectiva a la que todavía
se sustentaba hace 20 años y desde luego antes de Stonewall. Novo
el excluido me parece ejemplar; Novo el incluido me interesa menos."
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