A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Relámpagos de agosto. Pluralidad por goteo

LA SEGURIDAD SOCIAL NO es un privilegio: es un derecho. Y lo dijo John Kerry en la convención del Partido Demócrata, en la que los oradores reivindicaron el concepto liberal y, por fin, se burlaron de quienes manipularon para hacer de esa palabra un insulto. No hablo de los de nuestro neoliberalismo ni de los devaneos adverbiales de la globalifobia y alergias sucedáneas: Juárez era liberal. Y Ponciano Arriaga. Y Melchor Ocampo. Y el Nigromante. Los reaccionarios, "que tambien son mexicanos", diría el de Guelatao una vez restaurada la República, gobiernan aquí. Allende el Bravo se dicen "neoconservadores" y esgrimen las tesis de conmoción y pavor entre prédicas santurronas de fundamentalistas renacidos.

EN BOSTON, LOS demócratas reivindicaron tambien su bandera y negaron que el patriotismo sea patrimonio exclusivo de los republicanos, de partido alguno. "La disidencia no es terrorismo", decía una de las pancartas hechizas. John Kerry les recetó una dosis de tolerancia, dedicándoles unas palabras de Abraham Lincoln: "no me atrevería a decir que Dios está de nuestro lado, pero quisiera poder decir que nosotros estamos de su lado". Si la conmoción y el pavor se revierten contra quienes hicieron la guerra en Irak con soberbia imperial, con imprudencia unilateral, los republicanos pueden perder las elecciones este año y los neoconservadores de la corte de George W. Bush se irán al basurero de la historia. Todavía hay mucho lugar.

EN IRAK, LA democracia por antonomasia se convierte en ejército de ocupación; la primera república moderna se dedica al colonial ejercicio de "civilizar", de "democratizar"; a la tarea de nation building. La que emprendida al sur del río Grande, única frontera entre el primero y tercer mundo de los sueños win-win de acceder a la modernidad con el simple expediente de privatizar todo, abrió la caja de Pandora. La pluralidad partidista, logro y portento de la reforma del Estado que se empantanó en la reforma electoral, se desangra por goteo. A la mitad del camino de la alternancia, las izquierdas sin rumbo que apuestan al encumbramiento por encuestas de Andrés Manuel López Obrador, denuncian complot de la ultraderecha, aseguran que se han coludido el PAN y el PRI para concluir la privatización de lo social.

Y, AL MISMO TIEMPO, hacen alianzas electorales con el PAN en Chihuahua, en Oaxaca, en toda la geografía nacional. Claro como el lodo, decía Norbert Gutterman. La pluralidad se desintegra por goteo. Fray Betto, periodista, escritor y colaborador del gobierno de Lula en Brasil, dice que la democratización es hacerse entender.

LA SEGURIDAD SOCIAL no es un privilegio, es un derecho. Los mexicanos constituimos el formidable instituto durante el gobierno de Manuel Avila Camacho. No era el último de los presidentes militares. Era el primero en hacer efectivo el derecho de los mexicanos a la seguridad social. Con la apertura económica y la cerrazón tecnocrática se impuso la ética de mercaderes. Las crisis recurrentes multiplicaron geométricamente el desempleo; las clases medias se proletarizaron. Menos empleados igual a menos ingresos por cotizaciones laborales y patronales. Y la clase media olvidó la pretensión aristocratizante, acudió al Seguro y se multiplicó la demanda de servicios. Menos ingresos y mayores gastos para atender a los derechohabientes.

A MILLONES, EN cuenta los que recibían atención solidaria en las zonas rurales, en el campo de la pobreza que no admite cuentas alegres de clasismo insultante para el que el derecho a la seguridad social es asunto de la filantropía. Quienes se niegan a hacerse entender debatían una fantasiosa privatización del IMSS. Entidad integrada y representada por un consejo tripartita de trabajadores, patrones y funcionarios del gobierno. Crece el desempleo y las reformas del sexenio zedillista fueron juego de birlibirloque para trasladar las pensiones de los jubilados al sistema de intermediación financiera privado y luego desnacionalizado. A salvo las cuentas individuales. Al diablo las cuentas de la solidaridad generacional. Como Humpty Dumpty, la solidaridad quiere decir lo que ellos quieran que quiera decir.

ES UN DERECHO. Y quienes no saben o no quieren hacerse entender, se empeñaron en presentar el dilema como un vicio de "la aristocracia laboral", que al amparo del sindicalismo ganaba más que el resto de los trabajadores, y se jubilaba en menos años y con mayores ingresos que los demás. Con razón dicen las cuentas del INEGI que pierden los ricos y pierden los pobres, que no crece el empleo y dependemos cada vez más de las remesas de dólares que envían los que emigran en busca de esperanza, pero que a pesar de eso o gracias a eso mismo, se ha reducido el número de mexicanos que sobrevive en la pobreza extrema. ƑSe hacen entender? ƑSe puede creer en ese juego de abalorios?

LA SEGURIDAD SOCIAL es un derecho. Y los trabajadores sindicalizados del IMSS no son unos privilegiados. No hay tal aristocracia obrera. La justicia social, lema del viejo PRI, persigue la mejoría de los más y no la condena de aquellos que lograron mejores condiciones laborales y pensiones dignas para su retiro. La pirámide demográfica nos jugó una mala pasada. Cuando llegan más mexicanos a incorporarse a la fuerza de trabajo no hay empleos para ellos. El viernes aprobaron los diputados federales las reformas a la Ley del Seguro Social, que impondrán la obligación de destinar las cuotas que cobre a sus agremiados a proporcionar servicios, medicinas, equipos y atención a los derechohabientes; para los trabajadores de nuevo ingreso, plazo más largo para jubilarse y la integración de un fondo, aportado por el gobierno federal, para asegurar el pago de sus pensiones.

PABLO GOMEZ TRATO de hacerse entender y propuso una moción suspensiva. Enrique Burgos, cetemista, político dispuesto a la concertación, trató de hacerse entender: no se reducía, no se eliminaba una sola de las conquistas llevadas al contrato colectivo. Las medidas propuestas no remedian los males que aquejan al IMSS, pero permitirían resistir en tanto llegan la recuperación de la economía, más empleos y más cotizaciones. La iniciativa se aprobó con más de 300 votos en favor y algo más de un ciento en contra. Y se envió al Senado, donde no van a lograr hacerse entender. Manuel Bartlett dio voz a la memoria colectiva: no es un privilegio, es un derecho. Los relámpagos de agosto anuncian tormenta y Enrique Jackson ya no podrá ver llover y no mojarse.

CON LOS IDUS DE abril llegó un decreto presidencial sobre las facultades del Congreso de la Unión "para expedir leyes en materia de seguridad nacional." Y en 15 días el Senado aprobó una ley de seguridad nacional. Cayó del cielo el periodo extraordinario para la del Seguro Social y se incluyó la de seguridad nacional. Vicente Fox desde las sombras, Santiago Creel amparado en el secreto y Eduardo Medina Mora optó por leer a Fouché. La iniciativa fue adoptada y presentada por Enrique Jackson y el senador Antonio García Torres. A la mitad del camino, con el alternante en jaque y Enrique Jackson en plena lid por el mítico grial de la restauración del viejo orden, la ley de seguridad nacional trasplantada del huerto neoconservador y con injertos del autoritarismo nativo, se quedará en la congeladora.

EL ESPIONAJE NO saldrá del frío. Enrique Jackson, a salvo en su escaño, es observador activo en el combate intestino del PRI. Al de Sinaloa lo incluyen entre los aspirantes a la candidatura para las elecciones presidenciales de 2006. Pero en el PRI no hay desintegración por goteo: hay una hemorragia. A Jackson lo ubican entre los comprometidos por el legado del doctor Zedillo. Junto a Diódoro Carrasco Altamirano, secretario que fuera de Gobernación y quien alguna vez expusiera sus temores porque Vicente Fox no acababa de entender la diferencia entre seguridad pública y seguridad nacional. Carrasco Altamirano gobernó Oaxaca y hoy se declara contrario a Ulises Ruiz, candidato del PRI a gobernador del estado, quien pide que lo expulsen del partido "por traidor".

NADA TIENE QUE ver Jackson con la Guelaguetza. Pero no se hacen entender. El candidato del PAN es Gabino Cué. Es tambien candidato del PRD. Y es, como decían antes, "gente de Diódoro Carrasco Altamirano". Y por si no bastara el mal llamado fuego amigo, en Oaxaca disparan desde el centro mismo del Poder Ejecutivo de la Unión. José Murat se empeñó en participar activamente en todos los combates habidos a lo largo de la alternancia, de la transición empantanada en la democratización que nadie entiende y en la que nadie se hace entender. A Vicente Fox lo declaran vencido, "pato muerto", según los medios del norte rico, pregoneros de la nueva ortodoxia que impera y desdeña toda soberanía. Salvo la hiperpotencia, nuestra vecina. Pero no hay peor optimista que quien pudo encarnar al personaje providencial que sacó al PRI de Los Pinos.

EN SORDINA, PERO con la fuerza de Júpiter Tonante que hay en la palabra presidencial, Fox aconseja y graba en piedra el mandamiento cotidiano. La incontinencia retórica del Macabeo abajeño lo precipita a confrontarse con el desaforado activismo de Murat: en la Conago; al lado de Cuauhtémoc Cárdenas contra la privatización del sector eléctrico; en su oposición al Plan Puebla-Panamá; en la incesante guerra intestina por el control de la tutoría del PRI. En sus reclamos contra el centralismo fiscal. En política, el movimiento continuo fatalmente lleva al choque, al conflicto. Y en su peor manifestación, a la violencia. Ya hubo balazos. Murat se dice víctima de un atentado: "autoatentado", responden las filtraciones habituales del gobierno federal. Y ese es litigio que no han ganado todavía la PGR y el Ejecutivo federal desde el poder.

VICENTE FOX RESPONSABILIZO al gobierno de Oaxaca de todo lo que pudiera empañar el proceso electoral. Y ya hubo violencia en Huautla. Y el muy elegante canciller Derbez aterrizó en pista militar para lanzar tibias arengas en favor de Gabino Cué. José Murat respondió con un comunicado tenso y duro, dirigido al Presidente de la República: "ponga en orden su gabinete, señor Presidente; ponga en orden su casa, porque parece que no le hacen caso, señor Presidente... (Póngalo) en la economía, en los problemas que se tienen con los pueblos indígenas y la marginación y la pobreza." Más allá de lo partidario, el gobernador de la entidad denuncia violación de la soberanía de su estado.

NO ES ASUNTO DE seguridad pública, Es cuestión de seguridad nacional. El Instituto Electoral de Oaxaca asumió su condición de autoridad y pidió el auxilio del Ejército para garantizar la paz en el proceso electoral de hoy domingo.

RELAMPAGOS DE AGOSTO. Necesitan hacerse entender antes que estalle la tormenta.