México D.F. Domingo 1 de agosto de 2004
A pesar de los signos de desgaste, el PAN confía repetir en el gobierno, con Reynoso Femat
Prevén analistas triunfo del PRI en la ciudad de Aguascalientes si se da el voto diferenciado
CLAUDIA HERRERA Y CLAUDIO BAÑUELOS ENVIADA Y CORRESPONSAL
Aguascalientes, Ags., 31 de julio. En los días recientes, el PAN apostó por una campaña de medios bautizada como los tres balazos, por la gubernatura, la alcaldía y el Congreso, es decir, el carro completo, como en los tiempos de bonanza del PRI. Pero los analistas consideran que la contienda en la capital, que concentra 70 por ciento de la población, podría dar la sorpresa en favor del priísmo si se da el voto diferenciado, una experiencia inédita en la entidad.
Este domingo, los indecisos, que a escasos días de las elecciones sumaban 27 por ciento en las encuestas, y las posibles altas cifras de abstencionismo (los cálculos iban de 50 a más de 60 por ciento) son los otros factores que juegan en un proceso que también ha estado marcado por denuncias de irregularidades que auguran una segunda etapa en los tribunales.
Tras casi seis años en el poder, el blanquiazul se muestra seguro de repetir con Luis Armando Reynoso Femat, ex edil de Aguascalientes, quien ganó fama porque en su gestión negoció el traslado del equipo de futbol Necaxa al estado, y luego hizo posible la construcción del estadio Victoria. También es visto como un "candidato de imagen", pues enfocó 70 por ciento de su presupuesto a la estrategia mediática, que se ha dedicado a destacar el atractivo físico del candidato.
Por la coalición En Alianza Contigo (PRI, PT y PVEM), se presenta Oscar López Velarde, ex senador integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación para Chiapas y ex presidente de la Fundación Colosio. Llegó con retraso a la disputa electoral luego de la renuncia del madracista Oscar González, quien en mayo pasado acusó a Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI, de haber negociado con el gobernador Felipe González, de extracción panista, apoyos del magisterio para el triunfo de ese partido.
En clara desventaja por la popularidad de Reynoso Femat y las disputas internas en el PRI, este partido enfocó sus baterías en la lucha por la alcaldía de Aguascalientes. Quien la gane, dicen, se puede convertir en una especie de vicegobernador -sobre todo tratándose de la oposición- con posibilidades de disputarle espacios al mandatario en turno.
Las esperanzas priístas fueron alentadas por el bajo perfil de Martín Orozco, candidato panista a edil, de escasa trayectoria en la administración pública estatal y que se ha cobijado en la figura de Reynoso Femat, quien se ha convertido en el gancho del voto, por su popularidad.
A estas alturas, lo que parece más atractivo es la lucha por las 11 alcaldías y 27 diputaciones. Los investigadores en temas electorales de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Andrés Reyes y Alex Caldera, coinciden en que hay probabilidades de que se logren resultados que ayuden a crear contrapesos en este sistema, caracterizado por su bipartidismo. Ambos afirman que el voto diferenciado es una posibilidad real, pero no estadística, porque sólo 5 por ciento de la población lo ha hecho.
El proceso de alternancia en Aguascalientes ocurrió formalmente en 1995, cuando el panista Alfredo Reyes Velázquez, El Mosco, arrebató la alcaldía al PRI, lo que abrió el camino para el ascenso del PAN a la gubernatura, tres años después.
Esa fue la señal del resquebrajamiento del cacicazgo olivarista, que cuatro décadas atrás implantó Enrique Olivares Santana, ex gobernador del estado y ex secretario de Gobernación, que a su muerte dejó en su lugar a su hijo, Héctor Hugo. Para 1995, el PRI también estaba dividido -había pugna entre el salinista Otto Granados y los olivaristas- lo que desembocó en la derrota de Héctor Hugo Olivares Ventura en las elecciones por la gubernatura frente al panista Felipe González, carismático líder empresarial que hizo su fortuna en la venta de abarrotes.
Los panistas están confiados de seguir en la gubernatura, así lo señalaban las encuestas, con la candidatura de Reynoso Femat, empresario de la construcción, hijo de un ex alcalde de Aguascalientes priísta. Fundó su capital político en el futbol y en su presencia física -las fotografías de su propaganda son cuidadas hasta el último detalle- y que lleva cinco años en campaña, considerando su paso por la alcaldía de Aguascalientes.
En su trienio (1999-2001) enfrentó un escándalo a raíz de que se hizo pública la existencia de un letrero ubicado en un balneario popular que prohibía el acceso a "perros y homosexuales". La comunidad lésbico gay y organizaciones civiles protestaron, lo que obligó al panista a ofrecer disculpas.
Ya para entonces había comenzado a relacionarse con Televisa y la directiva del Necaxa, a las que les ofreció planes atractivos como para que el equipo que carecía de afición en la ciudad de México se trasladara a la entidad. El estadio Victoria se concluyó el 26 de julio de 2003 bajo el auspicio del denominado Patronato de Fomento al Futbol de Aguascalientes, organismo que fundó Reynoso Femat.
Sin embargo, en los corrillos políticos locales se asegura que la llegada del Necaxa tuvo algo de oscuro, ya que en una sesión de cabildo el panista habría convencido a los regidores para aprobar el usufructo del estadio por 50 años para el patronato, además de que el ayuntamiento en turno costearía los gastos de mantenimiento, alumbrado y seguridad pública, durante los primeros cinco años del equipo en la entidad, aunado a la donación de un terreno de 86 mil 553 metros para que Necaxa construyera su Casa Club. Todo ello provocó reacciones contrarias.
Reynoso Femat evadió el tema y se remitió a señalar que todo los asuntos relacionados con el estadio estaban en regla.
Las condiciones del priísta López Velarde, en cambio, son adversas. Llegó un mes después a la contienda, fue el candidato emergente después de que Oscar González abandonara sus aspiraciones. Los priístas dicen que aún perdiendo ganan, porque por lo menos no se quedaron sin candidato, lo que demuestra la crisis que enfrenta el partido.
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