México D.F. Viernes 6 de agosto de 2004
Un amparo o una controversia estarían
destinadas al fracaso, afirman juristas
Critican académicos la reforma a la Ley del
Seguro Social; es un golpe fascista
Los cambios sientan el precedente de suprimir derechos
sociales con normas legales
KARINA AVILES, JOSE GALAN Y ALFREDO MENDEZ
El catedrático de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), Alfonso Bouza, consideró que las reformas
a la Ley del Seguro Social representan "un golpe fascista" y "un atropello
de la Constitución". En tanto, Aldo Muñoz, de la Universidad
Iberoamericana, sostuvo que se trata de cambios que corresponden a una
política de derechas que busca cargarle la crisis a los trabajadores
sin tocar la evasión fiscal, el adeudo de empresarios y del mismo
gobierno al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para los juristas Elisur Arteaga, Clemente Valdés
y Raúl Carrancá, los integrantes del Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) podrían recurrir a la vía
del amparo o de la controversia constitucional en los próximos días
para evitar que se apliquen las reformas, pero dichas gestiones están
"encaminadas al fracaso".
Bouzas
manifestó que con estos cambios se sepulta la historia de 1917 a
la fecha. Los cambios son alarmantes, dijo, porque sientan el precedente
de que, "de acuerdo con la ley, se suprimen los derechos sociales". En
lo económico no resuelven el problema del IMSS y en lo social "causan
la erosión más importante que se ha tenido desde 1968", porque
se ha renunciado a la parte más valiosa de la Constitución.
Consideró una "mentira" que no se vayan a afectar
los derechos de los jubilados actuales, ya que esto dependerá de
la asignación del presupuesto y, como anualmente se dice que no
hay recursos, los efectos contra los derechos de los trabajadores "los
vamos a ver antes de dos años".
José Antonio Romero, académico de la Facultad
de Economía de la UNAM, manifestó que "éste es un
golpe contra la Constitución", cuyo propósito es eliminar
las vías jurídicas y legales que tienen los trabajadores
para defenderse.
Mario Solórzano, abogado de la Comisión
Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, consideró
que la reforma es "discriminatoria" y "arbitraria", además de que
atenta contra la negociación colectiva y el esquema de solidaridad.
La resolución del Senado "representa la estocada final para completar
la privatización de la seguridad social".
Entrevistados por separado, Arteaga, Valdés y Carrancá
puntualizaron que por el momento la reforma legislativa no representa violación
alguna a las garantías constitucionales de los actuales trabajadores,
y en caso de que el SNTSS recurra al juicio de amparo o a la controversia,
"carecería de personalidad jurídica para interponer esos
recursos", ya que "mientras no exista una persona que deba ser jubilada
o pensionada que se queje de haber sido privada de ese derecho laboral,
en virtud de la reforma, no hay manera de comprobar que se ha violado alguna
garantía de ley".
Valdés señaló que las necesidades
del IMSS obligan a la izquierda mexicana a quitarse "todos los mitos y
las mascaradas", porque "urgen reformas legislativas a fondo para tener
un sistema de seguridad social aceptable, que asegure en el futuro los
servicios médicos, las jubilaciones y las pensiones de los trabajadores".
Acerca de una eventual demanda de amparo o una controversia
constitucional, señaló que estarían destinadas al
fracaso por la falta de interés jurídico y porque la Suprema
Corte de Justicia de la Nación determinó que en el caso de
jubilaciones y pensiones no se puede hablar de un derecho constitucional,
sino de acuerdos laborales.
Elisur Arteaga, de la Universidad Autónoma Metropolitana,
consideró que una controversia constitucional no procedería,
"porque ni los sindicatos ni los sindicalizados están facultados
para presentar ese tipo de recursos jurídicos, ya que sólo
lo pueden hacer los entes, poderes u órganos previstos en el artículo
105 constitucional.
"Si se van al amparo, tendrían que demostrar que
tienen interés jurídico para recurrir al juicio, que no lo
habrá porque a los sindicalizados no se les está afectando
en sus garantías, y los que en un futuro se van a contratar, mientras
no lo hagan, carecen de derechos", puntualizó.
Para Raúl Carrancá, "las reformas al IMSS
pueden gustarnos o no, pero me parece que no hay elementos jurídicos
para hablar de violación de garantías individuales". Consideró
que la vía legal más factible para los quejosos sería
la controversia constitucional, aunque "antes tendrían que cabildear
con diputados federales que apoyen su postura, para que sean los legisladores
quienes acudan a la Corte para plantear la probable contradicción
entre una norma de carácter general y algún artículo
de la Constitución".
Aldo Muñoz calificó de "muy lamentable"
la decisión de los senadores al culminar una ofensiva contra los
derechos laborales para lograr la viabilidad de las finanzas del IMSS.
Con la aprobación de las reformas, agregó, "se viola la Ley
Federal del Trabajo, porque se limita la capacidad de negociación
entre la dirección del IMSS y el sindicato en la contratación
de trabajadores.
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