México D.F. Viernes 6 de agosto de 2004
Juristas acusan a abogados de Bush de mal interpretar
la Constitución al justificar torturas
Pide comisión del 11-S votar por quien
apoye sus recomendaciones
Ordena la CIA a uno de sus altos oficiales no dar entrevistas
a medios sin autorización previa
Nuevo error verbal del presidente: compara su gobierno
con los enemigos de Estados Unidos
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 5 de agosto. El jefe de la co-misión
sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 emitió una advertencia
al presidente George W. Bush al declarar que los ciudadanos deberían
votar por el candidato que prestara mayor atención a las recomendaciones
de esta instancia -luego que el mandatario ha re-chazado varias de ellas-,
mientras que un grupo de distinguidos abogados acusó al equipo legal
del jefe de la Casa Blanca de mal interpretar la Constitución cuando
desarrolló sus argumentos legales permitiendo lo que muchos consideran
torturas de prisioneros de guerra.
Mientras,
la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ordenó a uno de sus altos
oficiales dejar de dar entrevistas sin autorización previa.
El autor anónimo de Hubris Im-perial, best
seller que critica al go-bierno de Bush por su manejo de la "guerra
contra el terror" -la invasión de Irak fue una distracción
en el esfuerzo por combatir a Al Qae-da, el enemigo real, dice- provocó
sorpresa ya que fue publicado por un oficial de la CIA en funciones.
La agencia no obstaculizó la publicación
del libro, pero ahora ha ordenado al autor que solicite autorización
para conceder entrevistas con los medios e informar en detalle lo que piensa
decir.
La CIA insistió en que éste es su protocolo
normal, y que no hu-bo presión alguna de la Casa Blanca para limitar
las declaraciones públicas del autor, informó el diario The
New York Times.
Así, cada día hay más indicaciones
de que los engaños, potenciales violaciones de la ley y fallas catastróficas
-sin mencionar la ma-nipulación- de inteligencia, entre otros resultados
de las políticas oficiales, continúan generando costos políticos
para este gobierno.
Tal vez aún más grave es que hay sectores
de la cúpula que están generando controversias, desde agentes
de alto rango de la CIA, el Pentágono hasta miembros del partido
del presidente republicano.
El presidente de la comisión del 11-S es
Thomas Kean, ex gobernador republicano de Nueva Jersey, y aunque no criticó
directamente a Bush por su renuencia a adoptar las principales recomendaciones
de esa instancia bipartidista, que in-vestigó la respuesta gubernamental
a los atentados del 11 de septiembre de 2001, y algunas sólo a me-dias,
su comentario del miércoles anterior a los medios llevaba una advertencia
implícita muy clara.
Es apropiado, dijo, que Bush y su contrincante electoral,
John Ke-rry, sean evaluados en la elección por la forma en que responden
al trabajo de la comisión. "Creo que será un tema, y debería
ser un te-ma", subrayó Kean.
Bush se opuso a la creación del panel, y aunque
finalmente aceptó apoyar su recomendación de crear un director
nacional de inteligencia para centralizar la coordinación de 15
agencias, no favoreció que ese puesto fuera de rango de gabinete
ni que esa oficina tenga el poder que la comisión propone.
Kerry, a su vez, ha declarado que apoya todas las recomendaciones
de la comisión del 11-S.
La comisión goza de alta credibilidad en la opinión
pública y su informe de casi 600 páginas es best seller
en Estados Unidos, lo cual provoca nerviosismo en los estrategas republicanos
que tienen a sus políticos afirmando una y otra vez que están
haciendo todo para evitar cualquier nuevo atentado y defender a Estados
Unidos.
Bush cometió hoy otro de sus famosos errores verbales,
al subrayar este punto cada día en medio de su campaña electoral;
al hablar de un proyecto de ley para fortalecer la capacidad de las fuerzas
armadas, dijo: "nuestros enemigos son innovadores e ingeniosos, y también
lo somos nosotros. Nunca cesan de pensar en nuevas maneras para da-ñar
a nuestro país y a nuestro pueblo, y tampoco nosotros".
Claro, el punto es cómo no cesan de pensar en la
defensa del país, pero el mal manejo de la declaración resulta
ofrecer precisamente el punto de partida de la incesante ola de críticas,
que las políticas de Bush están dañando más
que defendiendo a este país y a su sociedad.
El libro del agente de la CIA, el de Richard Clarke -ex
alto funcionario encargado de antiterrorismo en el Consejo de Seguridad
Nacional de la Casa Blanca-, los comentarios y críticas del ex encargado
de la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak, el
ex em-bajador enviado por Bush a investigar si Saddam Hussein estaba comprando
material nuclear -que denunció la manipulación de la inteligencia
para fabricar justificaciones para la guerra-, nutren con mayor credibilidad
las criticas presentadas por las mentiras, manipulación, supresión
de disidencia y violación de leyes de libertades ci-viles, así
como abusos de derechos humanos que desde un comienzo presentaban los opositores
políticos de este gobierno.
El miércoles, un grupo de juristas, que incluye
a 12 ex presidentes de la Asociación Nacional de Abogados y varios
ex jueces federales, declararon que sus colegas del gobierno del presidente
Bush que prepararon una serie de argumentos legales para aparentemente
justificar la tortura de prisioneros ex-tranjeros bajo ciertas circunstancias,
habían ignorado y mal interpretado la Constitución de Estados
Unidos, y fracasaron en cumplir con sus obligaciones profesionales.
Nula o poca credibilidad
Alerta de alto riesgo de atentado terrorista se anuncia,
hay imágenes, notas, análisis y más sobre qué
tan inminente y vulnerable, y que tan costoso sería ese ataque.
Pero no hay alarma generalizada, y en las conversaciones
con to-do tipo de ciudadano en las regiones que aseguran son el objetivo
(aquí y Washington), así como en entrevistas de ciudadanos
con los medios, surgen casi siempre dos perspectivas paralelas.
Una, que no hay mucho que ha-cer sino continuar con la
rutina cotidiana ya que la amenaza ha sido integrada a la vida "normal"
después del 11 de septiembre; y dos, que a estas alturas, después
de que no se encontraron las famosas armas de destrucción masiva
en Irak, de que hubo engaños y manipulación de inteligencia,
de la falta de transparencia en el gobierno, ¿có-mo es posible
creerles algo?
"Es mediante el ejercicio verdadero de las mejores cualidades
hu-manas -el respeto por otros, honestidad sobre nosotros mismos, fe en
nuestros ideales- que nos da vida ante los ojos de Dios. Es así
como nuestra alma, como nación y como individuos, es revelada. Nuestro
gobierno se ha alejado demasiado de los valores estadunidenses. Es hora
de avanzar. El país que tenemos en nuestros corazones está
a la espera", escribió Bruce Springs-teen en un artículo
publicado por el New York Times.
El y otros músicos, informó, han organizado
una gira cuyo propósito es "cambiar el gobierno ac-tual en noviembre"
próximo.
Por su parte, la cantautora folk-rock Ani DiFranco anunció
recientemente que realizará una gira por los estados electoralmente
claves para promover el empadronamiento y participación electoral
para los comicios presidenciales. Añadió a la revista Billboard
que "si todos los votantes potenciales sufragaran, veríamos un gran
giro en el ti-po de liderazgo de este país".
Así, entre engaños, alertas, violación
de leyes, guerras y políticos pragmáticos y cautelosos que
no inspiran confianza ni entusiasmo, tal vez el rock and roll rescatará
a Estados Unidos.
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