México D.F. Martes 10 de agosto de 2004
Fiesta por el primer aniversario de las JBG
en el caracol Torbellino de Nuestras Palabras
Los acuerdos de San Andrés se cumplen mediante
las juntas de buen gobierno
Los zapatistas reportan avances en salud y educación
Los "errores nos van a mejorar"
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Morelia,
Chis., 9 de agosto. "Estamos en una gran fiesta de primer aniversario.
Hoy también estamos diciendo al pueblo de México y al mundo
entero que los acuerdos de San Andrés se están cumpliendo
en los pueblos zapatistas y no zapatistas a través de la juntas
de buen gobierno (JBG)", expresaron en su mensaje los miembros de la junta
del caracol Torbellino de Nuestras Palabras, esta noche después
de las 22 horas.
"Compañero, tu trabajo y tu sacrificio no es en
vano. Estamos demostrando al mundo que sí se puede. Sabemos que
hemos cometido errores. Y que esos errores nos van a mejorar. Hemos avanzado
en algunas de nuestras necesidades, como salud. Ahora tenemos cinco clínicas
y faltan dos. En educación tenemos promotores en los siete municipios,
y seis escuelas municipales."
Luego de enumerar campañas de vacunación
y desparasitación, la JBG expresó "muchas felicidades a todos
nosotros", y lanzó vivas "a los presentes y no presentes", a las
bases de apoyo zapatistas, a las juntas, al subcomandante Marcos y a la
sociedad civil nacional e internacional.
Con tres días de celebraciones deportivas y culturales
y jornadas de baile a noche entera, los indígenas de la región
Tzotz Ch'oj conmemoraron el primer año de funcionamiento de su JBG
Corazón del Arcoiris de Nuestra Esperanza en este caracol
donde se dieron cita más de mil personas, bases de apoyo del EZLN.
Provenientes de los siete municipios que corresponden
al caracol Torbellino de Nuestras Palabras (17 de Noviembre, Che
Guevara, Miguel Hidalgo, Primero de Enero, Olga Isabel, Vicente Guerrero
y Lucio Cabañas), estos campesinos tzeltales y tojolabales son precursores,
en cierto modo, de la estructura autónoma que conformó las
cinco JBG zapatistas.
La
suma de experiencias diversas en los municipios rebeldes, que hace un año
transformaron los Aguascalientes en caracoles se alimentó
de los trabajos y proyectos colectivos. La regionalización de estos
siete municipios (del área Comitán- Altamirano-Ocosingo-Chilón)
se agregó a las enseñanzas de la práctica directa
en la selva (La Realidad y La Garrucha), los Altos (Oventic) y la zona
norte (Roberto Barrios).
Hoy es evidente que las JBG ya no son sólo una
forma de organización de los rebeldes. Son factor ineludible en
la gobernabilidad de los territorios indígenas de Chiapas. Lo saben
bien muchos ayuntamientos oficiales, así como los gobiernos federal
y estatal.
Fiesta de todos
Al anochecer, siete tambores y una aguda flauta de carrizo
interpretan una danza ritual interminable a un lado del brevísimo
altar guadalupano rodeado de flores y agujas de pino. El piso del auditorio
del caracol Torbellino de Nuestras Palabras está cubierto
de juncia fresca. Los músicos, ancianos y flacos, disimulan su presencia
en la penumbra.
Afuera, a pocos pasos de esta ceremonia privada, transcurren
los torneos deportivos y el día celebratorio. Dos equipos de muchachas
tojolabales y tzeltales disputan una partida de básquet con la pasión
que hicieron famosa, precisamente en esta región, las mujeres de
San Miguel Chiptic en las fotos de Sabastiao Salgado. En plena temporada
olímpica, sus esfuerzos pueden parecer rudimentarios, pretecnológicos.
Pero en esos vestidos (rojos, azules, amarillos, naranja, violeta), sus
rostros redondos y sudorosos son un himno a la alegría.
Con esa mezcla muy suya de "rebeldes primitivos" y adelantados
de la comunicación y la resistencia globales, desde ayer domingo
y por primera vez, parte de las celebraciones de los zapatistas efectuadas
en las montañas chiapanecas fueron transmitidas en vivo vía
Internet por el Centro de Medios Independientes-Chiapas; la narración
incluyó videos, documentos y, "por ratitos", según el propio
centro, retransmisiones de la señal de Radio Insurgente, que de
ahí pudo bajarse a la frecuencia modulada de cualquier aparato de
radio en el mundo.
Sin importar las condiciones de pobreza de los pueblos
que resisten, la autonomía va haciendo posibles escuelas propias,
generación de energía eléctrica, experiencias sanitarias
alternativas, comercio justo, en fin, infiltraciones directas en los canales
mediáticos de alcance planetario. Dos conclusiones ya no tan preliminares:
los pueblos rebeldes pueden solos, y además, no están solos.
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