México D.F. Martes 10 de agosto de 2004
Exhortación pastoral frente a los comicios
del 3 de octubre en la entidad
Los obispos de Chiapas reprochan a partidos la desconfianza
que han causado
Para que haya paz en la entidad se necesita mucho más
que nuevo gobierno, expresan
ANGELICA ENCISO L.
Frente
al próximo proceso electoral en Chiapas, los cuatro obispos del
estado advirtieron que la situación es muy difícil, por la
desconfianza que han generado los partidos políticos con sus escándalos:
"algunos candidatos cambian de partido no por convicción ideológica,
sino por conveniencia oportunista" y el pueblo está más consciente
de las promesas incumplidas.
En una exhortación pastoral sobre las elecciones
en la entidad del próximo 3 de octubre, el arzobispo de Antequera,
José Luis Chávez; el obispo de Tapachula, Rogelio Cabrera;
el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, y el obispo auxiliar
de esta diócesis, Enrique Díaz, indicaron que el proceso
de selección de candidatos y la coalición de partidos, entre
otros aspectos, han causado "gran revuelo y no pocos problemas en las comunidades",
hasta en los lugares más apartados de la entidad.
En el proceso electoral se renovarán 118 ayuntamientos
y se elegirán los 40 diputados al Congreso estatal. Los prelados
reconocieron que aún existen lacerantes situaciones de injusticia,
dolor y hambre; hay retraso en la educación, la migración
es creciente por la falta de empleos y de atención al campo.
"Hay un conflicto no resuelto y persisten las hondas raíces
que lo provocaron. Hay divisiones en las comunidades, inseguridad, violencia,
tráfico de drogas y graves violaciones a los indocumentados. Se
necesita reconocer todo esto, porque hay voces que se elevan alegremente
queriendo ocultar la realidad", agregaron.
Sostuvieron que cualquier "manipulación social,
política o religiosa de la persona, implica una violación
a su dignidad y va contra el desarrollo integral de la humanidad. No es
legítima una sociedad que sacrifique los derechos de uno solo de
sus miembros, por más pequeño o pobre que sea".
Se preguntaron qué se necesita para que haya verdadera
paz en la entidad, y se respondieron: "ciertamente mucho más que
un nuevo gobierno, por más justo, sabio y equitativo que sea. Pero
un buen gobierno y unos buenos legisladores, con la colaboración
de toda la sociedad, pueden llevar adelante el camino hacia la paz".
Indicaron que si a las graves carencias en salud, educación,
trabajo e infraestructura, añadimos autoridades no legítimamente
reconocidas, brotadas de pugnas, insultos y descalificaciones, tanto en
el interior de los partidos como en confrontación con otros grupos,
tendremos un "triste panorama en la búsqueda de una verdadera paz
y una verdadera justicia".
Por eso, agregaron, es de vital importancia que en este
momento se construya "en paz y para la paz" y esto se hace con propuestas
serias y con compromisos que tomen en cuenta a todos los sectores. "Necesitamos
legisladores y autoridades municipales que sean capaces de promover la
paz, que armonicen intereses de grupos, organizaciones y partidos". Abstenerse
de votar, aunque se esgriman razones fuertes, es hacerse a un lado y permitir
que otros hagan de nuestro pueblo lo que quieran, advirtieron.
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