Pesa más el ambiente político que la necesidad de elevar la recaudación, admite

Hacienda: se aleja la reforma con IVA a medicinas y alimentos

En previsión de que falten recursos, la CNH propondrá elevar peajes y un impuesto adicional a gasolinas y autopartes Evasión fiscal y exenciones equivalen a la actual captación nacional

DAVID ZUÑIGA

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) reconocieron ayer que el actual ambiente político aleja la posibilidad de que se apruebe una reforma fiscal que incluya el impuesto al valor agregado (IVA) en medicinas y alimentos.

En conferencia de prensa, el director general adjunto de enlace con el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal de la SHCP, Carlos Loeza Manzanero, admitió que actualmente pesan más las consideraciones político-electorales que los argumentos técnicos sobre la necesidad de aumentar la recaudación.

No obstante, rechazó que la Convención Nacion al Hacendaria (CNH) haya fracasado y aseguró que se han creado las bases para usar el presupuesto de manera más eficiente y para aprovechar la reforma fiscal cuando se apruebe.

Loeza Manzanero descartó que ocurra una crisis si no se aprueban los cambios; sin embargo, advirtió que 2005 podría ser un año de riesgos, ya que México seguirá supeditado a Estados Unidos y a los precios del petróleo, que podrían caer a 17 o 18 dólares por barril, la mitad de lo que ahora cuesta.

Por su parte, el presidente del IMEF, Ignacio Treviño Camelo, reconoció que la reforma tributaria no saldrá ''de un jalón'' y consideró difícil que se aprueben los puntos ''polémicos'' de la Convención Nacional Hacendaria, sobre todo si se toma en cuenta que el 8 de septiembre el Ejecutivo deberá enviar al Congreso el paquete económico para 2005, que deberá aprobarse antes del 15 de noviembre.

En previsión de esta escasez de recursos, en las conclusiones de la CNH se propondrá elevar el peaje en las carreteras de cuota, así como aplicar un impuesto adicional a gasolinas y autopartes, especialmente para autobuses y camiones de carga, anunció Carlos Loeza.

El gravamen extra a la gasolina, añadió, sería ''marginal'', de cuatro o cinco centavos por litro, para no generar presiones inflacionarias que anulen sus posibles beneficios.

El funcionario explicó que con estos gravámenes se espera captar entre 15 mil y 16 mil millones de pesos, que se destinarán al mantenimiento de la red de carreteras. Según Loeza, para conservar las autopistas en buen estado se necesita invertir cada año 22 mil millones de pesos, pero el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes es de apenas 4 mil millones.

Asimismo, se propondrá crear las administraciones costeras integrales (ACI), que funcionarían con un esquema de concesiones privadas similar al de las administraciones portuarias integrales y servirían para crear infraestructura y servicios.

México, con el gasto público más bajo en la OCDE

Según el ex presidente del Colegio Nacional de Economistas, la evasión fiscal en México equivale a 5 por ciento del PIB y las exenciones y tratos preferenciales le cuestan al país otro 6 por ciento; es decir, estas dos fugas son equivalentes a la actual captación fiscal del país.

Uno de los pilares de la reforma hacendaria, añadió, es incrementar el gasto público y usarlo de manera eficiente, pues actualmente se gasta poco y mal.

México, agregó, tiene el gasto público más bajo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con sólo 22 por ciento del PIB, mientras el promedio en la OCDE es de 43 por ciento.

Más aún, México gasta menos que países de nivel económico similar como Argentina, Chile o Brasil, que erogan alrededor de 27 por ciento del PIB.

Por otra parte, destacó la ''enorme'' dependencia presupuestal de los estados: de cada peso de su presupuesto, 92.5 centavos provienen de participaciones federales. Loeza señaló que las entidades demandan más facultades tributarias; sin embargo, muchas ni siquiera las aprovechan. Por ejemplo, el impuesto predial, principal fuente de ingresos propios de los municipios, generaba en 1994 el equivalente a 0.2 por ciento del PIB, cuando su potencial de recaudación es de 4 por ciento del producto. Nueve años después, en 2003, la recaudación por este concepto se había reducido a 0.19 por ciento del PIB. Además, persisten ''incentivos perversos'' en la asignación del ramo 33 que castigan a los estados y municipios que usan los recursos de manera eficiente y reducen la marginación.