Violencia en el operativo

Interceptan en Melilla a migrantes norafricanos

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 9 de agosto. Más de 500 migrantes norafricanos intentaron este lunes saltar la barda fronteriza española en Melilla, una de las dos ciudades españolas al norte de Marruecos, lo que provocó violentos enfrentamientos con agentes de la Guardia Civil.

La ciudad de Melilla es, junto a Ceuta, el paso fronterizo europeo más próximo al continente africano, por lo que en las inmediaciones de la valla metálica, dotada con vigilancia de alta tecnología, se congregan miles de personas para pasar furtivamente a Europa.

Algunos de ellos optan por la travesía más arriesgada, la de cruzar el estrecho de Gibraltar en una pequeña embarcación de madera; otros, como estos norafricanos, intentan burlar las medidas de seguridad de Melilla para llegar a España, donde solicitan asilo, si bien a la mayoría se les niega y son repatriados a sus respectivos países.

Los 500 migrantes norafricanos intentaron cruzar la valla metálica con escaleras, pero la avalancha provocó la alerta de los agentes españoles que auxiliados por el comando antidisturbios lanzaron gas lacrimógeno y balas de goma.

La policía española fue apoyada por la gendarmería marroquí, que se desplegó en la zona para impedir el cruce de migrantes y detener a los que no tenían documentación legal, con saldo de decenas de migrantes y agentes españoles heridos.

Decenas logran objetivo

A pesar del intenso operativo policial, decenas de migrantes lograron su objetivo e ingresaron de forma clandestina a Melilla, desde donde aspiran a llegar a territorio europeo de la misma forma.

En las Islas Canarias, la Guardia Civil española también interceptó una embarcación a la deriva con 34 personas, la mayoría de origen magrebí y con síntomas de hipotermia.

En Italia el gobierno pidió a la Unión Europea (UE) a que actúe en el tema de los inmigrantes indocumentados y que se establezcan acuerdos globales con los países de origen para regular el movimiento de este tipo de personas, luego de la muerte de 28 inmigrantes que trataban de llegar a las costas sicilianas, reportaron agencias de prensa.

Unas 100 personas, en su mayoría de origen africano, iniciaron hace dos semanas desde Libia una travesía por el Mediterráneo en una pequeña lancha con apenas algunos víveres, pero durante el trayecto murieron 28 de ellos a causa de la deshidratación y el hambre, mientras 71 pudieron ser rescatados el domingo.

Las autoridades italianas arrestaron a dos presuntos traficantes de inmigrantes liberianos que transportaban a los 100 africanos.

El ministro el Interior italiano, Giuseppe Pisanu, afirmó que la UE tiene que actuar para combatir la explotación de inmigrantes por parte de bandas que los llevan ilegalmente a Europa, cuyos países tienen que dar acogida a los inmigrantes en situación legal.