México D.F. Martes 10 de agosto de 2004
El artista denuncia que de modo unilateral cambiaron
el calendario de su muestra
Viskin acusa de ''censura disfrazada'' a la Universidad
de Guanajuato
La pieza Disfrazado de nube ''ofendió
cierto criterio estético o moral'' de autoridades escolares Estamos
abiertos a toda manifestación artística, responde la institución
ANGEL VARGAS
El artista Boris Viskin acusó ayer a la Universidad
de Guanajuato de cometer un presunto acto de censura ''disfrazada" en contra
de su exposición Pinturas amuebladas (objetos culpables),
lo cual fue negado de manera rotunda por la institución.
De acuerdo con el creador, la directora general de Extensión
Universitaria de esa instancia de educación superior, Eugenia Tenorio
Núñez, modificó de forma súbita y unilateral
el calendario de exhibición de la muestra y le informó que
las piezas exhibidas en las dos primeras salas, con superficie de 90 metros
cuadrados, serían trasladadas a otra de 9 metros cuadrados.
El
origen del problema, según Viskin, se debió a su negativa
de cumplir una petición que la funcionaria universitaria le formuló
horas antes de la inauguración, el pasado 6 de julio, de cambiar
de lugar una obra que, en opinión del artista, ''ofendió
cierto criterio estético o moral" de la susodicha.
Tal obra, Disfrazado de nube, está ''compuesta
por un maniquí con un pene totalmente estilizado, pieza inofensiva
y tranquila a todas luces que abría la primera sala", define el
artista.
''La exposición fue inaugurada -agrega-, dando
yo por hecho que había sido una bronca pasajera. Sin embargo, el
viernes 30 de julio se comunica conmigo la secretaria Carmina Barroso (de
la Universidad de Guanajuato) y no me dice que mi exposición se
cancela, sino astutamente me informa" que se tienen que hacer los mencionados
cambios.
''En otras palabras: no te corremos, pero si tienes algo
de dignidad: córrete", dice Viskin, quien asegura que el suyo no
es el único caso ''extraño" desde que Tenorio Núñez
asumió la titularidad de Extensión Universitaria, en fechas
recientes.
Aseguró, en ese sentido, que cuando menos se han
presentado dos problemas con sendas exposiciones, una de desnudos y otra
en la que se utilizaba pasto natural.
El artista considera que lo sucedido en contra de su muestra
se trata de una censura ''velada" o ''disfrazada", a raíz de que
la funcionaria justificó que los cambios de fecha y de salas se
debían a que la universidad debía cumplir con un compromiso
previamente adquirido.
''En un primer momento no pudo decirme bien a bien cuál
era, pero después me dijo que llegaría la colección
Rodin, lo cual después corrigió y dijo que ésta se
exhibiría más adelante."
Situación con antecedentes
Por su parte, la directora de Extensión de la Universidad
de Guanajuato negó la imputación de Boris Viskin y aseguró
que la institución ''es y siempre ha sido" respetuosa de las ideas
y ''abierta a todas las manifestaciones artísticas".
Entrevistada, indicó que ''nunca se habló
de quitar la exposición" y precisó que las modificaciones
en la fecha de estancia y el cambio de salas se debieron a un compromiso
adquirido con antelación de la persona que la precedió en
el cargo.
Afirmó que, tras exponer el caso al artista de
que se necesitaban las salas para montar otra muestra, se llegó
al acuerdo de respetar la decisión de Viskin de concluir la exposición
antes del tiempo previsto.
''Nunca ha sido nuestra intención quitarla (la
muestra). Ni siquiera le hemos tocado. Ahí sigue estando, aunque
cerrada, porque respetamos su decisión de que no le parecía
que siguiera exhibiéndose", puntualizo Tenorio Ñúñez,
quien así trata de demostrar que nada tienen que ver en la situación
criterios morales ni de otra índole.
Interrogada acerca de las causas por las que pidió
cambiar de lugar la obra Disfrazado de nube, la funcionaria universitaria
indicó en primer momento que ''no fui yo", luego recompuso y sostuvo
que tal solicitud la hizo antes siquiera de ver la pieza y ante la observación
de que la misma era ocultada por una mampara, observación realizada,
dijo, por el curador Leonardo Ramírez.
''Dije al curador que resolviera el asunto e igual él
malinterpretó, probablemente", agregó. ''A final de cuentas,
la pieza se quedó exactamente donde el autor la tenía programada".
Esta no es la primera ocasión que se presenta una
situación similar en la ciudad de Guanajuato en meses recientes.
Apenas en abril pasado se suscitó una polémica por el cartel
ganador del concurso convocado por el Festival Internacional Cervantino,
realizado por Luis Almeida, luego de que sectores conservadores y algunos
funcionarios locales lo tacharon de ser un ''menosprecio a los valores
morales".
Otro caso se vivió en octubre de 2003, también
en el contexto de ese festival, cuando una exposición de Eduardo
del Río Rius fue inaugurada después de la fecha prevista
para que el gobernador de la entidad, Juan Carlos Romero Hicks, no la visitara
y evitarle así alguna incomodidad, toda vez que las obras aludían
a situaciones chuscas en ciertos pasajes bíblicos.
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