México D.F. Viernes 13 de agosto de 2004
Los indocumentados "son tratados como animales", afirman ante el ombudsman
Cónsules de Centroamérica denuncian abusos
Los cónsules de El Salvador, Honduras y Guatemala denunciaron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y senadores que los migrantes centroamericanos son objeto de maltrato, discriminación y son "tratados como animales" en la frontera sur, además de que los agentes policiacos y de migración mexicanos gozan de impunidad.
En una reunión que ayer por la mañana sostuvieron los cónsules de esos países con el ombudsman, José Luis Soberanes, en Tapachula, y con integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, cada uno de ellos presentó detalles e historias de agresiones que han sufrido sus connacionales, informó el organismo en un comunicado.
Asdrúbal Aguilar, cónsul general de El Salvador en la ciudad fronteriza, "refirió diversas historias de muertos y mutilados de su país en México". Señaló que este año han sido deportados más de 25 mil salvadoreños y solicitó apoyo para que se establezcan albergues dignos para quienes son retenidos en diversos centros de internamiento".
Por su parte, Alex Pacheco, de Honduras, manifestó que hay poco interés de los gobiernos federal y estatal en la atención del problema migratorio; como ejemplo mencionó el alargamiento de juicios, así como la falta de apoyo por parte de la Cruz Roja, organismo que suele "actuar con discrecionalidad".
A su vez, Pedro Cabrera, cónsul de Guatemala en la misma ciudad, sostuvo que la falta de una cultura de denuncia entre los migrantes centroamericanos abona en favor de la impunidad de malos servidores públicos, así como de traficantes de indocumentados en México.
Durante el año pasado fueron deportados alrededor de 50 mil guatemaltecos, señaló el diplomático.
Además destacaron que a los migrantes centroamericanos contratados en las fincas cafetaleras de Chiapas se les da un trato "como animales" junto con sus familias, y "en muchos casos ni siquiera reciben el pago ofrecido de tres dólares por jornada, situación que no denuncian por temor a ser deportados".
Aseguraron que en los centros de detención migratoria no hay separación entre hombres, mujeres y niños, así como entre indocumentados y delincuentes, además de que hay hacinamiento y malas condiciones para su estancia.
Frente a ello, los diplomáticos hicieron un llamado para que entre las representaciones centroamericanas y las autoridades mexicanas se establezca una red consular y se profesionalice la protección a los migrantes. Entre sus debilidades está contar con poco personal para atender las quejas y las denuncias, por lo que solicitaron el apoyo de los gobiernos estatales en México para que participen en diversas tareas en favor de los migrantes, como la repatriación de cadáveres.
Consideraron que la CNDH es la "última esperanza" para los centroamericanos que se internan en el territorio nacional y demandaron "que la migración no sea confundida con una forma de delincuencia, y que el trabajo que realizan no se interprete como un acto incómodo y de enfrentamiento".
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