México D.F. Viernes 13 de agosto de 2004
Se producían en el lugar entre 50 y 60
kilogramos del alcaloide diariamente
Desmantela Sedena laboratorio de coca en la
colonia Lomas Virreyes del DF
El trabajo de inteligencia para ubicarlo, posterior
a la captura de El Maty, duró varios meses
JESUS ARANDA
Elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales
(Gafes) aseguraron un laboratorio clandestino en el que se producían
diariamente entre 50 y 60 kilogramos de cocaína -con un costo aproximado
de 8 mil pesos el kilo-; éste se encontraba en la exclusiva colonia
Lomas Virreyes, a pocos kilómetros de la sede de la Secretaría
de la Defensa Nacional en la ciudad de México. Según inteligencia
militar, es la primera vez que se descubre un laboratorio de este tipo
en una zona urbana y, ni qué decir, en una zona residencial.
De acuerdo con el mayor de infantería Francisco
Rubio, una particularidad importante de este decomiso radica en que por
lo regular los laboratorios clandestinos se ubican en zonas rurales para
evitar sospechas por los olores de los químicos y el necesario transporte
de la droga. Por esa razón, llama la atención que el primer
laboratorio que se descubre en estas circunstancias en el Distrito Federal
esté en una zona netamente residencial, en donde son frecuentes
los rondines de seguridad. El problema del olor de los químicos
fue resuelto con un gran extractor.
La
acción fue consecuencia de la reciente detención de Ramiro
García Hernández, El Maty, ocurrida en la zona de
Satélite, en el municipio de Naucalpan, quien es considerado el
principal proveedor de cocaína del cártel de Osiel
Cárdenas Guillén. Hasta la fecha han sido detenidas 16 personas;
de éstas, tres estaban en la casa de Montañas Rocallosas
510 esquina Cárpatos, a una cuadra de prolongación Paseo
de la Reforma, en donde fue capturado en las primeras horas del jueves
Jorge García Acosta, junto con dos mujeres de origen checo, Andrea
e Ivana Palavaciny, quienes al igual que El Maty y los otros rinden
su declaración ante la Subprocuraduría de Investigación
Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
El sótano de la residencia -en donde se encontraron
153 paquetes del alcaloide, equivalente a 150 kilos- era utilizado como
laboratorio en el que, según un oficial del Ejército, se
utilizaba equipo "sofisticado", para procesar la "coca base" procedente
de Suramérica. En el laboratorio se llevaba a cabo el "último
proceso" para cristalizar la droga y que quedara lista para ser consumida.
En el lugar aún había bidones con diversos
productos químicos, tres prensas para comprimir la droga, una mesa
cubierta con papel aluminio y focos para secar la droga, así como
hornos de microondas que se utilizaban para el mismo efecto.
Según un oficial consultado, prácticamente
todos los productos químicos que se utilizaban son fáciles
de adquirir, y para no despertar sospechas de los vecinos, había
un gran extractor de aire que daba al jardín de la casa.
A diferencia de la sala y los cuartos de la residencia,
en la que había una gran cantidad de cuadros, estatuillas e imágenes
religiosas, así como dos altares y un Cristo en la cruz, de poco
más de un metro, en el sótano de blancas paredes las fotografías
de mujeres desnudas eran el único adorno.
Cuando llegaron los gafes, que dependen directamente
del secretario de la Defensa Nacional, forzaron la puerta de la entrada
y en una operación quirúrgica tomaron por sorpresa
a los tres ocupantes; ni siquiera el perro que tenían en el jardín
tuvo tiempo de reaccionar.
En la mesa del comedor quedó un ceniceros con varias
colillas, un refresco de cola a medio tomar y un platón de frutas;
afuera en el jardín las bolsas de basura y las cajas de pizza quedaron
como testigos mudos de las actividades que se desarrollaron por casi un
año en el lugar.
En la residencia, que estaba rentada, se permitió
el acceso por parte de elementos del Ejército, incluso quienes se
quedaron a custodiar el inmueble eran gafes; sin embargo, llama
la atención que el recorrido que se le permitió hacer a los
medios de información sólo se limitó a la planta baja
y al sótano; no se permitió el paso a la planta alta, con
el argumento de que ahí no había nada interesante que ver.
No obstante, es la primera vez que la Defensa Nacional
permite el acceso a todos los medios apenas horas después de haberse
llevado a cabo un cateo o una detención.
Como resultado de la acción de inteligencia militar,
que llevó varios meses, y que desembocó en el cateo, previa
solicitud hecha a un juez por la SIEDO, la Procuraduría General
de la República inició la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/
215/2004, para continuar con las indagaciones con respecto al cártel
de Osiel Cárdenas Guillén y su principal abastecedor
de droga, El Maty.
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