México D.F. Viernes 13 de agosto de 2004
Grecia, en las novedades del FCE
Desde ahora la palabra Grecia dará la vuelta el mundo, estará en boca de todos y la saturación -ese fenómeno de consumo a lo que la voracidad ha reducido lo que antes fue la era de la comunicación-llevará al hartazgo a los ciudadanos de la aldea global.
Frente a las estupideces -ese nombre técnico aplicable a los clásicos narradores en off de las justas deportivas- que se dirán bajo el nombre de Grecia por televisión, el Fondo de Cultura Económica (FCE) extrae de entre sus tesoros editoriales varios títulos notables y los pone sobre la mesa de las novedades.
Junta de sombras. Estudios helénicos, de don Alfonso Reyes, casi griego de no haber sido mexicano; Introducción al estudio de Grecia, de Alexander Petrie, traducido por Reyes, por supuesto; Los filósofos griegos, de otra eminencia, William K.C. Guthrie, y El sentimiento de la eternidad, de Giórgos Seferis.
Ese paquete bibliográfico, además de completísimo, es referente idóneo para las dos obras que conmovieron a la humanidad entera y siguen poniendo la piel chinita: La Ilíada y La Odisea, del más grande reportero que ha habido en toda la historia: el poeta ciego Homero.
Quien prefiera apagar la televisión y encender el cerebro cuando los ''comentaristas" se pongan poéticos y doctos, resultará mejor ver en el magín las ''auroras de dedos de seda" que describe Homero y escuchar en las entendederas la música del entrechocar de escudos y cascos y el zumbido de las saetas en el aire a la hora del combate del guerrero. PABLO ESPINOSA
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