Olimpiadas culturales

Pese a que la intención de los voraces propietarios de los medios electrónicos (y de algunos periódicos que no son sino versiones impresas de la televisión) se limita al lucro mediante la trivialización, se cuela por ahí la oportunidad de disfrutar de la gran cultura griega y lo más actual de la creación humana mediante las complejas, variadas, disímbolas y hasta dispersas actividades que conforman la Olimpiada Cultural que se inició hace tres años y que tendrá su culminación mientras se saltan obstáculos, se nada sincronizado, se corre contra el viento, se rema contracorriente, se meten goles, se paran tiros penales (Ƒlos pénaltis separan?), se imponen marcas, se rompen récords, se parten madres y se ponen todos muy olímpicos.

A diferencia de la mejor olimpiada cultural de la historia, que se realizó en México 68, la Olimpiada Cultural griega actual tiene propósitos más amplios que la mera concentración de actos culturales de excelencia en pocas fechas y lugares.

Así, el tema principal que mueve a toda la parafernalia repartida desde hace tres años en muchos países consiste en ''la búsqueda de una cultura de las civilizaciones, la aceptación de los demás, la cultura de la paz, la cultura de la diversidad", de acuerdo con la definición que aporta Evangelos Venizelos, ministro de Cultura de la República Helénica.

De manera que así como no todo lo que brilla es orégano, también habrá cultura olímpica de cilantro y perejil, es decir: de todo un poco.

PABLO ESPINOSA