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México D.F. Miércoles 18 de agosto de 2004
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
El petróleo geopolítico
* Especulación con los futuros del crudo
PESE A NOTICIAS favorables en Venezuela e Irak, que debieron haber despresurizado los precios, por el contrario el petróleo rozó 46.90 dólares el barril en el mercado neoyorquino y nada parecer detener su ascenso irresistible, que cada día se acerca más a los 50 dólares el barril, lo que ha sido primordialmente propiciado por la especulación de los grandes bancos y corredurías anglosajones, por medio de los ominosos hedge funds (fondos de cobertura de riesgo), como acaba de señalar Zaki Yamani, quien fuera el ministro del Petróleo saudita durante los dos "choques petroleros" de la década de los 70. La especulación se sustenta en el alza artificial lubricada por atentados terroristas muy bien sincronizados y localizados. Si no es el terrorismo, pues tan sencillo como manipular las cifras de los inventarios del Departamento de Energía de Estados Unidos, de lo que seguramente ya fueron alertados con antelación precautoria los bancos y las corredurías anglosajones.
LA VICTORIA DE Hugo Chávez en Venezuela, quien prometió un suministro inalterado a un precio de alrededor de 40 dólares el barril, detuvo mínimamente el alza impresionante del oro negro, que reanudó al día siguiente su ascenso irresistible. A nuestro juicio, el precio real del petróleo se encuentra todavía muy subvaluado, porque se paga con dólares superdevaluados y a precios muy por debajo de su máximo histórico, que equivale a 82 dólares actuales, si se toma en cuenta la inflación acumulada desde 1979, fecha de la revolución jomeinista.
MICHAEL LEDEEN, un fanático neoconservador straussiano e iranófobo connotado, asevera que la teocracia de los ayatolas de Irán busca elevar el precio del barril para torpedear la relección del presidente George W. Bush (The Jerusalem Post, 25 de junio), mientras Bob Woodward, en su reciente libro Plan de ataque, asegura que existe un acuerdo secreto con un sector del reino wahabita saudita para inundar el mercado y disminuir los precios con el fin de favorecer su relección. Si bien queda claro que el yemenita-saudita Osama Bin Laden secuestró la elección del próximo 2 de noviembre, que se realiza bajo el signo del zodiaco terrorista de Al Qaeda, Ƒla relección de Bush se habrá vuelto rehén del precio geopolítico del oro negro? En esta elección, a diferencia notoria de la década de los 70, el alza no parece haber perturbado a los consumidores ni forma parte de la agenda del candidato John F. Kerry, quien de vez en cuando asesta un golpe suave sobre los presuntos vínculos de la "casa Bush" con la "casa Saud".
LA TEORIA DE Ledeen es sumamente compleja: coloca en el mismo saco lo que a su juicio constituyen los siete pecados capitales de Irán y Francia, que contravienen los intereses de Estados Unidos e Israel, lo cual lleva agua a su molino mental para justificar el "cambio de régimen" en Teherán y así impedir el alza del petróleo, además de dislocar el proyecto nuclear de la teocracia iraní susceptible de servir al terrorismo islámico.
NO ES NINGUN secreto aseverar que la colaboración tripartita del grupo criminal Irán-contras impidió la relección de Jimmy Carter y permitió la llegada al poder de Ronald Reagan y George Bush padre. Un hecho poco conocido es el famoso dumping petrolero operado por los sauditas en la década de los 80, azuzado por Estados Unidos, que perjudicó las arcas de la URSS tan dependiente de los petroprecios, lo cual contribuyó a su disolución. "Los precios del petróleo cayeron de 26 a 12 dólares el barril en pocas semanas, a finales de 1985", como revela William Greider en su notable libro Los secretos del templo: cómo la reserva federal maneja al país. Moraleja: Estados Unidos utiliza, de acuerdo con sus intereses coyunturales, ya sea el alza, ya sea la baja de los petroprecios, para beneficiarse o para dañar a sus enemigos.
LA RED VOLTAIRE (muy cercana a un sector del Partido Socialista francés) aduce que "Estados Unidos planifica la caída de los Saud: ninguna amistad resiste al petróleo" (21 de noviembre de 2003). Ya expiró el acuerdo de 50 años firmado a bordo del Quincy el 13 de febrero de 1945, entre el rey Ibn Saud y el presidente Franklin D. Roosevelt. Más de medio siglo después "Arabia Saudita puso en tela de juicio el monopolio de las concesiones petroleras cedido a Estados Unidos y el monto de las regalías", por lo que se ha vuelto una obsesión de las trasnacionales petroleras estadunidenses "controlar el proceso de sucesión monárquica al deceso del rey Fahd". Viene un dato desquiciante: "Desde el 13 de septiembre de 2001, la administración Bush había afirmado que los atentados perpetrados en Nueva York y Washington los habían realizado 19 aeropiratas, entre ellos 15 de nacionalidad saudita. Sin embargo, la FBI nunca indicó cómo estableció la relación de sospechosos que no figuraban en las listas de pasajeros proporcionadas por la compañías aéreas. Por añadidura, el gobierno saudita encontró vivos a cinco de los presuntos desaparecidos en los supuestos atentados suicidas (Abdulaziz Alomari, Mohand Alshehri, Salem Alhazmi y Saeed Alghamdi viven en Arabia Saudita, mientras que Waleed Alsheri es piloto de Royal Air Maroc). Pese a ello y sin ninguna evidencia, la FBI sostiene sus acusaciones fantasiosas que son repetidas sin discusión por los políticos de Estados Unidos y la prensa occidental". Aquí alguien miente: los sauditas o el contumazmente mendaz gobierno de Bush. Ahora lo podemos decir: nuestras fuentes mediorientales nos habían señalado lo falso de la identidad de los sauditas, inventada por la FBI, días después de los atentados del 11 de septiembre y nunca nos atrevimos a publicarlo debido al apabullante diluvio desinformativo que se lanzó como espesa cortina de humo para encubrir la "verdad", y que nos hubiera hecho parecer como irresponsables fantasiosos y locos de atar. A lo mucho que llegamos fue a insinuar el "montaje hollywoodense" del terrorismo islámico instalado por el gobierno de Bush. ƑCómo un común mortal se hubiera atrevido a desmentir la unanimidad reverenciada de los multimedia "occidentales"? Ahora sí que para que la "verdad" sea "cierta", válgase la tautología, deber ser ante todo verosímil, y contar con el apoyo de un poderoso medio televisivo.
YA QUE HABLAMOS de "regalías" petroleras, Greg Palast, consagrado investigador de la BBC, ilustra los motivos por los que Dick Cheney, el verdadero controlador de la política petrolera de Estados Unidos, desea(ba) el derrocamiento de Hugo Chávez, quien había llegado a un acuerdo con el presidente Clinton sobre un precio entre 20 y 30 dólares el barril. Palast se basa en confidencias de "tres cabilderos del más alto nivel de la industria petrolera" y sustenta que a Cheney no le importa el alto precio del petróleo sino quién se lleva sus jugosos dividendos: "Chávez acaba de hacer aprobar por el Congreso una Ley de Hidrocarburos que cambia la proporción de las actuales regalías, como Philipps Conoco (un empresa texana) que se lleva 84 por ciento de la venta del petróleo de Venezuela, que se queda con solamente 16 por ciento (...) Chávez desea 30 por ciento de las regalías y le deja a las grandes empresas petroleras 70 por ciento, por lo que el aliado de Bill Clinton en Venezuela se volvió el enemigo de Dick Cheney" (www.gregpalast.com, 16 de agosto). Ahora se entiende la dimensión estratégica de la resonante derrota que sufrió en su geopolítica petrolera el equipo Bush en Venezuela, que dejó de ser el "rancho de los Rockefeller" para consolidarse como la quinta potencia petrolera mundial, pero que sumando su petróleo pesado en la cuenca del Orinoco se encontraría en el primer lugar mundial a la par de Irak, de acuerdo con cifras oficiosas.
STRATFOR (16 DE AGOSTO), que dirige George Friedman, íntimo de los intereses petroleros texanos, plantea "la vulnerabilidad única del petróleo iraquí", en referencia al incendio de un oleoducto el 16 de agosto por los sadristas chiítas en Amara (en la cercanía de la frontera con Irán), "que puede sacar del mapa petrolero a Irak en caso de persistir la táctica". ƑEstarán los sagaces inversionistas de "futuros" petroleros tomando en cuenta las advertencias de Friedman? No hay que ser geopolitólogo para afirmar que la extensión de la sublevación chiíta del sur de Irak a la entrañas de Irán, una potencia petrolera, pero más que nada gasera (la segunda mundial detrás de Rusia), elevaría los precios a la estratosfera.
PARA LA AGENCIA británica de noticias Reuters ("ƑPor qué los precios del petróleo están tan elevados?", 3 de agosto), no parece haber salida y delinea cinco causas: 1) incremento de la demanda por China e India; 2) falta de capacidad de repuesto a la demanda (tesis a la que suma con singular alegría Stratfor del 11 de agosto: "Las promesas de repuesto del crudo saudita suenan huecas"): "a 40 dólares el barril, la producción de la OPEP se encuentra a su nivel más alto en los últimos 25 años" y el cártel petrolero no dispondría de mayor margen de maniobra; 3) tensiones políticas en los países productores; 4) cuellos de botella en la refinación, debido a "regulaciones ambientales" (špobrecitos!): ahora los países se dividen entre consumidores de gasolina "alta en azufre" y "baja en azufre" (que ya no queda tanto en el mundo como en Sudán, en particular en Darfur, pletórico en petróleo ligero); y 5) la "carestía del petróleo". A propósito, después de que las agencias y publicaciones anglosajonas nos saturaron sin piedad en 1998 con sus mentiras sobre el "fin del petróleo caro" -tesis a la que se sumó tontamente la triada del neoliberalismo tropical de Salinas-Zedillo-Fox (Téllez Kuenzler, anterior secretario de Energía y hoy representante del consorcio petrolero texano Grupo Carlyle, fue a engañar en forma canalla al ignaro Congreso de que el petróleo costaría 6 dólares el barril)-, ahora adoptan sin rubor la tesis contraria del "fin del petróleo barato" a la que Bajo la Lupa se adhirió en 1998, con base en la doble tesis geopolítica y geofinanciera y a contracorriente del grueso del pelotón de seudoexpertos. Le faltó agregar a Reuters las vacaciones de agosto de los estadunidenses, que consumen grandes cantidades de gasolina en sus camionetas contaminantes; los huracanes en el golfo de México y los convenientes próximos disturbios en otros países productores de petróleo. Cualquier pretexto es suficiente para abastecer las arcas de los especuladores de la banca y corredurías anglosajones que intentan resarcir parte de sus cuantiosas pérdidas y déficit ("La ruta confortable de EU a la ruina", Martin Wolf, Financial Times, 17 de agosto) por medio del alza financiera del petróleo.
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