Resulta el ritmo más bajo desde la presidencia de Miguel de la Madrid

INEGI: en 1.1% la tasa anual de crecimiento durante este gobierno

Con los mayores beneficios de la política económica, los servicios financieros encabezaron avances A la saga, la industria manufacturera mantiene un descenso de 1.4 por ciento

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

Sin llegar a superar plenamente la fase de semiestancamiento, la economía mexicana alcanzó una tasa anual de crecimiento de 1.11 por ciento en promedio trimestral en los tres años y medio del actual gobierno, el más bajo comportamiento observado para un periodo similar desde el gobierno de Miguel de la Madrid, cuando el ritmo expansivo del producto interno bruto (PIB) promedió 0.09 por ciento.

De acuerdo con los informes dados a conocer por el Instituto

Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el despliegue trimestral de la actividad económica durante el gobierno del presidente Vicente Fox ha sido menor a la mitad de la tasa de crecimiento de 2.39 por ciento que alcanzó su predecesor Ernesto Zedillo, y es equivalente a una cuarta parte de la que obtuvo Carlos Salinas de Gortari en los primeros tres años y medio de su gestión al frente del Ejecutivo federal, la cual fue de 4.18 por ciento.

Hasta ahora, la tasa anual de crecimiento de 3.8 por ciento lograda por la economía mexicana en el segundo trimestre de 2004 ha sido la más elevada en el transcurso de la actual administración gubernamental, según el Banco de Información Económica del INEGI, pero persisten importantes desequilibrios en la evolución de las nueve grandes divisiones que integran el PIB.

En particular, la industria manufacturera, que aporta entre 17 y 18 por ciento del PIB, registra una caída trimestral en promedio anual de 1.4 por ciento y la que agrupa al comercio, restaurantes y hoteles, con una importante influencia en la generación de empleos, presenta un crecimiento de apenas 0.8 por ciento.

A la cabeza de las divisiones económicas con mayor ritmo de expansión se ubica la de servicios financieros, seguros e inmobiliarios, la cual ha crecido a un ritmo de 4.3 por ciento trimestral en términos anuales y se consolida como la más beneficiada de la política económica sexenal.

En segundo término por su dinamismo se encuentra la división de transporte, almacenaje y comunicaciones, la cual lleva una tasa de expansión trimestral de 4.02 por ciento durante este gobierno, con un fuerte impulso a partir de 2004.

Por su parte, el sector agropecuario, que incluye también a las actividades silvícolas y de pesca, lleva un ritmo de crecimiento trimestral de 2.5 por ciento en promedio anual hasta la primera mitad del año en curso, según la estadística oficial.

Afectada por severas caídas en su actividad al inicio de este gobierno, la industria de la construcción lleva un ritmo de crecimiento de apenas 0.3 por ciento; en tanto que la generación de electricidad, gas y agua ha aumentado a una tasa trimestral de 2.09 por ciento en promedio anual, compatible con la magra expansión económica del país.

La minería, actividad que por lo regular eleva sus niveles de producción cuando la economía desciende o se encuentra estancada, lleva una tasa de elevación de 1.93 por ciento durante el gobierno del presidente Vicente Fox. Mientras los servicios comunales, sociales y personales, que constituyen la novena gran división del PIB, crecen a un ritmo de 1.93 por ciento.

Muy lejos de aquella oferta de campaña de alcanzar tasas de crecimiento anual de 7 por ciento, por lo pronto el ritmo de expansión económica de los primeros tres años y medio del sexenio gubernamental en curso parece insuficiente para satisfacer la demanda de empleos en el país, y corresponde a un incremento de 78 por ciento en el nivel de desempleo abierto alcanzado, precisamente, en el segundo trimestre de 2004.