México D.F. Miércoles 18 de agosto de 2004
Ofende la Iglesia venezolana a pobres; falso,
que vendían su voto por 60 dólares, dice
Irracional, la conducta de algunos sectores de la oposición:
José Vicente Rangel
Pese a la limpieza del triunfo oficial, insisten en
que hubo fraude, reclama el vicepresidente
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas, 17 de agosto. El vicepresidente venezolano,
José Vicente Rangel, afirmó hoy que el gobierno no se opondrá
a auditoría alguna sobre el referendo del domingo anterior, en que
triunfó el no a la revocación del mandato del presidente
Hugo Chávez, y ca-lificó de irracional la conducta de algunos
sectores de oposición política.
Dijo sentirse decepcionado por esa "conducta incomprensible",
ante la insistencia de hablar de fraude cuando todos los observadores han
reconocido la limpieza del triunfo del gobierno de Chávez.
"Ahora
quieren auditoría a pesar de to-das las seguridades que se han dado
y de que no se encuentra indicio de fraude y no-sotros no tenemos nada
que ocultar", dijo.
El vicepresidente sostuvo que el gobierno no se negará
a una auditoría y si se hace deben aceptarse diversas organizaciones
de testigo, como forma de respeto a la población sometida a esta
presión inaudita de "algunas facciones" opositoras.
También Samuel Moncada, dirigente del Comando Maisanta,
que dirigió la campaña electoral oficialista, lamentó
en nombre del pueblo venezolano en su conjunto que un grupo de personas
de la oposición agrediera con un minicacerolazo al ex presidente
estadunidense James Carter, cuando fue a comer a un restaurante en un barrio
residencial, por haber reconocido los resultados electorales, después
de un monitoreo paralelo que coincidió con los anunciados por el
Consejo Nacional Electoral.
Rangel se preguntó que en qué país
los periódicos de la oposición llegan a los ex-tremos que
se ha llegado aquí, de ignorar el triunfo y las declaraciones de
los observadores independientes, como un periódico local que tituló
su primera plana al día siguiente del referendo revocatorio que
Ve-nezuela había "derrotado al déspota".
Se refirió asimismo a un empresario que apareció
en televisión en esas horas "llamando a la insurrección",
o a miembros de la Iglesia católica, como el cardenal José
Castillo Lara, quien sostuvo que a la gente pobre le daban 60 dólares
en las colas para que votaran por el no.
"Esto, además de terrible como acción, es
humillante para el pueblo venezolano, que mereció el respeto del
mundo", dijo.
En declaraciones a la prensa opositora, Castillo Lara
parecía contrariado porque los obispos venezolanos aceptaron los
resultados, aunque "se trata de un inmenso fraude", a pesar de que el religioso
no tenía ninguna evidencia de lo anterior.
Uno de los hechos impactante es que el organismo de monitoreos
opositor Súmate sostenía que sus cifras coincidían
con las del Centro Carter, pero que el problema era que el gobierno había
logrado cambiar don-de decía sí por no, lo
que sonó "patético" como argumento para los observadores.
El vicepresidente venezolano mencionó también
el llamado Plan B -citado por La Jornada-, mediante el cual la oposición
ha-bía preparado para esta etapa desconocer los resultados, llamar
a la violencia e insurrección con la presunta posibilidad de que
la Organización de Estados Americanos no reconociera el triunfo.
Uno de los elementos que se pensaba emplear era no sólo
la guarimba (violencia callejera), sino enviar comandos o personas
armadas, disfrazadas como chavistas (boina roja), a disparar en algunas
manifestaciones opositoras, algo similar a los sucedido el lu-nes en la
Plaza Altamira, como de alguna manera los dejó entrever Chávez
ayer.
"Hubo momentos en que pensábamos que después
de este proceso tan transparente se normalizaría el funcionamiento
democrático y cada quien regresaría a su escenario político.
Los empresarios, la Iglesia, los me-dios no pueden hacer política
sin correr los riesgos de la política. Cada quien debe asumir democráticamente
su lugar", dijo Ran-gel, quien como Chávez exhortó al diálogo
.
En este sentido ambos recordaron que después del
golpe del 11 de abril del 2002, o después de otros actos del mismo
tipo, se habían entablado conversaciones con algunos sectores. "Entonces,
muchos dijeron que esto mostraba signos de debilidad del gobierno", y así
una y otra vez desistieron de transitar el camino democrático.
Rangel había dicho a La Jornada que el gobierno
trabajaría fuerte en función de ese diálogo, demostrando
que ahora, en su mo-mento de mayor fortaleza porque una ma-yoría
había decidido respaldar esta gestión, la imagen del gobierno
había crecido como nunca aquí y afuera y la presencia de
tantos observadores daba cuenta de la realidad que muchos medios negaron
al mundo.
Asimismo, Rangel condenó lo que llamó "acción
terrorista de un grupo de criminales" por los hechos acaecidos ayer en
Plaza Altamira, que dejó varias víctimas, y dijo que se ha
dado órdenes de investigar los hechos y condenar a quien sea culpable.
Plaza Altamira, literalmente tomada por la oposición,
donde se han producido escenas que fueron considerados por analistas como
acciones de guerra sucia antigubernamental, está bajo el
control de la policía del municipio opositor de Chacao.
Por su parte, Samuel Moncada lamentó cómo
la oposición impuso sus falsedades a algunos periodistas de medios
internacionales, como es el caso de una enviada del diario británico
The Independent, quien pu-blicó que Chávez estaba
perdiendo las elecciones por un millón de votos.
"Lamentablemente se juega hasta con el prestigio de los
buenos periódicos, porque la propaganda en el mundo ha sido muy
violenta. Proponemos una lucha común contra la manipulación
y la desinformación ya que algunos medios han remplazado el mensaje
político con un estilo que puede llevar hasta la violencia entre
personas y países".
Por su parte, una observadora representante de Global
Exchange, Medea Benjamin, dijo que se alegraba del reconocimiento del gobierno
estadunidense y que estaba orgullosa por el papel de Carter.
Agradeció al pueblo venezolano el ejemplo dado
en el referendo del domingo, y expresó: "Ojalá las elecciones
del próximo 2 de noviembre en Estados Unidos sean tan transparente
como éstas; pediremos al go-bierno estadunidense que invite observadores.
El mundo es cada vez más global y se necesitan procesos transparentes
como éste".
A su vez, Roger Toussaint, presidente de, sindicato de
trabajadores del Metro y transportistas de Nueva York, dijo que "esta ac-ción
democrática real que observamos es un ejemplo que queremos en Estados
Unidos"
Observadores y parlamentarios euro-peos consideraron una
lección democrática lo sucedido en Venezuela, lo que profundiza
la conciencia popular, y "nadie podrá negar ante nosotros lo que
hemos visto". Parlamentarios italianos denunciaron también la desinformación
en periódicos y me-dios de comunicación de su país.
Para la Asociación Latinoamericana de Juristas,
es un hecho grave "la sustitución de los partidos políticos
por la prensa, que intervino activamente en esta contienda. Jamás
había visto, aun en dictaduras militares, los llamados a la violencia
antes y después de la elección por medios que inclusive convocaron
a una insurrección y a desobedecer las reglas establecidas, a dirigentes
que solicitaban a gritos que se sacaran las máquinas cazahuellas".
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