México D.F. Miércoles 18 de agosto de 2004
Estudio del Centro Pro; carece de mecanismos
para controlar a autoridades, señala
Contraviene la Constitución la ley cívica
y propicia corrupción
Se pretende garantizar la seguridad de los capitalinos
imponiéndoles obligaciones ajenas, dice
SUSANA GONZALEZ Y RAUL LLANOS
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
Juárez (Prodh) advirtió que la Ley de Cultura Cívica
contraviene la Convención de Derechos del Niño, concede atribuciones
a la Consejería Jurídica que corresponden a la Asamblea Legislativa,
no establece garantías para los infractores, tipifica conductas
ya incluidas en el Código Penal y carece de un mecanismo de control
independiente de las autoridades.
Estas y otras seis observaciones fueron hechas por el
organismo a los diputados locales antes de que promulgaran la citada ley,
el 19 de mayo pasado, "con el objetivo de que se legislara en un marco
de derechos humanos, lo cual no sucedió", pues desde su aplicación,
el sábado 31 de julio, "ha repercutido negativamente en el respeto
y vigencia de los derechos humanos", asegura el Prodh.
En un análisis elaborado por Carmen Herrera y Dulce
Sotelo, del Programa de Incidencia en Políticas Públicas
y Derechos Humanos del Prodh, el organismo considera que el Gobierno del
Distrito Federal pretende "garantizar la seguridad" de los habitantes de
la capital, pero imponiéndoles obligaciones que no les corresponden,
según señala el artículo 14, cuando la Constitución
establece que la preservación del orden público es obligación
de la Federación, así como de las autoridades del DF, los
estados y municipios.
Vulnera garantías individuales
El estudio alerta que la ley no establece explícitamente
las garantías para los presuntos o probables infractores que sean
detenidos por la policía preventiva y presentados ante los jueces
cívicos, lo cual puede ser violatorio de artículos constitucionales
como el 14 y el 16.
Inclusive
manifiesta que "se podrían configurar, como ya ocurre, privaciones
arbitrarias de la libertad y verdaderos juicios sumarios, y pasar por alto
el principio de presunción de inocencia y las garantías de
legalidad y debido proceso", sin contar que la policía pueda detener
ilegalmente a una persona a solicitud de otra, únicamente para molestarla,
lo que propicia también actos de corrupción de los uniformados.
Además, en alusión al registro de reincidentes,
indica que "se establece la posibilidad de doble juicio que se encuentra
prohibido en el artículo 23 constitucional", y advierte que algunas
de las conductas que sancionan los artículos 23 y 24 ya están
tipificadas en el Código Penal, como la riña.
Las integrantes del Centro Pro lamentan también
que "la ley carezca de un mecanismo independiente de control de las actuación
de las autoridades", pues si bien se prevé la creación de
un consejo de justicia cívica, éste estará integrado
en su mayoría por funcionarios del mismo gobierno y únicamente
habrá tres representantes de la sociedad, cuyo nombramiento y remoción
corresponde al propio jefe de Gobierno.
Así que las autoridades, asienta el análisis,
tienen la responsabilidad de aplicar la ley, pero al mismo tiempo controlarse
a sí mismas, lo que "cierra toda posibilidad de escrutinio ciudadano
o de vigilancia por una entidad independiente que pueda emitir opinión
y recomendaciones respecto de las irregularidades que puedan llegar a cometerse".
En cuanto al tratamiento de menores, el Centro Pro asegura
que la multicitada ley pasa por alto las obligaciones asumidas por el estado
de México en la Convención de Derechos del Niño, al
establecer que los menores entre los 11 y 17 años de edad también
pueden ser responsables administrativamente de infracciones y no están
exentos de que se les apliquen medidas restrictivas.
Para el organismo resulta "inadecuado" que el jefe de
Gobierno sea quien nombre a los titulares de los juzgados cívicos,
pues plantea que ello debería corresponder a un órgano colegiado
como el consejo de justicia cívica, previsto en la misma legislación,
y en el mismo sentido considera que a la Consejería Jurídica,
responsable de los juzgados, se le concedieron atribuciones que corresponden
a la ALDF.
También sobre este tema, el coordinador de los
diputados del PRI en la Asamblea Legislativa, Manuel Jiménez Guzmán,
exhortó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a emitir
a la brevedad posible la resolución sobre la inconstitucionalidad
de la Ley de Cultura Cívica, en tanto que el Frente de Organizaciones
Ciudadanas (FOC) -afín a ese partido- acordó suspender la
manifestación del próximo jueves, en la que protestarían
contra dicha norma.
En conferencia de prensa, tanto el diputado priísta
como los dirigentes del FOC, Alejandro Cazabal y José Granada, expresaron
que seguirán su lucha en contra de dicha ley.
Por el lado de la ALDF, la fracción del PRI presentará
un punto de acuerdo en la Diputación Permanente para que comparezcan
los creadores de dicha ley y expliquen los alcances legales, éticos,
morales y sociales que tiene este ordenamiento al perseguir la pobreza,
la falta de empleo y la búsqueda de obtener un sustento.
Por su lado, los integrantes del FOC esperarán
a tener el encuentro con el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas,
para hacerle patente su inconformidad y pugnar por que se derogue ese ordenamiento,
que "sólo castiga la pobreza".
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