México D.F. Jueves 19 de agosto de 2004
También los usa para compensar caídas
en la recaudación, asegura el organismo
Utiliza México recursos petroleros extra en
gasto administrativo: FMI
De $61 mil millones de esos ingresos apenas abonó
3 mil 500 millones al Fondo de Estabilización
Critica que no se empleen para corregir fallas de las
finanzas públicas, como está previsto en la ley
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno del presidente Vicente Fox Quesada ha empleado
unos 65 mil millones de pesos de ingresos extraordinarios por la exportación
de petróleo para compensar caídas en la recaudación
y financiar un mayor gasto administrativo, en vez de emplear esos recursos
para corregir fallas estructurales de las finanzas públicas, como
está previsto por la ley, aseguró el Fondo Monetario Internacional
(FMI).
De 61 mil millones de pesos obtenidos por el gobierno
como ingresos extraordinarios por la venta de petróleo en 2002 y
2003, apenas 3 mil 500 millones fueron abonados al Fondo de Estabilización
Petrolera, de acuerdo con el documento del FMI, publicado en momentos en
que los gobiernos federal y estatales impulsan cambios legales para elevar
la captación de recursos públicos a costa de aumentar la
carga fiscal sobre los contribuyentes cautivos.
Creado 15 días antes que concluyera la administración
del ex presidente Ernesto Zedillo, el Fondo de Estabilización Petrolera
(FEP) fue concebido para ahorrar parte de los ingresos obtenidos
por el país cuando los precios de exportación del crudo superaran
los previstos en la elaboración del paquete económico y para
emplear ese dinero cuando las cotizaciones cayeran, con el fin de evitar
ajustes bruscos en el gasto público.
El FEP "no ha sido particularmente exitoso en contener
las presiones de gasto durante los periodos de expansión o de altos
precios del petróleo" y en esa medida no ha sido de utilidad para
corregir importantes deficiencias en la estructura de las finanzas públicas,
añade el informe del FMI, contenido en el reporte de la revisión
anual sobre México, elaborada por el organismo en el transcurso
del segundo trimestre de este año y cuyas conclusiones fueron hechas
públicas el lunes pasado.
A esta revisión, conocida como artículo
IV, es sometido cada uno de los 184 países miembros del organismo
internacional y es realizada cada año.
El reporte menciona que "al menos en principio" el gobierno
mexicano cuenta con dos importantes herramientas fiscales para controlar
la gestión del gasto público y para procurar el ahorro de
los ingresos extraordinarios, cuando existen. Estas son: las reducciones
automáticas del gasto cuando los ingresos petroleros -que representan
un tercio de los recursos fiscales del Estado- son menores a los previstos;
y, la segunda, canalizar esos ingresos extraordinarios al FEP.
Hasta antes de la existencia del FEP, que fue creado a
mediados de noviembre de 2000, cuando faltaban 15 días para el inicio
de la actual gestión, el monto de ingresos petroleros superior al
previsto en la elaboración del presupuesto no estaban considerados
como "recursos extraordinarios", sino que formaban parte de los ingresos
totales. Con ello, esos recursos se empleaban para compensar reducciones
en la captación de otros recursos fiscales.
En contraste, dice el documento del FMI, las reglas originales
del FEP fueron diseñadas para atemperar los efectos negativos de
la fluctuación en los precios del crudo. Los recursos deberían
ser ahorrados para ser empleados cuando una caída en las cotizaciones
redujera los fondos disponibles. A este fondo tendría que ser canalizado
un tercio de los ingresos extraordinarios por la exportación de
petróleo.
Asegura el reporte: "En la práctica; sin embargo,
los mayores ingresos por la exportación de petróleo se han
continuado usando para compensar la caída en la captación
de otros tributos, tal como se hacía (en el anterior gobierno) antes
de la creación del FEP".
En 2000, último año de la gestión
del ex presidente Zedillo, los ingresos adicionales por la exportación
de crudo fueron de 52 mil millones de pesos, pero de ellos sólo
9 mil millones fueron transferidos al FEP. Es decir, no se cumplió
la regla de ahorrar una tercera parte: 17 mil 300 millones de pesos. Esta
anomalía no fue corregida por la nueva administración del
presidente Fox.
Base tributaria débil
Un año después no se registraron este tipo
de ingresos, pero en 2002 los recursos adicionales captados por un mayor
precio al previsto en el crudo mexicano de exportación sumaron 14
mil millones de pesos y según el FMI "fueron usados para compensar
la caída de otros ingresos fiscales". En 2003, asegura el organismo,
los recursos extraordinarios que captó el gobierno por este concepto
fueron de 47 mil millones de pesos, pero sólo 3 mil 500 millones
de pesos, es decir 7.7 por ciento -y no 33 por ciento como está
previsto en la ley- fueron acumulados en el FEP.
"Las finanzas públicas de México se mantienen
vulnerables a los choques económicos internos y externos, como reflejo
de una base tributaria débil, dependencia de los ingresos petroleros
y una relativamente amplia gama de compromisos fiscales del gobierno" (como
los rescates de la banca y las carreteras), señala el organismo.
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