Promotor de la línea dura, como político se caracterizó por intolerante y populista

Murió el yucateco Víctor Cervera, figura del priísmo de viejo cuño

Gobernó su estado natal 10 años; todavía en mayo buscó sin éxito la alcaldía de Mérida

Ataque cardiaco, causa del deceso; tenía 68 años Su vida, signada por la polémica

LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL

Merida, Yuc., 18 de agosto. Víctima de un ataque cardiaco que le sobrevino cuando los médicos intentaban desbloquear una trombosis, este miércoles a las 14:30 falleció el ex gobernador de Yucatán Víctor Cervera Pacheco, personaje representativo del político priísta de viejo cuño. Miembro de la "línea dura" del tricolor, en ocasiones fue intolerante y en otras muchas populista. No pocos lo odiaron, pero al mismo tiempo se le profesó respeto.

Titular del Poder Ejecutivo estatal en dos ocasiones (de 1984 a 1988, interino, y de 1995 a 2001, constitucional), Cervera Pacheco, conocido popularmente como El Balo -muchacho, en lengua maya-, pasó a la historia como el único que ha ocupado el poder durante diez años.

El desenlace de Víctor Cervera resultó por demás inesperado. A sus 68 años lucía lleno de vida, incluso luego de que soportó la derrota electoral a manos del PAN en los comicios del 16 de mayo pasado, cuando buscó ser alcalde de Mérida.

En su intento por retornar triunfalmente a la política, después de que en 2001 cedió la gubernatura al panista Patricio Patrón Laviada, recibió en las votaciones de mayo 12 mil 500 sufragios menos que el ex diputado federal Manuel Fuentes Alcocer, actual edil capitalino.

Fiel a su estilo de priísta dogmático, duro, Cervera Pacheco alegó fraude y recurrió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para tratar de revertir un resultado que le era contundentemente adverso. Quizá el dos veces gobernador olvidó que en 2001 fustigó al mismo TEPJF llamándolo La Santa Inquisición, cuando designó a los consejeros del Instituto Electoral del Estado de Yucatán (IEEY).

En una de sus últimas apariciones públicas, Víctor Cervera -quien encabezó la Secretaría de la Reforma Agraria entre de 1988 y 1994, durante la gestión del presidente Carlos Salinas de Gortari- aseguró que su derrota no lo retiraría de la política. Afirmó que iba a morir siendo político. Y así sucedió. Era su destino.

Marcado por la polémica, el dos veces ex mandatario tuvo constantes enfrentamientos con sus antagónicos panistas y hasta con destacados priístas. Francisco Luna Kan, ex titular del Ejecutivo de Yucatán (1976-1982), lo vetó hasta donde le fue posible cuando se buscaba quién lo sucedería en el cargo, y emitió una frase que intentó ser lapidaria: "cualquiera menos Cervera".

No obstante, El Balo siguió adelante en su frenética búsqueda del poder. En 1984 alcanzó la gubernatura de forma interina, cuando el constitucional Graciliano Alpuche Pinzón solicitó licencia indefinida.

Su obra más destacada en ese cuatrienio fue la ampliación de la terminal marítima de Puerto Progreso, y la generación de empleos con base en la industria maquiladora. En 1988, el entonces presidente electo Salinas de Gortari lo invitó a ocupar la Secretaría de la Reforma Agraria. Durante parte de su gestión se enfrentó con quien en ese momento era gobernador, Víctor Manzanilla Schaffer, quien le imputó hacer una "política rupestre".

En 1995, aparentemente retirado de la política, regresó como candidato a la gubernatura a pesar de cierta oposición interna en su partido. El 26 de mayo de 1995, en una elección apretada, ganó el Poder Ejecutivo al derrotar al panista Luis Correa Mena, hijo de Víctor Manuel Correa Rachó, el primer alcalde de Mérida emanado del blanquiazul, considerado icono del panismo yucateco.

Durante su sexenio aplicó políticas asistencialistas, que sus contrincantes tacharon de "populistas", y en tiempos electorales repartió masivamente bicicletas, lavadoras y enseres para el campo. Toda una "ferretería ambulante", ironizaron sus detractores.

Este miércoles trabajaba en sus oficinas del suburbio La Petronila, cuando a las 12 del día comenzó a sentirse mal, quejándose de un intenso dolor en el pecho. De inmediato se le trasladó a la Clínica de Mérida -privada, de reconocido prestigio-, donde lo atendió el cardiólogo Carlos Wabi Dogre. Poco pudo hacerse: el corazón del ex gobernador estaba dañado en 70 por ciento. No reaccionó al tratamiento y falleció a las 14:30 horas, según el parte oficial.

Cervera Pacheco, nacido el 23 de noviembre de 1936 en Dzemul, pueblo marcado por la pobreza producto de la extinción acelerada de la industria henequén, despuntó en la política desde joven, no sin pasar penurias económicas familiares. Solía relatar que para conseguir dinero que contribuyera al gasto familiar, lo mismo fue limpiabotas que cargador en los mercados de su villa natal y Mérida.

Una de tantas anécdotas de Víctor Cervera se refiere a su cumpleaños. El Balo decía que tenía dos fechas: la oficial, el 23 de noviembre de 1936, y la "política", el 23 de abril de ese mismo año, pues la falsificó cuando fue candidato por primera ocasión a una diputación federal.

Definido como inteligente y de carácter tempestuoso, Cervera Pacheco empezó en los 50 a formar el estilo que lo hizo inconfundible en el ámbito de la política mexicana. En 1970 contendió por la alcaldía de Mérida y el resultado le fue favorable.

Desde ese momento ocupó varios cargos públicos y de elección popular; fue dos veces diputado local, dos veces diputado federal, senador de la República. En 1984 encabezó el gobierno del estado en calidad de interino ante la "licencia" del entonces gobernador Graciliano Alpuche Pinzón, a quien siempre se identificó como uno de sus más acérrimos adversarios. Otro de sus rivales dentro del mismo PRI fue Carlos Loret de Mola, también ex gobernador (1970-1976), asesinado en 1986, mientras viajaba por una carretera en Guerrero.

En 1988 se le designó secretario de la Reforma Agraria; antes fue dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC).

El gobernador Patricio Patrón Laviada -quien por cierto es pariente político del finado, pues su hermano Alejandro está casado con Amira Cervera Hernández, hija del ex mandatario- envió sus condolencias a los deudos y lamentó la muerte del ex titular de la SRA.

Le sobreviven su esposa Amira Hernández Guerra, ex magistrada del Poder Judicial, y sus cuatro hijos: Amira, Víctor, Pilar y Felipe. El velorio se realizaría el sábado, pues su esposa y una de sus hijas se encuentran de vacaciones en Europa. Por lo pronto, su cuerpo fue embalsamado en una funeraria de Mérida.

El Balo fue quizás el político más representativo de Yucatán en los últimos 40 años.