México D.F. Jueves 19 de agosto de 2004
Rechazan trabajadores oferta de 4.45% directo
al salario y 0.95% en prestaciones
Colocan las banderas de huelga en la planta de Volkswagen
en Puebla
Fuentes señalan que la presión de la disidencia
sindical obligó a llevar a cabo el paro laboral
FABIOLA MARTINEZ Y FRANCISCO RIVAS REPORTERA Y
LA JORNADA DE ORIENTE
Los
trabajadores de Volkswagen de México iniciaron ayer una huelga en
rechazo a la oferta patronal de 4.45 de aumento al salario y 0.95 por ciento
en prestaciones. Alrededor de las 10 de la noche la empresa no había
emitido una nueva propuesta que permitiera la continuidad de la negociación;
de hecho, la directiva sindical citará a los obreros a una asamblea
que podría realizarse hasta la tarde del viernes, es decir, la huelga
no tiene visos de solución por lo menos en las próximas horas.
El líder del Sindicato Independiente de Trabajadores
de Volkswagen de México, José Luis Rodríguez Salazar,
admitió que el estallamiento de la huelga fue "sorpresivo", como
consecuencia, dijo, "del alto desgaste económico de los trabajadores
arrastrado desde 2000 a la fecha".
Este movimiento de huelga es el tercero de agosto de 2000
a la fecha, y significa el paro de la fabricación de cerca de mil
300 unidades diarias, nivel en el que se encuentra el ensamble de 860 autos
modelo Jetta, 200 New Beetle y 270 del variante Cabrio. Se suspenden temporalmente
también los trabajos de preparación del nuevo modelo VW de
México, denominado A5.
Ocho horas después de que fueron colocadas las
banderas rojinegras en la planta de Puebla, fuentes de alto nivel involucradas
en el proceso de negociación admitieron que la decisión de
estallar la huelga a partir de las 11 de la mañana de este miércoles
fue un acto "sorpresivo", ya que la directiva sindical había mostrado
hasta el martes por la noche su satisfacción por la propuesta referida.
Este viraje fue explicado por integrantes de la mesa de
negociación como consecuencia de la presunta fuerza que tendrían
los grupos opositores a la cúpula sindical, ya que Rodríguez
Salazar es el primer dirigente en la historia de este gremio que logró
relegirse en el cargo. "Hay quienes no le perdonan a José Luis haber
roto la tradición de la no relección", manifestaron.
Rodríguez Salazar negó que el resultado
en favor de la huelga sea un revés para la directiva que encabeza,
sino "parte de los riesgos y responsabilidades de la representación
sindical, y nos une más a los trabajadores, porque saben que cuentan
con representantes que acatan la decisión de la mayoría".
Sin embargo, trabajadores de VW manifestaron que el resultado
de la votación no debe entenderse como una negativa al ofrecimiento
de la empresa, sino como un acto de protesta contra la dirigencia del sindicato
porque siempre intentan legitimar con sus asambleas lo que creen conveniente,
aunque no vaya en defensa de los intereses de los trabajadores.
Hubo otros que advirtieron que continuarían votando
contra las propuestas de José Luis Rodríguez hasta que presente
su renuncia como secretario general, pues en cinco años de su gestión
los resultados para los obreros han sido negativos, lo que se ha reflejado
en una disminución del personal y en el deterioro de los salarios.
Los riesgos
Sin embargo, las fuentes consultadas pusieron énfasis
en que esta nueva huelga en VW de México (la anterior ocurrió
en 2001, con un paro de 18 días) podría ser "el argumento
ideal para que la trasnacional alemana traslade su producción hacia
otros puntos, como Brasil o, al igual que otras compañías
de la industria automotriz, mantenga en un nivel mínimo la producción
a cargo de obreros mexicanos".
Por la tarde, el comité de huelga y la directiva
sindical regresaron a la ciudad de México, confiados en recibir
una nueva propuesta de la empresa "por lo menos algunas centésimas
más" a la oferta previa a la huelga. Esa posibilidad no llegó,
por lo que este jueves tampoco hay una cita formal para retornar a la mesa
de diálogo.
Por su parte, el director de Recursos Humanos de VW, Francisco
Bada, admitió que hasta anoche no habían hecho una nueva
propuesta al sindicato, y advirtió que ambas partes tenían
un largo camino por recorrer. Se reservó los detalles de la estrategia
empresarial, porque, expresó, "este es un proceso que será
negociado internamente y no vamos a discutirlo en los medios de comunicación...
tenemos unas horas por delante y hasta ahora no hay ningún ofrecimiento".
La decisión de estallar la huelga, derivada de
la voluntad de 60 por ciento de los trabajadores -expresada mediante el
voto universal, directo y secreto- fue justificada por Rodríguez
Salazar como una respuesta del "agotamiento" de los obreros por el reciente
periodo de crisis.
Y es que justo este mes los obreros cumplieron un año
de disminución en sus percepciones, debido al esquema de 4x3 (cuatro
días de trabajo por tres de descanso) impuesto en agosto de 2003
como única alternativa para evitar el despido de 2 mil trabajadores
de base.
Han experimentado también "descansos largos" y
esperan en noviembre otra ronda de paros técnicos.
"Mis compañeros decidieron ya no recibir más
castigos... En particular causó molestia la propuesta de aumento
en prestaciones de 0.9 por ciento destinado al rubro de despensa", dijo
Rodríguez Salazar. Antes de 2000, los beneficios adicionales resultaban
un aliciente para los empleados de VW México.
Pese a lo anterior, el dirigente sindical confió
en un pronto arreglo con la empresa, demostrar que existe "capacidad de
negociación" y evitar un nuevo lapso de desgaste que podría
llevar, como ha trascendido, a la interrupción de inversiones e
inclusive a un peor escenario con el cierre de la planta ubicada en la
capital poblana.
Rodríguez rechazó que en la decisión
expresada por sus compañeros hayan influido "factores externos",
como el plan de acción y paros convocados por la Unión Nacional
de Trabajadores, central de la que el sindicato de VW es miembro fundador.
Lo cierto es que el gobierno federal no contaba con un
conflicto laboral adicional en este mes, luego que el Sindicato Nacional
de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) iniciara jornadas de movilizaciones
en contra de la reforma a la ley de ese organismo.
El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social (STPS), Carlos Abascal Carranza, aseveró sin embargo que
la huelga en VW es una "excepción" y que pese a la advertencia de
un paro colectivo el próximo 1º de septiembre, "no se ha empañado
la paz laboral" en el país.
Inclusive, al referirse a la advertencia del Sindicato
Mexicano de Electricistas y del propio SNTSS en torno a la posibilidad
de estallar una huelga en defensa del contrato colectivo, el funcionario
apuntó que el derecho a huelga está garantizado, "como se
hizo hoy en el caso VW", "cuando se ejerce en los términos que prevé
la Ley Federal del Trabajo".
A pregunta directa sobre la posibilidad de que el Estado
haga uso de la requisa para romper una huelga, Abascal repitió que
se respetarán todas los movimientos de ese tipo, siempre que se
apeguen a la normatividad vigente.
Añadió que ese recurso se debe utilizar
"sólo como un elemento extremo y en el marco de la ley. La autoridad
laboral habrá de respetar ese derecho. Ese compromiso ahí
está y lo respetaremos hasta sus últimas consecuencias",
afirmó.
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