Tangotl
Jesusa Rodriguez y Liliana Felipe
Yo la vi a lo lejos, sentada enla sombra
con cien macehuales, que
no conocía.
Pero su mirada, se posó en la mía
y brincó a mi pecho, como
un huitzilin.
Clayudas con tasajo,
comimos esa noche,
y en pleno Xicoténcatl un
beso le pedí.
Pero Huitzilopochtli no
estaba de mi parte
llegando a Azcapotzalco de
nuevo la perdí.
Se hundió en aquella sombra,
como Tezcatlipoca
y en el noveno infierno,
se la tragó el Mictlán.
Sólo aquel apapacho se me
quedó en la boca
y Ehécatl de un soplo me lo
hace recordar.
Señora Tlazoltéotl te pido que regrese
te entrego mi basura por
única ocasión.
No importa que con otra
coma cacahuazintle
hincada en el metate te pido su perdón.
Que vuelva, que regrese, que
de nuevo la bese,
¡Señora Chalchiutlicue,
apágame esta sed!
Espero su retorno como el de
Quetzalcóatl
ay serpiente emplumada
devuélveme su ser.
Volvió con el quexquémetl
encima del huipil,
mojados los huaraches y en
el Nahu Ollin.
No sé cómo he podido vivir
por tantos años
lejos de Xiuhtecuhtli, lejos de su calor. |