México D.F. Jueves 19 de agosto de 2004
Primera función de Blush, espectáculo
multimedia en el Palacio de Bellas Artes
Vandekeybus propone una poética transgresora
para reinventar relatos
El instinto del cuerpo es el aspecto central del montaje
que combina danza, teatro y cine
Explorar la belleza, pero también ''la fealdad
del amor'', entre sus motivaciones
ANA MONICA RODRIGUEZ
La poética transgresora que proyecta en sus espectáculos,
explica el artista belga Wim Vandekeybus, surge con la idea de reinventar
relatos de amor.
''Existen historias que se repiten, a pesar de que transcurran
dos mil años. Esas historias viajan en el tiempo y las reinvento
a mi manera, en fondo y forma", abunda el polifacético coreógrafo
quien en su cuarta visita a México presentará con la compañía
Ultima Vez, el espectáculo multimedia Blush.
En el escenario del Palacio de Bellas Artes se desplegarán
las aparatosas manifestaciones artísticas, en las cuales Vandekeybus
reunió la danza, teatro y cine; además de los textos de Peter
Verhelst y la música rock de David Eugene Edwards.
Una fantasía
Blush (Rubor), explica el director belga,
es una fantasía ''que habla de hombres y mujeres; del amor, sus
desencuentros, la caída, el sexo instantáneo, el humor ácido
y una mágica imaginación".
El espacio artístico mostrará a los espectadores
las siguientes imágenes:
Una mujer que hace el amor a un hombre mientras éste
duerme/ Se formará una inmensa pared de bolsas, las cuales aplastan
de manera brutal a dos bailarines/ Lanzándose del escenario hacia
la pantalla, las coreógrafas reaparecen transformadas en ninfas
de agua dentro de un infierno subacuático.
Las anteriores acciones son muestra de la ósmosis
creada por Vandekeybus en la dirección, coreografía y escenografía,
que fusionadas con las actuaciones de los 10 artistas que integran la compañía
sobrepasan los límites humanos y tecnológicos.
El creador escénico, quien a sus 40 años
se encuentra en plena madurez profesional y de vida, refleja en Blush
un espectáculo enérgico, lleno de emoción, en el que
la pieza central del proyecto es el instinto del cuerpo: inquieto, impredecible,
poderoso pero también frágil.
Wim Vandekeybus, actor, fotógrafo y diseñador
gráfico, trabajó durante dos años con Jan Fabre para
después crear su propia estructura. Su primera obra internacional
se remonta a 1987 con Lo que el cuerpo no recuerda -ganadora del
premio Bessie, de Nueva York- y hasta ahora suma 16 espectáculos,
entre los que Blush ocupa el penúltimo lugar.
''Me interesa trabajar con temas que involucran al cuerpo
humano debido a la pasión que existe por explicar la vida y donde
la fuerza de la naturaleza es totalmente indiferente.
''El cine es utilizado como escenografía. Jugamos
con la realidad virtual y los bailarines-actores desaparecen en una pantalla.
Llegan al agua y nadan en su imagen."
En busca de un diálogo directo con el público,
los coreógrafos Laura Arís, Elena Fokina, Jozef Frucek, Ina
Geertts, Robert M. Hayden, Germán Jáuregui, Linda Kapetanea,
Thi-Mai Nguyen, Thomas Steyaert y el mismo director establecen una relación
que afecta las sensaciones más íntimas de los espectadores.
Rubor (o sonrojarse) explora la belleza, ''pero
también la fealdad del amor'' y en dos funciones (hoy y mañana)
Wim Vandekeybus presentará su original propuesta con motivo de los
festejos por el 70 aniversario del Palacio de Bellas Artes.
El artista belga Wim Vandekeybus y sus bailarines realizaron
ayer en Bellas Artes un ensayo de su espectáculo Blush FOTOSROBERTO
GARCIA ORTIZ
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