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México D.F. Jueves 19 de agosto de 2004
ROCK
Chava Rock
Kiss
HAY DOS FORMAS claras de recordar a Kiss en México: una es que siempre queda algo a deber en sus presentaciones; la otra es que en cada una de sus visitas teje cierto misterio que raya en la burla y el cinismo.
LA PRIMERA VEZ que actuó en el país, fue precisamente en el Palacio de los Deportes -espectáculo miserable-, no trajo el gran escenario (lo dejó en Argentina), que es lo que sustenta en gran medida a la banda, y con dificultad llevó 17 mil personas a un foro con capacidad para 20 mil; en esa ocasión con Paul Stanley y Gene Simmons venían Bruce Kulick y Eric Singer.
SU SEGUNDA VISITA fue nuevamente al Palacio, sólo que las cosas cambiaron considerablemente, pues el grupo volvió a pintar sus rostros y revivió la nostalgia de todos aquellos niños que después de Cri-Cri pasaron a Hotter Than Hell (1974) o al Destroyer (1976). La alineación de aquellas tres noches mexicanas (7, 8 y 9 de marzo del 97) fue la de Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss; El Demonio, El Niño Estrella, El As Espacial y El Gato, respectivamente; los miembros originales por fin en México, pero nuevamente el escenario fue inferior a lo que se esperaba, no estuvo a la altura de lo que durante años apreciamos en sus impresionantes videos en concierto.
LA TERCERA OCASION (24 de abril de 1999) fue en el Foro Sol, allí el grupo ofreció un gran espectáculo, sólo que en esa ocasión hubo dos severos inconvenientes. Uno, el grupo que abrió les comió el mandado: Rammstein fue impresionante, el circo y el show se los llevó el grupo alemán, sus pirotecnias y llamaradas fueron más arriesgadas, inclusive uno de los músicos empezó a inmolarse en pleno escenario, ante la incredulidad de los cerca de 40 mil asistentes. Kiss no pudo superar este acto y se limitó nuevamente a vivir de la nostalgia de sus seguidores. El otro revés es que el grupo no pudo traer a nuestro país la costosa producción del Psycho circus, en el que participaban payasos, leones, trapecistas y malabaristas.
Se mantiene la dualidad
AHORA, LA CUARTA visita del grupo, también mantiene esa dualidad, por un lado saldó su deuda con el espectáculo y lució un magnífico escenario, por fin trajó las rampas hidráulicas que sostienen a la guitarra líder y al bajo. Sólo que ahora la burla llegó a un grado que de absurda dejó de importarle a la fanaticada, maquillaron a Eric Singer como a El Gato (supliendo a Peter Criss) y pintarrajearon a un miembro de su staff, Tommy Thayer, quien ya había trabajado con el grupo y tenía una banda tributo a Kiss, para hacerlo parecer a Ace Freheley. Fraude, llegaron a gritar sólo un par de voces, ante la hilaridad de miles que veían como este joven guitarrista se limitó a imitar al lirero original.
ESTO ES UNO de los virus que no han permitido a Kiss ocupar realmente el lugar que sus fans quisieran que tuviera en el mundo del rock. Pues a esto hay que agregarle las ocasiones en que ellos no han tocado los instrumentos en sus discos, pues los han tenido que hacer músicos de sesión, como en el caso de uno de sus cortes más celebrados, I was made for lovin' you (Fui hecho para amarte), que se incluye el disco Dynasty (1979), en el que ni Simmons ni Criss tocan. El productor Eddie Kramer desde hace tiempo ha hecho pública la gran cantidad de doblajes y trucos que ha desarrollado en estudio para grabar un buen álbum, pese a las limitantes de estos músicos, que han hecho de su imagen el gran negocio.
Increíbles alcances
ƑES ESTO EL rocanrol? Muy probablemente sí. Son increíbles los alcances que tienen aún estos veteranos: Gene está a punto de cumplir 55 años (nació el 25 de agosto de 49) y Paul recién celebró sus 52 años (nació el 20 de enero de 52). Esto explica no sólo las arrugas que se notan ya en sus sudorosas axilas, sino lo cansados que pueden resultar este tipo de conciertos, en el que hacen pausas prolongadas de música para platicar con el público, como si fuera un show de comediantes. Lo son. Estamos en la antesala del fin de una de las agrupaciones que mayor impacto causó en el mundo de la música, tan fuerte es todavía su presencia que aún los niños de cuatro, cinco y seis años asisten maquillados a sus conciertos, al igual que cientos de jóvenes y adultos, que tuvieron en esta banda a su šQué Payasos! El circo aún no ha terminado, pero el maquillaje cada vez pierde más consistencia. [email protected]
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