México D.F. Sábado 21 de agosto de 2004
Rechaza el Pentágono la versión;
se basa en informes de prensa, afirma
Médicos del ejército de Estados Unidos
colaboraron en vejaciones a presos iraquíes
Dos facultivos ayudaron a diseñar y supervisar
los apremios en Abu Ghraib: The Lancet
REUTERS Y AFP
Londres, 20 de agosto. Médicos del ejército
de Estados Unidos que trabajaban en Irak co-laboraron con interrogadores
en las vejaciones contra prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib
en las afueras de Bagdad, según un artículo publicado este
viernes en la revista médica The Lancet.
Sin
embargo, el ejército estadunidense dijo que el artículo es
impreciso y el Pentágono rechazó las acusaciones. El profesor
Steven Miles, autor de la información, citó evidencias de
que algunos médicos falsificaron certificados de defunción
para encubrir muertes y ocultaron pruebas de golpizas.
"Efectivos militares declararon que un médico y
un psiquiatra ayudaron a diseñar, aprobar y supervisar interrogatorios
en Abu Ghraib," escribió Miles en su artículo, ba-sado en
evidencias obtenidas en audiencias en el Congreso de Estados Unidos, declaraciones
juradas de detenidos y soldados, informes de revistas médicas e
información de una agencia de ayuda," añadió.
Un detenido, que se desplomó tras una paliza, fue
reanimado por médicos para que los maltratos pudieran continuar,
indicó. Según el informe de The Lancet, el sistema
médico colaboró para diseñar y realizar interrogatorios
que resultaran mental y físicamente más dolorosos.
La publicación citó el caso de un miembro
del personal médico que fingió poner un suero de goteo a
un cadáver para hacer creer que el prisionero llegó vivo
al hospital.
Otras violaciones de derechos humanos incluyeron no mantener
historiales clínicos, no realizar exámenes médicos
rutinarios y no proporcionar cuidado apropiado a detenidos discapacitados
o heridos.
El Pentágono rechazó el artículo
de Mi-les, indicó el teniente coronel del ejército, Joe Richard,
quien afirmó que es impreciso y se basa "en informes de prensa cuidadosamente
seleccionados y extraídos de testimonios (dados en el Capitolio)
y no investigaciones de primera mano".
La coronel Ellen Krenke señaló que no disponía
de prueba de la participación de médicos estadunidenses en
los castigos a prisioneros iraquíes en Abu Ghraib, calificó
las acusaciones de "graves" y precisó que el artículo pintaba
"un cuadro inexacto de las tareas realizadas por el personal médico
y sus obligaciones".
Las informaciones sobre maltratos en la prisión
salieron a la luz pública por primera vez a finales de abril, cuando
se divulgaron fotografías de detenidos iraquíes desnudos
en situaciones humillantes a manos de efectivos estadunidenses.
Por otro lado, los musulmanes sospechosos de terrorismo
que están detenidos en una cárcel británica se rehúsan
a comer carne luego de recibir un menú que contenía cerdo,
prohibido por su religión.
El servicio de la prisión admitió que el
mes pasado, en la prisión de máxima seguridad londinense
de Belmarsh, hubo un "error" en el etiquetado de la comida, al identificarse
los alimentos como Halal o adecuados para los musulmanes.
El servicio afirmó que el problema fue arreglado
y que el director de la prisión ofreció disculpas a los detenidos
musulmanes, indicó la abogada Muddassar Arani a los periodistas.
La abogada dijo que los detenidos perdieron la confianza
en la comida que les preparan en la prisión y quieren que su carne
la traigan desde el exterior.
El estudio jurídico de Arani representa a seis
de los ocho supuestos terroristas acusados la semana pasada de conspiración
para cometer un homicidio en un plan vinculado a alertas de objetivos estadunidenses.
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