México D.F. Sábado 21 de agosto de 2004
Activistas obstruyen obras de demolición
del edificio que albergó el viejo hotel Apolo
Plantón en Chihuahua en defensa del patrimonio
arquitectónico
Los inconformes buscan impedir la destrucción
de frescos pintados en muros del inmueble
MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL
Chihuahua, Chih., 20 de agosto. Antropólogos,
arquitectos y estudiantes bloquearon ayer las obras de demolición
-que realiza el gobierno del estado- del edificio que albergó el
viejo hotel Apolo de esta ciudad, con el propósito de impedir la
destrucción de una serie de frescos pintados en los muros del vestíbulo.
Durante
varias horas los inconformes se plantaron frente a los restos del edificio,
situado a un costado del Palacio Federal, e impidieron que la maquinaria
de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno estatal continuara
la demolición para despejar el área donde se planea construir
una plaza pública contemplada en el proyecto de remodelación
del Centro Histórico desarrollado por el gobernador Patricio Martínez.
En una carta abierta apoyada por 150 firmas, un grupo
de artistas e intelectuales de la entidad censuró la destrucción
del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la capital
del estado ocurrida en el último cuarto de siglo, en lo que llamaron
"un malentendido afán de modernización" de la que fuera considerada
todavía hasta las primeras décadas del siglo XX una "villa
espléndida", "convertida ahora por las autoridades y por muchos
particulares en un verdadero amasijo de construcciones improvisadas, sin
ningún estilo ni sentido estético".
Los inconformes aseguraron que ahora es difícil
cuantificar las pérdidas que se han causado al patrimonio cultural
de los mexicanos y chihuahuenses, como las muy recientes intervenciones
en el palacio de gobierno y la devastación de algunos barrios de
la ciudad.
Aseguraron que los gobiernos estatal y municipal actuales
hicieron a un lado la normatividad creada por un grupo de especialistas
para salvaguardar los pocos ejemplos de arquitectura tradicional y monumental
de la ciudad, e inició "un descomunal proceso de acciones de transformación
urbana que incluía demoliciones masivas en un área de miles
de metros cuadrados, sin contemplar un proyecto integral adecuado".
Acusaron
al gobierno estatal de usar el control de la prensa local y la presión
política para impedir que la opinión de los expertos fuera
atendida.
"El último de los inmuebles que están intentando
rescatar la sociedad civil y especialistas es el hotel Apolo, una construcción
de principios del siglo XX que alberga en su interior decoración
mural con estucado y pintura mural al óleo en estilo modernista".
Al frente del grupo de intelectuales que firma la carta
abierta a la ciudadanía, la escritora Micaela Solís, expresó
que en su momento tanto el Colegio de Arquitectos de Chihuahua y el Consejo
Internacional en Monumentos y Sitios intervinieron para que el edificio
Apolo fuese excluido de las demoliciones y que, por el contrario, fuera
integrado a un "auténtico" proyecto de consolidación y conservación
del patrimonio chihuahuense.
En respuesta, el gobierno del estado anunció en
agosto de 2003 que la parte antigua de la construcción iba a ser
conservada. No obstante dicha declaración pública, el lunes
16 de agosto se inició la demolición del inmueble, sin previo
aviso a los interesados en su preservación.
En ese sentido, los inconformes solicitaron la aclaración
de la actual situación del inmueble mencionado y exigieron un alto
total a los trabajos de demolición del edificio del hotel Apolo.
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