México D.F. Lunes 23 de agosto de 2004
Engaños e imposición en la presa La
Parota
Campesinos rechazan mísera indemnización
y reubicación; hostigamiento a opositores
ROSA ROJAS ENVIADA
Acapulco, Gro. La buena noticia: con la llegada
del proyecto hidroeléctrico La Parota, del Plan Puebla-Panamá
(PPP), los alcanzó el progreso. La mala: no será para ellos,
pues les van a afectar directamente 14 mil 213 hectáreas. "La mayor
parte son suelos aptos para la agricultura de 20 núcleos agrarios,
y una parte considerable de los terrenos que se usan para cultivos mediante
el sistema de roza, tumba y quema", según reconoce la Comisión
Federal de Electricidad (CFE) en su Manifestación de impacto ambiental
(MIA).
La buena noticia: la CFE dice que va pagar la reubicación
de 24 poblados, en los cuales habitan más de 3 mil personas, "garantizando
condiciones que sean satisfactorias para los habitantes", todo "mediante
un proceso de planeación participativa". La mala: comuneros y ejidatarios
dicen que "la tierra no se vende", además de que la paraestatal
les quiere pagar a 70 centavos el metro cuadrado. Y aunque la Universidad
Autónoma de Guerrero (UAG) elabora el plan de desarrollo integral
del área de influencia de La Parota, "no se ha hablado de presupuesto",
advierten los afectados. Dicho plan "se promoverá ante las autoridades
competentes, en cuya ejecución la CFE está dispuesta a participar
activamente, en la medida de sus responsabilidades y competencia", asienta
la paraestatal en su documento ambiental.
La buena noticia: el gobernador de Guerrero, René
Juárez Cisneros, dice que no se hará la hidroeléctrica
si hay oposición de los comuneros y ejidatarios. La mala: metieron
en la cárcel a dos de los líderes de los campesinos opositores,
con el argumento del "estado de derecho", aunque ni Marco Antonio Suástegui
ni Francisco Hernández hayan estado en el lugar de los hechos el
día en que supuestamente privaron ilegalmente de la libertad a un
funcionario de CFE.
La buena noticia: ambos detenidos salieron de prisión
-estuvieron encarcelados 10 días-, ya que la CFE pagó la
fianza de 10 mil pesos después de varias protestas de los campesinos.
La mala: siguen bajo proceso, hay otras cuatro órdenes de aprehensión
contra opositores a La Parota y "la condición para que CFE se desista
de las acusaciones es que levantemos los cuatro plantones que tenemos para
evitar que pase la maquinaria de la CFE" y se permita la entrada de ésta,
según señalaron inconformes.
Los
plantones están instalados desde mediados de junio en los poblados
de Agua Caliente, Gallinero, Cantón y Cruces de Cacahuatepec, para
evitar que ingrese a las tierras comunales y ejidales el equipo de la CFE.
En sillas de plástico y hamacas, en el primero, una veintena de
hombres y mujeres montan guardia en la comisaría; en el segundo,
cobijados a la sombra de una construcción, a un costado del pozo,
ocho hombres se mantienen alerta, día y noche. La gente se va turnando.
"La tierra no se vende", es la consigna. Hubo un primer plantón
en 2003, que duró seis meses, en El Fraile, en la entrada a los
bienes comunales de Cacahuatapec.
Los dos lugares visitados están a unos 50 kilómetros
de Acapulco, aún dentro del municipio del mismo nombre, pero a años
luz de los hoteles de lujo que bordean las playas. Hora y media de polvo
y sudor, porque el pavimento naufraga al dejar la carretera que va a la
Costa Chica, con terracerías en mal estado que cruzan poblados misérrimos,
donde los chiquillos y chiquillas acarrean agua de los pozos artesianos
con sus cubetas para satisfacer las necesidades domésticas, mientras
los automovilistas cuidan no atropellar pollos flacos, cerdos flacos y
perros flacos que deambulan por el camino.
-¿Cuántos son los opositores a La Parota?
-se les pregunta.
"Nomás los que firmamos contra la dizque legalidad
de la asamblea del 25 de abril (en la que supuestamente la mayoría
de los comuneros de Cacahuatepec dio su anuencia para la construcción
de la presa) y pedimos su anulación. Somos más de mil 400,
porque la mayoría no estuvo ahí. Días antes las camionetas
de la CFE andaban pueblo por pueblo recolectando firmas, pagándolas
a 50, 200 o 300 pesos. A otros, para que firmaran, los engañaron
con que estaban haciendo un censo."
Señalan que otros no asentaron su rúbrica
para la solicitud de anulación de la asamblea porque "tienen miedo".
La doctora Rufina Palma, contra quien también hay
una orden de aprehensión, es hija de un comunero. Informa que ella
acudió al lugar donde se hizo la asamblea, en la cancha de una escuela,
que no es donde tradicionalmente se realizan, para ver qué iba a
pasar. "No pasaron lista, no se verificó el quórum legal.
Duró menos de 15 minutos. Nada más dijo el comisariado de
Bienes Comunales que si estaban de acuerdo en que se hiciera la presa y
que se pide que se lleven a cabo indemnizaciones justas. Los que estaban
-muchos no eran comuneros- levantaron la mano como robots y se fueron",
indicó.
En el plantón de El Gallinero, Isaías Flores
Hernández, de Garrapatas, y Ricardo García, de Arroyo Verde,
señalaron que la tierra es lo único que tienen y "la CFE
quiere entrar a lo bruto". Comentaron que con los 70 centavos que la comisión
les quiere pagar por metro cuadrado, no conseguirían tierra en ningún
lado y se quedarían sin trabajo. "En Acapulco, el que no trabaja
un día no come." Isaías siembra maíz en dos o tres
hectáreas y saca 80 costales del grano y 20 de frijol. Eso le alcanza
para que los ocho integrantes de su familia coman todo el año. Siembran
jamaica cuando llueve. Hay cocoteros y mangales.
García informó que en Arroyo Verde no hay
electricidad. Hay agua de pozo. Hay una escuela del Consejo Nacional de
Fomento Educativo. Con su siembra de maíz y frijol en cuatro hectáreas
le alcanza para mantener a su familia. Saca algo de copra, que le pagan
a tres pesos el kilo. Dice que la CFE, al principio, les dijo que iban
a ser reubicados, que les iban a pagar las casas, "pero no creo. Y después
dijeron que ya no se iba a hacer nada".
En la comisaría de Agua Caliente la gente en plantón
se queja también de que la CFE apenas ha hablado con los que van
a quedar inundados, "pero no nos dicen nada a los que estamos río
abajo, donde quedaría la cortina de la presa. No nos dicen que se
va a secar la tierra porque no van a dejar pasar agua".
Señalaron que gracias a que también hay
grupos ecologistas que los están apoyando, entre ellos Guerreros
Verdes, se enteraron de que la CFE ya había metido la manifestación
de impacto ambiental a la Semarnat. "Querían meterlo a nuestras
espaldas. Ahora dizque van a hacer una consulta pública el próximo
día 24 en el Centro de Convenciones de Acapulco, pero nosotros nos
enteramos de eso en los periódicos", comentaron. Indicaron que todavía
no deciden si van a ir, pues "igual la pueden hacer a nuestras espaldas",
apuntaron.
Denunciaron además que constantemente los policías
judiciales estatales se instalan a la entrada del pueblo, afuera del domicilio
de Suástegui y en otros poblados, para "hostigar a la gente. Tratan
de intimidarnos". Incluso recordaron que el 27 de junio llegaron dos camionetas
del Ejército con soldados armados. "Se detuvieron a unos metros
del plantón de Agua Caliente, y ahí se quedaron más
de cuatro horas". Eso lo consideran otra intimidación, lo mismo
que las detenciones de sus compañeros, a quienes los agentes judiciales
destacados en El Coloso "les quitaron 6 mil 500 pesos por el delito
de andar cortando leña".
Por su parte, la CFE en la MIA considera que "La Parota
puede ser el detonador de un desarrollo sustentable y contribuir significativamente
al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de una de las regiones
más marginadas de Guerrero y del país".
Reconoce que la modificación del régimen
hidrológico del río Papagayo (desfogue de 748 metros cúbicos
por segundo durante cuatro horas y de cero las restantes 20 horas) tendrá
repercusiones en procesos de erosión y sedimentación en el
cauce del río; modificaciones en la desembocadura del río;
mayor intrusión salina en el río; inundación y posible
salinización de las terrazas fluviales aprovechadas con fines agrícolas;
afectación de la vegetación y fauna asociada, y modificación
sustancial de la comunidad biótica del río.
"Para mitigar esas afectaciones se ha incorporado al diseño
del proyecto una presa reguladora aguas abajo de la cortina de La Parota.
Esta permitirá que se mantenga un gasto permanente en el río
que oscilará a lo largo del día entre 30 metros cúbicos
por segundo y 403 metros, lo cual, si bien no permite que se recuperen
las condiciones originales del río, será suficiente para
mantener condiciones físicas y bióticas aceptables aguas
abajo de la cortina y hasta la desembocadura del río."
Reconoce además que la cuenca del río Papagayo
"es parte de la Sierra Madre del Sur, ocupa la macropendiente pacífica
de ésta y se sitúa en la zona de interacción de las
placas de Cocos y Norteamericana, por lo que es una zona de alta sismicidad".
Apunta que la zona del cerro Los Mayos, "que se encuentra limitado por
fallas transcurrentes", debe ser monitoreada "bajo un enfoque morfoestructurogeodésico
de precisión, para en caso necesario incrementar el margen de seguridad
en el diseño de algunas de las obras".
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