México D.F. Jueves 26 de agosto de 2004
El 25 de agosto de 1944 "forjó nuestra
historia": Chirac
Celebran franceses la liberación de París
y la rendición alemana
YURIRIA ITURRIAGA CORRESPONSAL
Paris, 25 de agosto. El 25 de agosto de 1944 marca
la rendición del nazismo, que desde 1940 ocupaba la capital francesa.
Después de esa fecha, Francia vive una verdadera re-volución
cultural con la que entra en la mo-dernidad, pues si bien sale orgullosa
de la humillación de la ocupación alemana, me-nos soberbia
se abre al mundo exterior y particularmente hacia Estados Unidos, país
que fungió como coautor de dicha liberación.
Aunque
esta noche en la conmemoración popular se recordó que los
estadunidenses "tuvieron la cortesía de dejar entrar primero en
París a la segunda división blindada francesa comandada por
el general Philippe Leclerc, no es menos cierto que el general Charles
de Gaulle, padre de la ac-tual república francesa, tuvo la entereza
y el patriotismo necesarios para impedir que los planes neocoloniales de
los aliados angloestadunidenses, con Winston Churchill y Dwight Eisenhower
a la cabeza, impusieran, como en Italia, un gobierno militar aliado bajo
mando estadunidense.
Sin duda, si los franceses menores de 60 años y
cuya generación precedente vivió sometida o murió
durante los cuatro años de ocupación alemana, celebraron
este 60 aniversario como una fiesta más que nunca antes netamente
patriótica.
Como parte de la celebración hubo una exposición
callejera con documentos hasta ahora nunca reunidos y acompañada,
para poner en antecedentes a los jóvenes.
En la Plaza del Ayuntamiento, frente a 6 mil invitados,
el presidente Jacques Chirac, señaló: "Pueblo de Francia,
recordemos este día que forjó nuestra historia. No olvidemos
jamás el sacrificio de aquellas y aquellos que dieron su vida por
liberar París".
El presidente hizo un llamado a la "vigilancia, al espíritu
de resistencia para poner una barrera al desprecio, el odio del otro, aún
vigentes". El alcalde de París, Bertrand Delanoe, expresó
su "inmensa gratitud a los héroes magníficos, célebres
o anónimos que rencendieron las luces de la ciudad".
Pero lo que eriza la piel de cualquiera es cómo
un pueblo que ya no vivió la guerra en carne propia y que goza de
una ciudad que salió materialmente indemne de ella, aplaude hasta
las lágrimas vetustos vehículos militares de su propio ejército,
recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.
Esta mañana, como parte del desfile en la Plaza
de la Bastilla, pudo verse un jeep con las letras "US" en la carrocería.
Una joven francesa, con una guitarra atravesada en la
espalda, se puso frente al vehículo con la mano en alto. Después
le-vantó el dedo índice y lo movió de izquierda a
derecha diciendo en voz alta: "Se terminó, se terminó para
siempre, se acabó no pueden pasar más". La multitud observó
en silencio su osadía, sin condenarla.
Posteriormente, el público cantó a coro
París encolerizado y Partisanos y aplaudió
rabiosamente a republicanos españoles que integraron 85 por ciento
de una de las subdivisiones blindadas, así como a italianos antifascistas
y alemanes antinazis, antes de lanzarse a bailar aires de los años
40: java, ñusette y, claro, swing estadunidense.
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